COMUNIDAD DE MADRID

Condenado un guardia civil por agredir a un antitaurino en Valdemorillo

"Te voy a pegar todo lo que me salga de los cojones", le dijo el agente del instituto armado

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El Periódico / EP

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La titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº 2 de San Lorenzo de El Escorial (Madrid) ha dictado una sentencia condenatoria a un guardia civil por delitos de amenazas y lesiones realizadas al activista antitaurino Óscar del Castillo después de que éste saltara al ruedo de la plaza de toros de la localidad madrileña de Valdemorillo.

Del Castillo estuvo el 6 de febrero de 2017 en esa plaza de toros para protestar de forma pacífica contra el maltrato animal y llevaba una cámara oculta para grabar su protesta en el ruedo, según informó este martes Gladiadores por la Paz.

Una vez desalojado del ruedo y llevado a los toriles, un agente de la Guardia Civil, apoyado por otros, acorraló a del Castillo y, con el fin de que delatara a sus compañeros, le propinó puñetazos, insultos y amenazas. A las súplicas del activista, el agente le respondió con frases como "te voy a pegar todo lo que me salga de los cojones" o "te voy a reventar", al tiempo que llamó "puta" a su hija de 10 años.

Sin contradicciones

A pesar de que el guardia civil negase los hechos y su abogado intentase tirar por tierra el vídeo que el activista grabó alegando que este podía estar manipulado, la jueza consideró que había pruebas suficientes para dar lugar a un pronunciamiento condenatorio. "Su relato dado en el juicio resultó claro, contundente, creíble y sincero para esta juzgadora, sin contradicciones evidentes en declaraciones anteriores", comenta la magistrada en alusión al denunciante.

Como prueba para el juicio, la policía científica de Tres Cantos realizó un análisis del reloj con el que Del Castillo grabó los hechos, ante lo cual la jueza sostiene que el vídeo "no fue manipulado posteriormente a su creación", al tiempo que indica que el testimonio del activista no está movido por ninguna actitud negativa porque asegura que, "en ocasiones anteriores, la guardia civil le ha protegido de las agresiones de los taurinos".

Por ello, la juez ha condenado al agente a cuatro meses y medio, con una multa 810 euros por lesiones y amenazas más una indemnización de 600 euros para el denunciante por daños y perjuicios.