delito de homicidio y robo con violencia

Un acusado reconoce que estranguló a una prostituta y logra una rebaja de pena de 17 a ocho años de cárcel

La Fiscalía pide una indemnización de 350.000 euros para los familiares de la víctima

Fachada de la Audiencia Provincial de Madrid

Fachada de la Audiencia Provincial de Madrid / periodico

El Periódico / Agencias

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Un acusado ha reconocido en el juicio que estranguló hasta la muerte a una mujer a la que previamente había pagado para mantener relaciones sexuales, una confesión que le ha llevado a lograr una reducción de solicitud de condena de 17 años a ocho años de prisión, han informado a Europa Press fuentes jurídicas.

Estaba previsto que un Jurado Popular de la Audiencia de Madrid enjuiciara los hechos, pero no ha llegado a conformarse al alcanzar las partes un acuerdo de conformidad. De este modo, el acusado ha aceptado ocho años de cárcel por delitos de homicidio y robo con violencia en casa habitada, cuatro años por cada delito.

Según los forenses, el hombre padece una inteligencia límite y trastorno adaptativo de ideología idiopática, patologías que no implican que tuviera alteradas las capacidades volitivas y cognitivas. La Fiscalía de Madrid reclama también una indemnización de 350.000 euros para los familiares de la víctima, le imputa los delitos de homicidio y robo con violencia en casa habitada.

Antedecentes del crimen

Los hechos se remontan, según se recoge en el escrito de acusación, a la madrugada del 11 de marzo de 2018 cuando Israel G.P. se personó en una vivienda de Alcalá de Henares donde le esperaba la mujer con quien había quedado previamente tras mandarle un mensaje tipo whatsapp a su teléfono móvil.

Una vez en la vivienda, contrató sus servicios y mantuvieron relaciones sexuales consentidas. En un momento dado, el acusado agarró a la mujer "fuertemente" del cuello y la parte superior del tórax estrangulándola hasta causarle la muerte. Su cadáver fue hallado por la Policía un día más tarde. Antes de abandonar la vivienda el acusado "dejó todo ordenado, quitó las sábanas colocando a la mujer desnuda encima de la cama, apoderándose de su bolso y dos teléfonos móviles".

Además, se deshizo del bolso en uno de los contenedores cercanos al domicilio, y días más tarde regaló uno de los terminales móviles a un amigo y el otro teléfono lo vendió en el establecimiento 'World Phone' de Alcalá de Henares. La víctima en el momento de su fallecimiento contaba con 42 años de edad, estaba divorciada y tenía dos hijos de 16 y 13 años.

El acusado, que se encuentra privado de libertad por esta causa desde el 26 de junio del 2018, está diagnosticado de inteligencia límite y trastorno adaptativo de ideología idiopática, presentando un grado de discapacidad del 35% siendo, según informe forense, "perfectamente capaz de distinguir el bien del mal, lo justo de lo injusto, lo bueno de lo malo, no apreciándose que padezca dependencia a tóxicos, ni circunstancia alguna que pudiera afectar a sus capacidades mentales de conciencia, inteligencia y voluntad, las cuales se encuentran conservadas".