EL INICIO DE LA TEMPORADA DE LA NBA

Zion Williamson: tras las huellas de Lebron

El número uno del 'draft' dispara la ilusión con su llegada a Nueva Orleans y las expectativas de la propia Liga

Zion Williamson calienta antes de un partido de pretemporada en el Smoothie King Center, en Nueva Orleans

Zion Williamson calienta antes de un partido de pretemporada en el Smoothie King Center, en Nueva Orleans / periodico

Luis Mendiola

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Será difícil desligar el nombre del número uno del pasado ‘draft’, Zion Williamson, de las noticias que provengan de la NBA en los próximos meses. Se ha desatado tanta ilusión y esperanza en Nueva Orleans con su elección que no es fácil escapar a la comparación con lo que sucedió en Cleveland y a un nivel superior en la Liga con la llegada de Lebron, coronado por la revista Sports Illustrated  como el Elegido en su portada de febrero del 2002. “No tengo presión por jugar a lo que amo. Salgo a divertirme”, afirma el propio Zion.

La mala noticia para él y también los aficionados es que su debut se retrasará. Williamson se perderá las seis primera semanas de competición por una intervención en la rodilla derecha para reparar un desgarro del menisco que se hizo en el último amistoso de pretemporada.

Hay motivos de sobras para reparar en Williamson, un portento físico de 1,98 y 130 kilos dotado al tiempo de una explosividad que desconcierta viendo su enorme corpachón.  Sin tener una posición definida, es el prototipo de jugador total, dominante en ataque por físico y conocimiento del juego, referencia en defensa por su capacidad de defender en cualquier posición, sin importarle los cambios que le hagan.  "Es capaz de hacer muchas cosas: rebotea, penetra a la canasta, va a la línea de tiros libres, es agresivo, es ágil y es increíble cómo se mueve para lo grande que es", dice el base de los Pelicans, Jrue Holiday.  Zion es capaz de mejorar a su equipo en los dos lados de la cancha y los números que ha acreditado en la pretemporada ( 23,3 puntos y 6,5 rebotes, con un 80% en tiros de campo) no hacen más que disparar las expectativas sobre el indiscutible candidato al título de Rookie del año.

En la televisión nacional

Williamson es una fuerza de la naturaleza preparada para tener un impacto inmediato en la NBA. Los aficionados lo saben. Nueva Orleans ha vendido 12.000 abonos más que la pasada temporada. La Liga también es consciente del nuevo fenómeno que tiene entre manos (30 partidos de los Pelicans se emitirán por la televisión nacional, es el noveno club de la Liga). Y el trabajo de la franquicia está siendo dosificar la ilusión e intentar proteger, al tiempo, a la nueva joya, a quien no han dudado en darle las llaves del equipo.  

“Zion va a contribuir, pero no vamos a pedirle que se ponga una capa de superhéroe y salve nuestra franquicia. Se convertirá en un muy buen jugador, trabajará y progresará todos los días y para mí es lo más importante”. explica el entrenador Alvin Gentry.

Los contratos publicitarios no han tardado en llegar para Williamson, firmado por los Pelicans por cuatro temporadas y 44 millones de dólares (unos 40 millones de euros). El acuerdo al que la llegado con Jordan Brand, la filial de Nike de ropa y zapatillas deportivas, se sitúa en torno a los 75 millones de dólares, Pero también será la imagen, entre otros, de Gatorade y NBA2K.

De una reconstrucción obligada, con la salida de Anthony Davis este verano a los Lakers, que presagiaba una larga travesía por el desierto, los Pelicans han sabido sacar lo mejor. Williamson garantiza el relevo futuro; la marcha de Davis a Los Angeles ha dejado en Nueva Orleans tres nombres a tener en cuenta (Lonzo Ball, Josh Hart, Brandon Ingram) y el trabajo en los despachos este verano ha permitido incorporar a dos veteranos como Derrick Favors y JJ Redick para situar al equipo en una dinámica en la que ya se habla de ‘play-off’ cuando la pasada temporada se quedó en 33 victorias.