HISTORIAS DE LA NBA

Durant: ¿adiós a los Warriors?

La bronca con Green deja malparada la convivencia en el vestuario del campeón

Kevin Durant y Draymond Green, juntos en el banquillo en el partido del jueves en Houston

Kevin Durant y Draymond Green, juntos en el banquillo en el partido del jueves en Houston / periodico

Luis Mendiola

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La armonía que vivía el vestuario de los Warriors ha saltado hecha añicos, como si un camión de mudanzas pasase por encima de un jarrón de Sèvres. La bronca vivida por Kevin Durant y Draymond Green a principios de semana, en la cancha de los Clippers, deja una honda preocupación en los despachos de los californianos, que transitaban por la NBA estos últimos años levantando olas de admiración como si fuera una banda de rock entre sus ‘groupies’.

Puede (solo puede), que Durant Green vuelvan a convivir con normalidad, entregados a la misma cruzada: el tercer título consecutivo de la NBA, para lo que aún son los grandes favoritos.  Pero la frase de Durant, que captó la televisión, (“esto es por lo que me voy”) alimentará todo tipo de especulaciones y hará que el tema colee durante meses, siempre en torno a la misma pregunta: ¿Es la última temporada de Durant en Oakland?

Solo el paso del tiempo dará dimensión al incidente entre las dos estrellas, ahora mismo en las antípodas de la amistad. Pero por lo visto el jueves en Houston (derrota de los Warriors por 107-86) el proceso no será fácil. Vale: hubo alguna palmadita entre Durant y Green. No se negaron el pase. Pero la comunicación fue más bien escasa. 

“Nada fue como debía. Estamos baqueteados física y psicológicamente. Tenemos que levantar el ánimo y remontar”, admitió el técnico Steve Kerr, asumiendo en parte la tensa situación sobre la que no ha querido comentar estos últimos días y que deja un rayo de esperanza para los Celtics, los Sixers o los Rockets. Todos se relamen con los síntomas de debilidad que se intuye en el equipo de la Bahía.

El altercado, en sí, podría haberse quedado en un intercambio de reproches entre dos caracteres fuertes, especialmente el de Green, siempre volcánico. Pero el nivel de intensidad dejó tocada la convivencia. “Pásame la puta bola, joder”, parece que le soltó Durant. Fue después de que Green capturara un rebote, a seis segundos del final, con el partido empatado. A media pista, Durant empezó a picar de palmas y reclamarle el balón. Rodeado de contrarios, Green acabó perdiéndolo.

Multa ejemplar

Por mucho que DeMarcus Cousins Iguodala intentaron mediar, nada impidió que a Green se le calentara la boca cuando coincidieron en el banquillo. "Véte, no te necesitamos". El tono fue agrio.  Y se prolongó en el vestuario. Allí, según algunas fuentes, Green añadió: “Tienes un pie dentro y otro fuera”, recriminándole su falta de compromiso con el equipo y los rumores sobre su salida este próximo verano a la agencia libre, que lo sitúan en Nueva York.

La franquicia intentó actuar con rapidez y cauterizar la herida, pero el conflicto prendió aún ás después de que tomaran partido por Durant. Tanto el general mánager Bob Myers, como Kerr optaron por medidas disciplinarias inéditas, suspendieron por un partido a Green y le aplicaron una multa de 120.000 dólares, después de sopesar la situación con varios integrantes del equipo, que admiten que Green pasó los límites tolerables. Entre ambos ya se había producido alguna que otra enganchada en estos dos años.

“Es imposible decir que esto no afecta, tampoco podría decir que sí”, aceptó Green en Houston. “Si nos lleva a perder, es mi culpa. Pero con esto  no vamos a perder los nervios. Aún somos el mejor equipo en la Liga. Vamos a ganar más partidos, un buen puñado y a ganar otro campeonato”.