Un récord de leyenda

LeBron James cumple la profecía: es El Elegido

La estrella de los Lakers reclama su lugar entre los grandes de la NBA de todos los tiempos tras superar a Kareem Abdul-Jabbar como el máximo anotador de la historia

Luis Mendiola

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A mediados de febrero del 2002, la revista Sports Illustrated, la biblia semanal del deporte estadounidense, publicó un número que ha quedado para la historia. En la portada aparecía LeBron James sonriente, en su uniforme del instituto, bajo el título de ‘The Chosen One’, El Elegido, la nueva figura del baloncesto mundial.

 El mundo intentaba descubrir al sucesor de Michael Jordan, la primera estrella global, el jugador que había llevado la NBA a todos los rincones del planeta. En una época en la que las redes sociales aún no existían, aquella portada tuvo un impacto mundial. “LeBron James es tan bueno que ya está considerado el heredero de His Airness”, recogía el artículo del periodista Grant Wahl, que viajó hasta Akron a retratar el mundo de LeBron, y que falleció mientras cubría el Mundial de fútbol de Qatar.

Veinte años después, el tiempo ha dado a  aquella portada la condición de profecía. Con cuatro campeonatos de la NBA, cuatro premios MVP de las finales, dos medallas de oro olímpicas, entre otros logros, LeBron Jamesse ha convertido en una estrella planetaria y su última conquista, completada esta pasada madrugada, la de superar el récord de anotación de la NBA, en poder de Kareem Abdul–Jabbar, fijado en 38.387 puntos desde su retirada en la temporada 1988-89, le otorga ya un lugar indiscutible entre los grandes de todos los tiempos.

LeBron reaciona alzando los brazos al cielo tras superar el legendario récord de Kareem

LeBron reaciona alzando los brazos al cielo tras superar el legendario récord de Kareem / Allison Dinner / Efe

Para conseguirlo, LeBron necesitaba 36 puntos y al final terminó su partido con 38, 7 rebotes y 3 asistencias. El único pero de la noche fue que los Lakers cayeron contra los Oklahoma City Thunder, lo que no empañó la gesta.

"Toda vuestra ayuda, toda vuestra pasión me ha ayudado a llegar a este punto", afirmó tras conseguirlo y recibir el testigo de manos del popio Abdul-Jabbar en un acto simbólico. "Ni en un millón de años habría soñado algo mejor de como fue esta noche mágica".

Del gueto a la cima

Si hubiera que encontrar el paradigma de lo que significa un viaje a la cima, ninguna historia encajaría mejor que la de LeBron. Escapó a la miseria de Boondocks, una de las zonas más pobres y conflictivas en las afueras de Akron. Superó una infancia llena de incertidumbre, criado por una madre soltera, Gloria, que lo tuvo con 16 años, después de que su padre, Anthony McClelland, los abandonara al enterarse del embarazo. Sobrevivió a una adolescencia complicada, dando tumbos en viviendas sociales y casas de amigos, hasta que su destino cambió cuando se fue a vivir con la familia de su primer entrenador, Frank Walker. Y despuntó, al fin, sobre una cancha de baloncesto, en sus cuatro año en el instituto, St.Vincent-St Mary High School, donde se disparó su popularidad en  Estados Unidos, con el altavoz de aquella portada en Sports Illustrated, hasta el punto de que algunos de sus partidos se televisaron a nivel nacional.

Wade, Bosh y LeBron, en su presentación como el nuevo 'Big three' de Miami, en plan estrellas del rock

Wade, Bosh y LeBron, en su presentación como el nuevo 'Big three' de Miami, en plan estrellas del rock / Archivo

“Para mí es más que es una estrella del baloncesto, es uno de los iconos del deporte, como puede ser Muhammad Alí. Pero además alguien con una historia personal increíble, que salió del guetto, sin nada, y alcanzó la cumbre”, explica Davide Chinellato, periodista de La Gazzetta dello Sport, especialista en la NBA, autor del libro ‘King, la biografía de LeBron James' (Editorial Córner) recién publicado en España, en conversación con El Periódico. “El tema de la familia es fundamental para LeBron y sobre la que ha girado su vida. No es el típico jugador que quiere ganar dinero. Siempre quiso construir algo más importante que él, dejar un legado, ayudar a la comunidad negra, a su ciudad, Akron, a su escuela...”, apunta.

"No es el típico jugador que quiere ganar dinero. Siempre quiso construir algo más importante que él, dejar un legado", afirma el autor de su biografía

Vivir bajo la sombra de Jordan, ha sido la carga emocional con la que ha tenido que lidiar LeBron durante buena parte de su carrera. No ha sido un viaje fácil hasta encontrar su propio camino, aunque la experiencia al lado de Kobe Byrant en los equipos olímpicos de Pekín-2008 y Londres-2012, resultó en una lección de liderazgo y compromiso que acabó por asimilar, para proyectar una carrera que le permitirá sentarse a la mesa de los mejores: Jordan, Kobe, Jabbar, Russell, Magic. «Voy a dejar que cada uno decida. Yo me pongo por delante, creo que he sido el mejor jugando al baloncesto, pero cada uno tendrá a sus favoritos», afirmó en declaraciones a la cadena TNT al acabar.

El impacto de La Decisión

En sus primeros años fue tildado de egoísta, y acusado de falta de liderazgo en Cleveland, a pesar de llegar a una final de la NBA, la primera en la historia del equipo, en la que cayó ante los Spurs. Fue condenado a los infiernos por escenificar su salida a Miami, en un programa de televisión, The Decision, que congregó a más de 10 millones de espectadores en la ESPN para saber su nuevo destino. Pero después de cuatro finales y dos anillos al lado de Dwayne Wade y Chris Bosh, consiguió el perdón y la redención al regresar a casa y ganar el primer campeonato con los Cavaliers, como había prometido. Así que salida en julio de 2018, después de otras dos finales perdidas,  para incorporarse a los Lakers, con los que ganó su cuarto anillo, encontró más comprensión que rechazo entre su legión de seguidores.

LeBron, emocionado, sostiene el trofeo de campeón de la NBA que logró con los Cavs

LeBron, emocionado, sostiene el trofeo de campeón de la NBA que logró con los Cavs / Bon Donna / USA Today Sports

La excelencia ha marcado su carrera para ganarse a pulso el apodo de El Rey. Los términos grandeza y longevidad deportiva han adquirido un nuevo valor a sus 38 años y después de 20 temporadas al máximo nivel. Sus números (30 puntos, 8,5 rebotes y 7,1 asistencias) aún resultan deslumbrantes y nadie se atrevería a discutirle que aún se encuentra entre los mejores de la Liga, como demuestra que en el All Star que se disputará el 19 de febrero en Salt Lake City, disputará su 19º Partidos de las Estrellas, otro récord de la Liga.

“Jordan es el mejor, aunque viendo los números de Lebron…”, afirma Dirk Nowitzki

“En su momento, después de The Decision, quizás fuera uno de los deportistas más odiados de EEUU. Pero ahora, que está en el tramo final de su carrera, después de ganar en Cleveland y de conseguir el récord de Kareem, ha cambiado completamente la manera que los aficionados hablan de él. Ahora lo hacen con admiración”, asegura Davide Chinellato, el autor de su reciente biografía.

Jugar con su hijo

Rodeado de un grupo de especialistas que han cuidado de él toda su carrera, nadie se atreve a ponerle fecha de caducidad. Su ambición sigue presente en cada partido. “Quiero ganar. Perder no me sienta bien”, avisó no hace mucho a los responsables de los Lakers, poniéndoles presión para que refuercen el equipo y puedan pelear por el campeonato. Pero en la cabeza de Lebron hay otro desafío personal, que ya ha verbalizado. Quiere seguir en la brecha alguna temporada más para coincidir con Broony, el mayor de sus hijos, que empieza a destacar en el instituto.

“Quiero estar en la pista con Bronny. O con el mismo equipo o en un partido contra él. No me refiero a que hagamos uno para uno en un partido, pero me encantaría hacer algo al estilo Ken Griffey Sr. y Junior”, asegura con la idea de repetir uno de los momentos más emblemáticos del deporte estadounidense, el partido que enfrentó al padre, de 40 años, y su hijo de 20, en la Liga de béisbol. Eso no sucederá, al menos, hasta la temporada 2024/25, cuando Bronny pueda declararse elegible en el ‘draft’ de la NBA. Pero, LeBron, El Elegido,  se siente con fuerzas. "Por la forma en la que me siento y está reaccionando mi cuerpo esta temporada, sé que puedo jugar un par de años más", pronosticó en su noche especial.

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