MERCADO INMOBILIARIO

El TSJM dice que la venta de viviendas del Ivima a un fondo supuso la "quiebra de la protección social"

La sentencia del Tribunal Superior madrileño insiste en que esos pisos solo podían ser vendidos a sus beneficiarios

ivima

ivima / periodico

Europa Press

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) concluye que la venta de casi <strong>3.000 viviendas </strong>del antiguo Instituto de la Vivienda de Madrid (Ivima) al fondo de inversión constituido por Goldman Sachs y Azora supuso una "quiebra de la protección social" de los inquilinos. Además, el fallo insiste en que esas viviendas solo podían ser vendidas a los beneficiarios de dichos pisos.

Así lo determina la sentencia sección octava de la Sala Contencioso Administrativo del TSJM, a la que ha tenido acceso Europa Press, que revoca el fallo emitido por el Juzgado de lo Contencioso Administrativo número de 10 Madrid, en el que se rechazaba el recurso de nulidad contra la operación de un grupo de inquilinos.

"Acordamos la revocación de la sentencia apelada en lo que se refiere a la desestimación del recurso contencioso-administrativo, confirmando el fallo desestimatorio de la causa de inadmisión por falta de legitimación activa opuesta por el letrado de la Comunidad de Madrid y la mercantil y, en su lugar, estimamos en su integridad el recurso contencioso-administrativo", añade la resolución.

Para el TSJM, es "evidente la infracción del principio de innecesariedad" en la enajenación de las 32 promociones de viviendas del antiguo IVIMA, con incidencia en las ocupadas por los arrendatarios apelantes.

Valoración incorrecta

El alto tribunal madrileño acoge el motivo de revocación de la sentencia apelada por el cual "reprocha de la juzgadora de instancia la incorrecta, por parcial y sesgada, valoración de la prueba documental practicada" que, en caso de tener en cuenta el informe elaborado sobre la transacción por parte de la Cámara de Cuentas.

De haberlo tenido en cuenta, la resolución revocada "debería haber conllevado la estimación del recurso contencioso-administrativo por ausencia de requisito habilitante, es decir, que esas 2.935 viviendas, garajes y trasteros eran "innecesarios" para dar cumplimiento al fin social con el que se crearon las 32 promociones.

"Al no haber respetado dicho principio, la enajenación ha traído consigo una quiebra de la protección social de estos grupos de personas, colectivos favorecidos con el disfrute de viviendas de protección pública", insiste la sentencia para recordar que la legislación autonómica recalca que los pisos para fines sociales no podrán ser objeto de transmisión "a terceros distintos de los inquilinos o sus causahabientes".

La sección recuerda que en una sentencia anterior ya confirmó la nulidad de la venta de estas viviendas por no ajustar a derecho con unos argumentos jurídicos que también reproduce en este caso.

No es indiferente para el inquilino

"No cabe, en fin, argumentar que resulta indiferente al arrendatario el cambio del titular por la afirmación de que no se altera su actual situación arrendaticia, dadas las futuras, pero ciertas, consecuencias negativas derivadas de la desaparición de los beneficios y fines sociales inherentes a la actuación que corresponde al IVIMA", recuerda el TSJM.

Además, añade que en este caso aprecia "un interés legítimo amparado por el ordenamiento jurídico, que consiste en la defensa del mantenimiento de las condiciones sociales del arrendamiento, con el disfrute de los beneficios propios de la actuación del Ivima".

Su esencia, detalla, "radica en la vinculación de su actividad al cumplimiento de los fines para los que fue creada, como son la bonificación temporal de la renta, la concesión de prórrogas y otros beneficios e incentivos sociales en relación a la vivienda arrendada, "que es claro que no subsistirán a partir del momento en el que pierdan vigencia las condiciones del arrendamiento".

Las casi 3.000 viviendas vendidas pertenecían al Plan Joven del Ivima, que fueron vendidas por un importe de 201 millones de euros, precio casi un 20% superior al fijado de salida (168,9 millones).

Son en su mayoría pisos de uno y dos dormitorios con un máximo de 70 metros cuadrados de superficie. Las viviendas están ubicadas en Madrid (1.380), pero también en Móstoles, Torrejón de Ardoz, Tielmes, Parla, Collado Villalba, Majadahonda, Navalcarnero, Leganés, Valdemoro y Arroyomolinos.