LA AFECTACIÓN EN LA LOTERÍA ESTATAL

Novata pero matona

Las administraciones de Loterías y Apuestas del Estado admiten que la propuesta catalana les ha arrebatado una parte de la clientela

Pese a todo, cola 8 Venta de décimos del sorteo del Niño en Lotería Valdés, la semana pasada.

Pese a todo, cola 8 Venta de décimos del sorteo del Niño en Lotería Valdés, la semana pasada.

EL PERIÓDICO
BARCELONA

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En agosto, cuando se conoció la creación del nuevo sorteo, los loteros de toda la vida, los vendedores de Loterías y Apuestas del Estado, se mostraron escépticos. Muchos de ellos sostuvieron que la larga tradición del Gordo de Navidad y del sorteo del Niño, el 5 de enero, difícilmente se vería afectada por el recién llegado. No obstante, la nueva propuesta de azar del Govern ha hecho mella. Lo admitió la propia presidenta de la entidad, Inmaculada García, que a la hora de hacer balance de las ventas de esta edición del sorteo de Navidad, la semana pasada, asumió el considerable pellizco que le había dado la Grossa al Gordo.

García cifró el descenso de ventas en un 4,18% en toda España. En cambio, en Catalunya, la bajada alcanzó el 8,46%. «En nuestro caso la pérdida de ventas fue del 10%», calcula el administrador de la centenaria Lotería Valdés, situada en la Rambla de Barcelona. No obstante, Jordi García Valdés defiende que esa bajada no solo responde a la competencia del sorteo catalán. El nuevo impuesto estatal del 20% sobre los premios superiores a 2.500 euros -que también rige sobre la Grossa- ha sido clave para desanimar a los compradores, cree.

«Esto, la Grossa y la crisis, todo se ha unido para hacer caer las ventas», analiza el responsable del establecimiento, donde algunos clientes, «los más catalanistas», han optado por pasarse a la nueva rifa de la Generalitat.

«Quien no admita que el sorteo catalán ha hecho mella en la lotería navideña del Estado miente», afirma la dependienta Miriam Palacios, de Sagarrull, una céntrica administración de lotería de Girona. Estos días todavía lo han notado más. Dice que la mayoría de los clientes que acuden para comprobar si les ha tocado algo en la pedrea del Gordo, no suelen repetir para el Niño. «Los cinco euros de la Grossa son muy competitivos, 20 euros por un décimo pican más. Antes la gente no tenía alternativa, pero ahora, como pueden elegir, la cosa ha cambiado», prosigue para recordar a continuación que habla desde la experiencia de estar todo el día detrás de la ventanilla del local de la plaza del Marquès de Camps.

Demasiada oferta

La trabajadora de la administración de Girona explica también que mucha gente le pide boletos del nuevo sorteo, desconociendo que las administraciones de la lotería del Estado venden exclusivamente décimos de los sorteos estatales.

En la estación de Sants, con un continuo hormigueo de viajeros, la responsable el establecimiento El Tren de la Sort también admite la bajada de ventas generalizada que, en el caso de Catalunya, ha sido todavía peor, según Maria Antònia Obradors. «Hay demasiada oferta de sorteos, demasiada competencia, y ahora solo faltaba la Grossa de la Generalitat. No lo tenemos contabilizado con porcentajes, pero está muy claro que lo hemos notado, hay menos público», se queja.