Análisis

¿Quién será el próximo?

JOSÉ CARLOS DÍEZ

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Este es el título de un artículo clásico queRudiger Dornbusch,catedrático del MIT y padre de la teoría moderna de los tipos de cambio, escribió en 1995. Tras la crisis mejicana analizó los países más vulnerables y anticipó que el siguiente en caer sería Argentina. Se equivocó. Ya antes de Argentina en el 2001 cayeron la mayoría de países asiáticos en 1997, y Rusia y Brasil en 1998. No obstante, ni en mis peores pesadillas pensé que en Europa íbamos a ver este tipo de paranoias.

Tras Grecia, Irlanda y Portugal parece que todo está predestinado a que el próximo sea Italia. Merkozy SEnDAngela MerkelyNicolás Sarkozy- escenificaron la sentencia en la pasada cumbre. La caza de brujas continúa, y ahora le toca aSilvioBerlusconi.La tesis es que no hace reformas, no es austero y se dedica a editar discos y montar orgías. Pero eso sucede desde hace una década, por lo que culpar aBerlusconide la prima de riesgo italiana tiene el mismo rigor científico que decir que la erupción de El Hierro es un castigo divino.

Puede ser una venganza por haberse filtrado sus insultos aMerkel,pero si alguien le ha contado las cifras de Italia a la cancillera no es creíble que sea la causa. Italia tiene 1,8 billones de deuda pública, tres veces el tamaño de Lehman Brothers. Pero cuando se colapsa la deuda pública de un país se colapsa también la de su sistema bancario, que en este caso tiene otros cuatro billones de pasivo. Por lo tanto, estamos hablando de un terremoto financiero de una magnitud diez veces superior al de Lehman. Hasta el próximo mes de marzo, al tesoro italiano le vencen 200.000 millones de euros, y hay que tener en cuenta que toda la deuda pública griega que se va renovando desdeAristóteleses de 350.000 millones.

Italia es un enfermo con obesidad mórbida por lo que no cabe en la mesa del quirófano. ¿A Merkozy no les cuentan estas cifras? ¿Estamos gobernados por un dúo de irresponsables? O ¿estamos ante un ejercicio de cobardía política como el que protagonizóGeorge Bushen el 2008 vendiendo la quiebra de Lehman como una señal moralizante para el resto de los bancos?

Da igual, la banca europea, incluida la alemana, no emite bonos en los mercados desde junio y ha visto como los bancos americanos y asiáticos les cerraban las líneas de financiación a corto plazo. Por lo tanto, ya no hay más salida en la autopista que la del Banco Central Europeo. Es necesario que salga a bombardear los mercados como hizo la Reserva Federal de EEUU en el 2008, en lo que el inversorWarren Buffetcalificó como el nuevo Pearl Harbor.

La paranoia es que detrás de Italia va España, pero no es cierto. Detrás de Italia está el colapso del sistema financiero mundial, desde Nueva York hasta Shanghái, pasando por Londres, Sao Paulo y Dubai. El evento es de tal magnitud que habrá reacción política. La única cuestión es si hemos aprendido algo desde el 2008 y el BCE interviene preventivamente o si lo hace después del evento y con los servicios de emergencia. En ambas situaciones tendrá que comprar bonos, pero en el segundo escenario las compras duplicarán o triplicarán la cuantía.