NBA

Doncic no es humano: ¿cuál es su límite?

"Todos estamos todavía en shock", dijo el entrenador de los Dallas Mavericks después de presenciar la exhibición del esloveno ante los Knicks. En una remontada apoteósica, el exjugador del Madrid sumó 60 puntos, 21 rebotes y 10 asistencias, cifras nunca vistas en la Liga.

Luka Doncic, eufórico.

Luka Doncic, eufórico.

Albert Guasch

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En los últimos 20 años de la NBA, los equipos que perdían por nueve puntos con menos de 35 segundos por jugar tenían un balance de cero victorias y 13.884 derrotas, según datos de la liga difundidos ayer por Efe. Este martes, Luka Doncic hizo caer mucha baba al liderar con un inédito triple doble de 60 puntos, 21 rebotes y diez asistencias la épica remontada de los Dallas Mavericks contra los New York Knicks, consolidada en una prórroga a la que se llegó con una acción de trapecista del esloveno.

Lo de 60 puntos y 20 rebotes no se encuentra tampoco en las estadísticas de la NBA. Pero Doncic tiene poco de humano. Solo tiene 23 años y no hay nadie en el campeonato que le pueda hacer sombra. Es tan y tan bueno, que le pasa como a los deportistas sobrenaturales, que los protagonistas ya no saben cómo ensalzarle.

«Estáis muy callados, supongo que estáis aún en shock», dijo Jason Kidd, el entrenador de Dallas, al comparecer ante la prensa tras el partido. «Todos estamos todavía en shock. La historia está escrita por los jugadores, y él la escribió hoy. Es un chico especial. Tiene solo 23 años y parece que ya lo haya visto todo. Es un competidor nato. Está a un nivel diferente de los demás».

Ningún jugador desde la década de los 60 había anotado 50 puntos, 20 rebotes y 10 asistencias en un partido de la NBA. Como si fuera una partida de póker, Doncic subió la apuesta. Veo tus 50 y los subo a 60. Y de paso, hizo historia, por muy manida que sea la expresión. 

Los estudiosos de la competición se remontan a hace más de 50 años: a cuando Will Chamberlain juntó 53 puntos, 32 rebotes y 14 asistencias en 1968, o cuando Elgin Baylor firmó 52 puntos, 25 rebotes y 10 asistencias en 1961. Cosas de gigantes.

Promedio mejorado

Esta es la quinta temporada en la NBA del exjugador del Real Madrid y cada año logra lo imposible, que es mejorar. Por primera vez en su carrera su porcentaje de tiro está por encima del 50%, y eso que tira más que nunca. Su promedio de puntos también es el más alto desde que llegara a la liga norteamericana, de 33.6 puntos por partido. Con su actuación ante los Knicks, superó a Dirk Nowitzki como jugador con la anotación más alta de la historia de Dallas. Estaba en 53 puntos. 

Al menos el alemán tiene ya una estatua en los exteriores del pabellón de los Mavericks, algo que Doncic también tendrá un día si sigue por este camino. El exjugador Kevin Garnett lo dio por hecho tras la exhibición: «Habrá otra estatua en Dallas», dijo.

No fue el único que se puso vía Twitter las manos en la cabeza de admiración. Abundaron las expresiones de admirada perplejidad. «No he visto en mi vida unos números así», escribió el legendario Paul Pierce. «Este tío no es normal», apostillo Kristaps Porzingis, jugador de los Washington Wizzards y excompañero de Doncic en Dallas. «Estamos contemplando la grandeza en directo. Nunca he visto nada igual», remarcó Mark Cuban, propietario de la franquicia tejana.

Estilo Luka

Muchas de las canastas de Doncic ante los Knicks llegaron en el estilo clásico de Luka: botando repetidamente la pelota, recurriendo al pick and roll y desembocando la jugada en una bandeja o un tiro en suspensión. En el repetorio de la noche abundaron también los triples y las dianas tumbando el cuerpo hacia atrás. 

La más inverosímil de todas las canastas fue la que significó anular la ventaja neoyorquina y acceder a la prórroga. Un tiro libre fallado adrede y un rebote tras varios rechaces que entró sobre la bocina. Bailó de alegría. «Creo que solo tuve suerte, teníamos dos segundos, lancé el balón y tuve suerte. Íbamos perdiendo por diez puntos, es increíble», admitió. En la prórroga acabó de clavar la daga a los Knicks (126-121).

¿Cómo te sientes?, le preguntaron tras el apoteósico encuentro. «Estoy cansado», dijo provocando las risas del entrevistador a pie de pista. «Necesito una cerveza para recuperarme», agregó la mar de feliz.

Más apoyo

En estos momentos el esloveno necesita más ayuda de sus compañeros de vestuario y del staff técnico para elevar al equipo. La franquicia anda sexta en la conferencia oeste, tan cerca del liderato que ocupa Denver como de quedar fuera del play off.

La temporada pasada los Mavericks alcanzaron la final de la Conferencia Oeste, pero Golden State Warriors los hicieron descarrilar. Y difícilmente Doncic podrá repetir una actuación tan sideral. O quizá sí. Es de esos jugadores que ya no se sabe dónde se sitúa su límite. Por algo es uno de los grandes elegidos.