Sorteo

¿Por qué las personas con alta inteligencia emocional no compran Lotería de Navidad? Hay una explicación

Una minoría de personas decide llevar la contraria al 70% de la población adulta española

El Sorteo de Navidad 2024: última hora, en directo

Décimos de Lotería Navidad en una administración, en una imagen de archivo

Décimos de Lotería Navidad en una administración, en una imagen de archivo

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Más del 70% de la población adulta española juega a la Lotería de Navidad. Se trata, ni más ni menos, que más de 20 millones de personas, las cuales tendrán depositadas buena parte de sus ilusiones en lo que deparen los bombos de la suerte el 22 de diciembre.

Haciendo caso al porcentaje anteriormente indicado, sólo 3 de cada 10 personas adultas son las que no estarán pendientes de la lotería el próximo domingo o, al menos, no de la misma forma que el resto de ciudadanos. Son los raritos de la empresa o de la familia o del grupo de amigos, una minoría que decide ir contracorriente.

Sin embargo, puede que simplemente sean personas con una alta inteligencia emocional (IE), algo que no vimos venir. Para ellos este tipo de sorteos no resulta tan irresistible y su decisión de no comprar ni una participación tendría que ver con su capacidad para gestionar emociones, controlar impulsos y evitar expectativas.

La alta inteligencia emocional se refiere a la capacidad de una persona para reconocer, comprender y gestionar sus propias emociones, así como para reconocer, comprender e influir en las emociones de los demás. Es un concepto que va más allá del cociente intelectual (CI) y está relacionado con cómo manejamos las interacciones sociales y nuestras propias emociones en diferentes contextos.

El escepticismo sobre las probabilidades de ganar en el sorteo es una característica que destaca en las personas con IE. También suelen ser personas que, simplemente, no sienten atracción por los juegos de azar en general, ya sea por principios personales, porque no disfrutan de la incertidumbre o por el hecho de que no les gusta la idea de gastar dinero en algo que consideran un entretenimiento.

Las personas con IE también suelen presentar las siguientes habilidades: autoconocimiento emocional, autocontrol, empatía, habilidades sociales y una motivación intrínseca.

Desde luego, hay otras razones que llevan a muchas personas a no participar en el sorteo de la Lotería de Navidad o en otros sorteos y juegos de azar. Entre los más comunes: una preferencia por el ahorro que les lleva a elegir, antes que a gastar dinero en un boleto de lotería, destinar esa cantidad a otras actividades que consideran más beneficiosas o necesarias; cultura y valores personales que les hacen evitar la lotería, viéndola como una forma de juego o apuesta que no consideran positiva, aunque también puede influir el rechazo a la idea de depender de la suerte o el azar en lugar de trabajar para obtener sus ingresos; experiencias pasadas negativas con el juego; falta de tradición familiar o social, dado que la lotería de Navidad tiene una gran carga cultural y en muchos casos se juega en familia o entre amigos.