Niños robados

Una periodista francesa asegura que el doctor Vela confesó el regalo de un bebé

El fiscal mantiene su petición de 11 años de prisión después de que un policía contara ante el tribunal que el acusado le reconoció la quema de historiales de adopciones en la clínica

Eduardo Vela

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El Periódico / Agencias

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La periodista francesa Emilie Delphine ha asegurado este martes en el juicio contra el doctor Eduardo Vela, juzgado por un caso de bebés robados, que el médico le reconoció en 2013 durante una charla en su consulta que había regalado un bebé a la madre de Inés Madrigal, la mujer que le ha llevado ante la Justicia.

Inés no pagó y le regalaron a la niña". Así lo ha afirmado esta periodista del país galo durante su interrogatorio por videoconferencia ante el tribunal que juzga al que fuera director de la Clínica San Ramón, considerada el epicentro de la trama de bebés robados.

En su turno, la periodista ha relatado que vino a Madrid en 2013 para realizar un reportaje sobre el caso de los niños robados. El 10 de diciembre de ese año, logró hablar con Vela en su consulta haciéndose pasar por una paciente. Hizo una cámara oculta.

A preguntas del abogado de Vela, ha detallado que entregó el video de la cámara oculta al letrado que defiende a Inés Madrigal, denunciante del caso y la presidenta de S.O.S. Bebés Robados de Murcia.

Fiscalía mantiene su petición

La fiscal ha mantenido su petición de 11 años de prisión para el doctor en el primer juicio de un caso de bebé robado en España. Madrigal fue entregada al nacer en 1969 a una mujer que no podía tener hijos haciéndose constar en la documentación que era la madre biológica.

Así lo ha solicitado la representante de la Fiscalía en la vista que se celebra en la Audiencia Provincial de Madrid en la que el abogado de la acusación ha pedido que el acusado sea condenado a trece años de prisión por haber entregado a la niña supuestamente contra la voluntad de la real madre biológica, mientras que el letrado defensor ha reclamado su absolución. 

Historiales eliminados

Un policía nacional que intervino en la investigación contra el doctor Eduardo Vela, juzgado por un supuesto caso de 'bebés robados', ha afirmado en el juicio que el ginecólogo le reconoció en 2014 durante una conversación telefónica que en la clínica San Ramón se quemaban los libros de registro de las adopciones irregulares, manifestando que detectaron indicios de que existía una trama encabezada por el médico ya retirado.

Así lo ha asegurado durante la segunda sesión de la vista oral, que ha arrancado este martes en la sección séptima de la Audiencia Provincial de Madrid. El tribunal escuchará a cinco testigos y el juicio quedará visto para sentencia. Vela, de 85 años, sigue atento la vista postrado en una silla de ruedas.

La delicada salud del médico retirado hizo que la segunda sesión del juicio se tuviera que aplazar tras ingresar horas antes del inicio de la segunda sesión en urgencias hospitalarias por mareos. Recientemente, los forenses determinaron que el médico podía volver a sentarse en el banquillo.

En su declaración en la primera sesión, negó todos los delitos que se le imputan; de sustracción de menores, suposición del parto, falsedad documental y detención ilegal. Se enfrenta a 13 años de cárcel. Su abogado alegó en la vista oral que los delitos están prescritos.

El testimonio de un policía nacional ha arrancado la sesión en la que ha detallado cómo se desarrollaron las pesquisas a instancias del juzgado y la Fiscalía. Así, ha narrado que en 2014 localizó a Vela y logró hablar con él por teléfono, dado que fue "imposible" que se presentara en sede policial "aduciendo que estaba conectado a una máquina".

Además, ha contado que Vela le dijo que en aquella época "quemaban" los libros de registro. "Me comentó que las adopciones tenían dos fases. Una primera inicial en la que se mantenía la historia y, una segunda, en la que la ley vigente les obligaba a destruir todos los historiales", ha señalado.

Existencia de una trama

Tras ello, ha reseñado que había indicios de que existía una trama encabezada por Vela en la que se utilizaba a chicas de centros de acogida que no querían quedarse con su bebé. De estos centros, ha citado uno denominado 'Teresita'. Se les mantenía en el centro con la obligación de entregar el bebé. Eran entregados a cambio de alguna remuneración.

El testimonio de una periodista que tendrá lugar a lo largo de la mañana es clave para sustentar una posible condena. La madre de Inés falleció en diciembre de 2016, a los 93 años. Su relato era fundamental, ya que sostenía que Vela le regaló a su hija.

La mujer inscribió entonces a su niña adoptiva en el registro civil como si fuera su hija, firmando Vela un documento oficial de un parto que nunca sucedió. En el juicio, no reconoció su rúbrica.

"Me entregó a mi madre"

En su declaración ante el tribunal, Inés Madrigal contó el relato que siempre le narraba su madre adoptiva. Lo escuchó con 18 años por primera vez. Era 1987. "Me dijo que era la hija de una señora que no me podía tenerme", recordó ante el tribunal.

Sin embargo, ya con ocho años comenzó a sospechar que había algo raro. "En aquella época, mis padres vivían en Los Molinos. Un día mi madre llegó con un bebé y la gente no la había visto embarazada. Y ya saben que en los pueblos se habla", dijo.

Crónica de un engaño

Pasó el tiempo y un día en el colegio, la llaman "adoptada". "No sabía que era eso. Y le pregunté a mi madre. A raíz de ahí. Algo extraño había. No encajaba. Es una intuición que tenemos la gente que somos adoptados", reconoció.

"Recibieron una llamada telefónica en la lechería del pueblo porque eran los únicos que tenían teléfono. Les citaron en San Ramón porque había una niña de buena familia embarazada y les iban a dar el niño y que iba a simular embarazado con cojines. Le dijo que no fuera a la peluquería y que tuviera síntomas de embarazada. Les llamaron a la semana", relató.

Su madre, ya fallecida, le contó que no pudieron vestir a la niña porque si no se iba a "descubrir el ajo", una frase que solía repetir cuando le contaba lo que pasó aquellos años. Sobre el cura que habría actuado de intermediario, ha señalado que nunca le habló de Vela y que siempre ha sentido que le ha seguido la pista.

Batalla contra la prescripción

Al término del juicio, que ha quedado visto para sentencia, Inés Madrigal ha afirmado a la prensa que su fin es que el Tribunal Supremo se pronuncie sobre la prescripción y se abran "miles de casos cerrados" sobre la trama de bebés robados en España.  "El triunfo de hoy es que por fin hemos podido terminar el juicio", ha indicado Madrigal, que fue entregada a su madre adoptiva en junio de 1969.

En la vista oral, el abogado de Vela ha alegado que los delitos que se le imputan están prescritos, algo que niega la fiscal y sobre lo que ya se pronunció la Audiencia Provincial de Madrid. La fiscal ha insistido en que la conducta ilícita no ha cesado.

Sobre el relato de la fiscal, ha reconocido que se ha emocionado al tejer lo que para ella es "la verdad". También se ha emocionado al ver a su madre, ya fallecida, en el vídeo del careo que tuvo con Vela en el 2013 y que se ha exhibido en la Sala.

"Solo queda que la Justicia haga su trabajo. No puede quedar impune que alguien jugara a ser dios cambiando la filiación, falsificando partidas y cercenando el derecho a conocer mis orígenes", ha recalcado.