Un nuevo hito en la carrera del pívot catalán

Entrevista a Pau Gasol: "He sido siempre un soñador, pero mis sueños nunca llegaron a tanto"

Los Lakers retirarán este martes el dorsal 16 que lució el español en su brillante etapa en Los Angeles durante el descanso del encuentro frente a los Grizzlies, su primer equipo en la NBA

BASKETBALL-GASOL/

BASKETBALL-GASOL/ / Enric Fontcuberta / Efe

Luis Mendiola

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Dos anillos de campeón, tres finales de la NBA. Este 7 de marzo Los Lakers retirarán el número 16 de Pau Gasol elevándolo al cielo del equipo con más glamour de la NBA por su trayectoria excepcional. Siete de sus 18 temporadas en la Liga las disputó con los colores púrpura y oro, sin discusión las más brillantes. El dorsal de Pau se unirá para siempre al de otras 11 leyendas de la franquicia, todas ellas historia viva del baloncesto, como Magic Johnson, Kareem Abdul-Jabbar o Kobe Bryant. En esta entrevista con El Periódico explica las sensaciones que le acompañan para vivir esa noche única, que tendrá un componente sentimental adicional. Su homenaje llegará en el descanso del partido ante los Memphis Grizzlies (04.00, madrugada de martes a miércoles en Vamos#), el equipo donde empezó a escribir el inicio de una historia que ilusionó a todo un país y cambió para siempre el baloncesto español, abriéndose camino desde Sant Boi hasta la cima del deporte.

¿Qué supone este reconocimiento de los Lakers? Sin duda se trata de un gran honor y todavía me cuesta entender la magnitud de lo que significa. Estar en ese momento en la pista donde ha jugado tantos partidos, retirándome una camiseta con mi nombre, inmortalizándolo de alguna manera en una franquicia como los Lakers, al lado de grandes leyendas, pero sobre todo uniéndolo al de Kobe era impensable. Es algo que tan solo imaginándolo ya me pongo a temblar.

¿Le acompañará toda la gente que quiere o le faltará alguien? Faltará gente que me ha acompañado y ya no está. Kobe y su hija para mí serían muy importantes. Los encontraré a faltar, aunque sé que estarán muy presentes. Me gustaría mucho que estuviesen mis abuelos, disfrutando de ese momento, compartiéndolo. Ojalá estén viéndolo allá donde estén.

“Que los Lakers retiren mi camiseta es algo muy especial, que no sé calibrar ni procesar la dimensión”  

 ¿Se emocionará? Mucho, mucho. Supongo que lloraré porque se juntarán en ese momento sensaciones muy intensas. Este año está siendo un año de muchas emociones y de reconocimientos, muchas cosas que no había pensado ni soñado nunca.

Pau Gasol, este pasado febrero en el All-Star de Salt Lake City, donde dirigió uno de los equipos del Rising Star Challenge

Pau Gasol, este pasado febrero en el All-Star de Salt Lake City, donde dirigió uno de los equipos del Rising Star Challenge / NBA.com

Si este acto fuese un sello a su carrera, ¿diría que está mucho más allá de lo que soñó nunca? He sido soñador. Pero mis sueños no llegaban a tanto. Ya soñar con jugar en la NBA era algo que cuando lo explicaba, la gente flipaba: ‘¿Qué dice este?’ Hay cosas a las que nuestro subconsciente no llega, que no es capaz de procesar, y ni en el mejor de mis sueños pude imaginarlo. Entrar en un grupo tan selecto, en una franquicia como los Lakers, ser el primer internacional que recibe este reconocimiento, es algo muy especial, que no sé calibrar ni procesar la dimensión.

Su nombre acaba de incluirse también entre los finalistas para el Hall of Fame. Si soy sincero, como reconocimiento a mi carrera en la NBA, no habría nada mejor. Esa elección, la retirada de la camiseta que voy a vivir con los Lakers, todos estos meses últimos están siendo muy intensos a nivel emocional.

“Con Kobe conectamos desde que llegué. Nos complementábamos bien. Esa relación en la pista trascendió y ahora continúa con su familia”

Si segmentara su carrera, ¿diría que su mejor etapa la vivió con los Lakers? Es difícil. No podría decirlo. Para mí cada etapa ha sido importante y cada una me ha llevado a la otra. La primera en el Barça fue súper especial y súper dulce. Me llevó a ser un número 3 del ‘draft’. Algo que entonces era impensable. La etapa de los Grizzlies fue mi entrada en la NBA. El premio a ‘Rookie del Año’, ser por primera vez All Star… Mi etapa en la selección fueron más de 20 años ganando cosas también muy importantes, con un grupo de jugadores muy especial y sobre todo ilusionando a un país. Eso ¿cómo lo mides?

¿Cuál diría que fue su mejor partido en la NBA? El partido sí que lo puedo decir sin dudar. El séptimo partido de la final del 2010. No hay nada más relevante en la NBA ni más importante que un séptimo partido de la Liga contra los Celtics y con victoria. Es que no hay más que a lo que como jugador 'laker' puedas aspirar en la NBA.

 En aquella serie y en aquel encuentro, en el que logró su segundo anillo, tuvo una actuación determinante: 19 puntos, 18 rebotes ¿Mereció llevarse el MVP? ¡Noooo! Se lo dieron a Kobe y estuvo bien concedido. Yo como dije cuando llegué a los Lakers, estaba allí para complementar lo que tenía el equipo. Para hacerlos mejores. Y para darles la opción de poder ganar. Y así fue. Y por eso estoy muy feliz. Y por eso estoy recibiendo muchos reconocimientos, mucho más importantes que un MVP de unas finales.

¿Qué hizo tan especial aquella relación con Kobe? Desde que llegué, conectamos. Éramos dos jugadores que nos complementábamos muy bien y, afortunadamente, los resultados también nos acompañaron y esa relación en la pista trascendió y continúa ahora con su familia.

“Echo de menos el baloncesto, pero no tanto como podía pensar. Al final te sientes agradecido por haber jugado tanto”

¿Si echa la vista atrás y piensa en aquel chico que dejó el Barça en 2001 para probarse en la NBA, ¿qué le viene a la cabeza? Aunque tenía 21 años recién hechos, me consideraba un adolescente. Pero a la vez iba con muchas ganas. Me acuerdo que tenía una convicción y una determinación de hacerlo bien aunque tenía la idea de desarrollarme un poco más en el Barça, porque el reto era muy grande. Muy bestia. Pero las cosas fueron como fueron y dijimos adelante.

Pau Gasol, junto a su mujer y su hija, en el acto del pasado verano en el que recibió la Real orden del Mérito Deportivo en La Moncloa de manos de Pedro Sánchez

Pau Gasol, junto a su mujer y su hija, en el acto del pasado verano en el que recibió la Real orden del Mérito Deportivo en La Moncloa de manos de Pedro Sánchez / David Castro

Su objetivo inicial, imagino, era probarse y jugar. ¿Cuándo asumió que podía triunfar, dejar huella y ser un ejemplo? Desde el principio empecé a ver y a escuchar que podía jugar y que podía hacerlo muy bien. Pero ¿tener la convicción? Creo que al final de ese primer año de la NBA, con aquellos duelos con Garnett, y después cuando jugamos el Eurobasket, y conseguimos aquel bronce, midiéndonos con Nowitzki, Stojakovic, Divac, con jugadores consolidados en la NBA, que eran de primer nivel. Entonces empiezas a ver que no estás tan lejos y que si trabajas y sigues una buena línea, ¿quién sabe hasta dónde puedes llegar? Eso fue lo que me hizo pensar que podía hacerlo allí bien durante mucho tiempo y ser uno de los mejores de esa Liga.

 ¿Echa de menos el baloncesto, le ha quedado sensación de vacío? En algún sentido lo echo de menos pero no tanto como podía pensar. El año y medio de lesiones, de recuperación y de dudas por saber si volvería a jugar con 40 años, me ayudó a prepararme para el adiós. También la manera de cerrarlo en la selección y en el Barça. Al final, te sientes agradecido por haber jugado tanto tiempo.

 “Mis hijos me han cambiado la vida de forma radical. Si hablas de legado, son la esencia de la vida”

Al margen de su Fundación, forma parte de la Comisión de Atletas del COI ¿Se plantea hacer carrera en el movimiento olímpico? De momento, estoy explorando y aprendiendo cómo funciona todo. Sí que me gustaría tener un papel, un impacto y una influencia muy grande en el desarrollo y el crecimiento del movimiento olímpico, porque al final es el desarrollo del deporte en el mundo. Y para mí, el deporte es muy importante en la sociedad, como vehículo de desarrollo, de bienestar, de formación. Es algo en lo que creo y mucho, porque lo he visto, lo he vivido y me he beneficiado.

También le está dedicando mucho tiempo a formar una familia. ¿Cómo le han cambiado la vida sus dos hijos, Elisabet y Max? Totalmente. De forma radical. Al final, no hay nada como tener hijos. Cuando hablas del legado, es la esencia de la vida, que para mí es tener una descendencia. El sentimiento que te provoca tener un hijo o una hija son únicos e incomparables.

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