El Consejo Fiscal perfilará el consentimiento en la ley del "solo sí es sí"

El Consejo Fiscal tiene previsto perfilar y acotar la figura del consentimiento cuando entre a analizar esta jueves su informe sobre la Ley Orgánica de Garantía de la Libertad Sexual, conocida como ley del "solo sí es sí", uno de los principales proyectos del ministerio que dirige Irene Montero, según informa EFE.

Fuentes fiscales consultadas por EFE confían en que el informe esté listo el viernes al término del Consejo ya que se trata de una ley integral "muy voluminosa" que "hay que mirar con detalle", pues aunque en líneas generales conservadores y progresistas avalarán la norma, ambas partes propondrán hacer retoques y mejoras al texto.

Por ejemplo con el consentimiento, que ambas partes avalan pero con matices. Mientras el bloque progresista, que es minoría, ve con buenos ojos los cambios, el sector conservador, mayoritario, considera que ya estaba bastante bien regulado por la legislación vigente y que optar por este "consentimiento cualificado" puede "ser complicado en la vida real", por lo que aboga por perfilarlo más.

Otro problema viene derivado de los agravantes. Las fuentes señalan que hay demasiadas hasta el punto de que el supuesto normal parece el agravado. Ello, añaden, puede provocar un equiparamiento de conductas que no son tales, entre conductas reprochables y otras mucho más execrables.

El informe del Consejo Fiscal es preceptivo pero no vinculante, de la misma forma que aquellos que deberá elaborar el Consejo de Estado y el Consejo General del Poder Judicial. Éste último ha pedido una prórroga para emitir su dictamen, de manera que no tiene previsto aprobarlo hasta finales de diciembre como pronto.

El Gobierno aprobó el pasado 3 de marzo el anteproyecto de una ley integral que aspira a cambiar el paradigma en torno a la libertad sexual y convertir a España en un referente.

La ley de libertad sexual modificará el Código Penal para introducir un sistema de penas diferente para los delitos sexuales, basado en el consentimiento, con penas de hasta 15 años para los casos más graves de violación y la introducción del delito de acoso ocasional sexista leve, conocido como "callejero".

Según la norma, la violencia sexual se considerará violencia machista. Esto es, los delitos sexuales, la trata con fines de explotación sexual, el matrimonio forzado y mutilación genital femenina serán violencia machista junto a la violencia de género.

En línea con lo que exige el Convenio Estambul -y reclama el movimiento feminista-, el consentimiento es lo que determinará si se ha cometido una agresión sexual, es decir, solo sí es sí.

"Se entenderá que no existe consentimiento cuando la víctima no haya manifestado libremente por actos exteriores concluyentes e inequívocos conforme las circunstancias concurrentes, la voluntad de la persona de participar en el acto", recoge el anteproyecto.

Toda penetración sin consentimiento será una violación, desaparece la figura del abuso y la intimidación y la violencia como exigencias para demostrar una violación, cuyas penas suben de 4 a 10 años, si se le suma una agravante de 7 a 12 y si son dos, de 9 a 15.

Además, la norma crea el delito de acoso ocasional no reiterado, conocido popularmente como "acoso callejero". Son expresiones, comportamientos o proposiciones sexuales o sexistas que crean situación hostil, humillante o intimidatoria, sea en la vía pública o en bares, fiestas privadas, conciertos, establecimientos.... Conllevará una pena leve y exige denuncia.