HISTORIAS DE LA NBA

Fin de ciclo para Marc Gasol

El pívot barcelonés se plantea la salida de los Grizzlies ante la imposibilidad de construir un proyecto ganador

Marc Gasol lanza por encima de su hermano Pau en el partido que les enfrentó esta semana

Marc Gasol lanza por encima de su hermano Pau en el partido que les enfrentó esta semana / periodico

Luis Mendiola

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La palabra “frustración” sacude cada día los pensamientos de Marc Gasol. La ha admitido públicamente en un par de ocasiones, sincero como es siempre y de afilado espíritu crítico. Se encuentra muy tocado por la situación deportiva de los Grizzlies que, a estas alturas, solo puede definirse como catastrófica: es el peor equipo de la NBA, lleva una racha de 15 derrotas consecutivas solo ha ganado 18 de los 64 partidos que ha jugado (el último el 29 de enero ante los Suns) y su único objetivo de aquí al 14 de abril, cuando empiece la lucha por el título, de la que ya está descartado, es acumular derrotas que le garanticen la mejor posición para el ‘draft’, desde el que intentar reconstruirse la próxima temporada.   

Es un tema que se ha ido enquistando de tal forma que hasta su hermano Pau, que conoce bien el tema por propia experiencia, se ha atrevido a opinar. Pero hay otra idea igual de recurrente a la que no para de darle vueltas, aunque no la ha hecho pública: la necesidad de cerrar su etapa en Memphis y abrirse a algunas de las muchas franquicias que le han mostrado su interés en los últimos tiempos. Los Celtics, sin ir más lejos, el pasado verano. A sus 33 años, sabe que no puede dejar pasar más oportunidades. "No me puedo permitir tirar una temporada, no me quedan las suficientes. Es un lujo que no me puedo permitir como si tuviera 23 o 24 años. Tengo ganas de ganar”, reconocía hace poco.

El reciente mercado de febrero se presentaba como una buena oportunidad de mover el tema, pero los Grizzlies rechazaron con contundencia a todos los pretendientes que picaron en su puerta para entablar negociaciones por el pívot barcelonés. El tema del alto contrato que firmó en el 2015 (113,2 millones por cinco temporadas, la última opcional para él) condiciona también la negociación. La oferta a los Grizzlies tiene que ser atractiva y Menfis, en un mercado pequeño, no es un imán precisamente para atraer jugadores.  

Un proyecto de diez años

En la cabeza de Marc siempre ha estado la idea de construir, con paciencia, una franquicia grande en Menfis, y eso le quema aún más. En la pequeña ciudad de Tennessee ha tenido su segundo hogar, desde que aterrizó con 16 años al lado de su familia para acompañar los primeros pasos de Pau en la NBA.

Allí ha edificado los 10 años de su brillante carrera, se ha convertido en un ídolo local, solo hay que recordar la campaña para su renovación, mantiene una buena relación con el propietario Robert Pera. Pero el proyecto madurado en los últimos años ha saltado por los aires con la marcha de Zach Randolph y Tony Allen, la larga lesión del base Mike Conley, la otra cara identificable de los Grizzliesel cambio de entrenador y la ruinosa inversión de hace dos años en el lesionado Chandler Parsons, el hombre de los 93 millones de dólares.

Marc está acostumbrado a ganar. Los Grizzlies han jugado los ‘play-off’ en las últimas siete temporadas. Llegaron a la final de la Conferencia Oeste en el 2013. Parecían capaces de construir un proyecto interesante. Pero el golpe de esta temporada es terrible y pone el contador otra vez a cero. A pesar de su empeño para no dejarse arrastrar por la situación, los números de Marc tampoco son los de anteriores temporadas (17,8 puntos, 8,5 rebotes y 4,1 asistencias), que le valieron tres elecciones para el All-Star y el premio al Jugador Defensivo del Año. Y todo apunta a divorcio en toda regla este verano. Es la única salida a la frustración en la que vive Marc.