HISTORIAS DE LA NBA

Jokic: un filón de talento en Denver

Sin músculo ni una gran trayectoria en Europa, el pívot serbio de 23 años se ha convertido en una estrella de la Liga

Nikola Jokic celebra una canasta con el base Jamal Murray en el partido ante los Clippers

Nikola Jokic celebra una canasta con el base Jamal Murray en el partido ante los Clippers / periodico

Luis Mendiola

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No hay que frotarse más los ojos. La temporada de los Nuggets no es fruto de la casualidad. Si  son líderes de la durísima Conferencia Oeste cuando se han jugado más de 40 partidos, casi la mitad de la fase regular, es porque su baloncesto enamora.  Es la constatación de que el equipo de Denver, que en sus orígenes fue tierra de minas de oro, entrenado desde el 2015 por Michael Malone y que cuenta como arquitecto en los despachos con el exazulgrana Arturas Karnisovas, el mánager general, se está ganando el derecho a ser considerado como uno de los candidatos al anillo.

No son los recursos ofensivos los que propulsan a los Nuggets, aunque Lebron James los ha elogiado: “Sabemos que es uno de los mejores equipos ofensivos de la Liga”, afirma. Es que Denver es el cuarto equipo defensivo de la Liga, de los que fuerza peores porcentajes de triples en los rivales y el sexto que mejor rebotea. Después de caerse la última temporada de los ‘play-offs’ en la última jornada, los Nuggets se han convertido en la sensación de esta con un rotación larguísima de jugadores: Jamal Murray, Paul Millsap, Will Barton, Gary Harris... Todos han dado un paso adelante, entre ellos el exestudiantil Juancho Hernangómez (9,3 puntos y 5,4 rebotes). Pero, por encima de ellos, surge la figura del pívot Nikola Jokic (Sombor, Serbia), convertido en su tercera temporada en la Liga, con solo 23 años, en el jugador franquicia, razón por la que renovó este verano por cinco años y 146,5 millones de dólares.

Pívot de 2,13 de estatura y 113 kilos de peso, Jokic es el jugador europeo con mejores estadísticas esta temporada con 19,2 puntos, 10,1 rebotes y 7,5 asistencias, y uno de los indiscutibles candidatos al MVP. Esta semana ha dado muestra de su clase con dos ‘triples dobles’ consecutivos. Sacó adelante un duro examen en Miami con 29 puntos, 11 rebotes, 10 asistencias y la canasta ganadora. Era el 20º triple-doble de su carrera y a su edad sólo dos leyendas habían estado por encima de esa cifra: Oscar Robertson y 'Magic' Johnson. Y este jueves repitió exhibición ante los Clippers (18 puntos, 14 rebotes, 10 asistencias).

Muy cerca del Barça

Jokic es el mejor ejemplo de que no hace falta ser un portento físico para dominar en la NBA. En algunas imágenes se le ve incluso un poco de barriguita. Lo suyo es talento. “El cerebro es el mejor músculo que hay”, afirma. Y la estrella de los Nuggets lo ejercita leyendo el juego como nadie y haciendo funciones de base en la pista.

"Pasa, rebotea, maneja el balón. No hay nada que no pueda hacer... excepto saltar", comentaba, bromista, su compañero Jamal Murray, haciendo referencia a su condición física, que ha mejorado mucho en sus años como profesional, aunque quedan rastros de su pasión en la infancia por los pasteles y la Coca-Cola de la que consumía más de dos litros al día. “No me exigía demasiado a mi mismo de pequeño. Ni siquiera me interesaba demasiado el baloncesto. Soy un mal ejemplo para los niños”, reconocía el verano pasado, en un campus organizado por la NBA.

De hecho, Jokic llegó al baloncesto de élite por la intuición  de uno de los agentes más influyentes de Europa, Misko Raznatovic. Sus números arrolladores llamaron su atención. Pero Jokic había escapado al radar de los ojeadores por el exceso de peso. Con 17 años, Raznatovic lo llevó a su equipo, el Mega Vizura, donde se formó durante tres años.

Su progresión no pasó por alto para el Barça, que llegó a tener casi cerrado su fichaje. Pero lo que vieron los ojeadores azulgranas cuando fueron a Serbia a verlo no acabó de convencerles.  La operación quedó rota. Los Nuggets no dudaron tanto, aunque su impacto en Europa había sido mínimo. Lo escogieron en el puesto 43 del ‘draft’ del verano del 2014. No han tenido motivo para arrepentirse. Sin tanto nombre como  Porzingis o AnteokounmpoJokic avanza sin freno hacia el estrellato.