Casa Hurtado se salva

Las actuaciones para reparar los daños estructurales y asegurar la estabilidad de la finca modernista de la avenida de Pedralbes van a buen ritmo. El futuro del edificio municipal está por decidir.

La Casa Hurtado, en el 46 de la Avenida de Pedralbes, está vallada, tapiada y cubierta por redes de protección desde el pasado febrero.

La Casa Hurtado, en el 46 de la Avenida de Pedralbes, está vallada, tapiada y cubierta por redes de protección desde el pasado febrero.

LUIS BENAVIDES / BARCELONA

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Con las ventanas tapiadas, parcialmente cubierta por redes de protección para posibles desprendimientos y vallada en todo su perímetro. La Casa Hurtado (Avenida de Pedralbes, 46), una finca de principios del siglo XX, ha entrado en el quirófano para alegría de sus vecinos. El estado de conservación de este edificio de titularidad municipal, desocupado desde los años 90, era crítico y los más agoreros anunciaban un desplome el día menos pensado a la vista de las grietas que se apreciaban a pie de calle.

La Associació de Veïns de Pedralbes ha seguido con preocupación este tema, y han instado siempre al Ayuntamiento a tomar cartas en el asunto. "Sabíamos que era una rehabilitación muy cara, pero tampoco nos podíamos permitir perder el último reducto de este tipo de torres en el barrio. Casa Hurtado forma parte del patrimonio de la ciudad", cuenta Lluís Sanglas, vicepresidente de la entidad vecinal.

La primera fase de las actuaciones, iniciada el pasado 12 de febrero, "persigue reparar los diferentes daños y disfunciones de carácter estructural de la finca, recuperar su volumetría original después de retirar las partes anexadas y asegurar su estabilidad", precisan técnicos del Ayuntamiento. Estos trabajos finalizarán a principios de junio y cuentan con un presupuesto de 160.000 euros.

FUTUROS USOS

El futuro de este edificio residencial unifamiliar de estilo modernista es todavía una incógnita. Media Casa Hurtado está en suelo del Ayuntamiento; la otra media, en suelo privado. La finca ocupa parte de un jardín privado, y su fachada posterior está pegada a los bloques de pisos construidos en los años 70. El uso del edificio, sin embargo, es totalmente municipal. "Lo más importante ahora mismo es asegurar la estructura para evitar problemas, y ya tendremos tiempo de estudiar futuros usos y acabar de adecuar el interior. Tenemos muy claro que escucharemos la opinión de la comunidad de propietarios, para evitarles molestias", afirma el gerente del Distrito de Les Corts, Pep Garcia.

El Ayuntamiento descarta a priori  convertir la finca en un centro cultural. "La finca tiene una superficie de 450 metros cuadrados en vertical, repartidos entre la planta baja, los tres pisos y los dos subterráneos. Con esta superficie es complicado plantearse un equipamiento", añade Garcia, quien tampoco esconde el sobrecoste que supone adecuar una finca de estas características. "Es muy complicado poner una cifra, pero sería muy caro, y creemos que ahora no es el momento", concluye el gerente.

PRIODIDADES VECINALES

Hace cinco años fue reivindicado por los vecinos como centro cultural para la ciudad, también como sede de la Associació de Veïns de Pedralbes, pues no tenían local propio, pero finalmente  fueron recolocados en la restaurada torre de Can Ponsic (Domínguez y Miralles, s/n). "En los futuros usos de la Casa Hurtado no queremos entrometernos. Eso deben decidirlo los propietarios", cuenta el vicepresidente vecinal.

Salvada la finca modernista, la entidad vecinal considera prioritario abordar ahora otras problemáticas. "La mayoría de las visitas que recibimos en nuestra sede -asegura Sanglas- están relacionadas con la falta de iluminación en algunas zonas, porque genera inseguridad, y el aparcamiento, sobre todo por la falta de zonas verdes".