La eurozona pide nuevas reformas económicas y laborales a España

La cumbre de la eurozona exigió en la madrugada de ayer a España reformas económicas y laborales adicionales para reducir el «inaceptable» altísimo nivel de paro y para incrementar la competitividad del país y su capacidad de crecimiento económico. A pesar de las palabras elogiosas de los líderes europeos sobre los esfuerzos realizados por el Gobierno español para reducir el déficit público y reestructurar el sector bancario, las conclusiones de la cumbre sobre España estaban lejos de la imagen positiva que intentó transmitir el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.

Las conclusiones mantienen a España dentro del grupo de estados tocados o de riesgo, ya que de los 17 países que componen la eurozona el documento solo incluye recomendaciones y comentarios sobre España, Italia y los tres países ya intervenidos: Grecia, Portugal e Irlanda.

AJUSTES PRESUPUESTARIOS / En una clara referencia a España e Italia, los líderes de la zona euro subrayaron que los estados que están experimentando tensiones en los mercados de deuda pública «van a necesitar un esfuerzo especial» en el saneamiento de las cuentas públicas y la aplicación de reformas económicas estructurales.

A España, sus socios europeos le reclamaron «una aplicación estricta de los ajustes presupuestarios como están planeados», en especial «a nivel regional», para cumplir los compromisos políticos de reducción del déficit público al 6% del producto interior bruto (PIB) a finales de este año, en aplicación del pacto de estabilidad. El descontrol del gasto autonómico es una preocupación creciente para la Comisión Europea.

Los demás líderes también reclaman al Gobierno que refuerce el sistema de control presupuestario mediante el desarrollo de la reglamentación sobre el techo de gasto y de déficit introducido recientemente en la Constitución, para que sea realmente «operativo» y no una mera referencia teórica.

MÁS MEDIDAS PARA EL EMPLEO / La cumbre de la zona euro expresó además una particular preocupación por el nivel de paro de España, el más alto de la Unión Europea (UE), que se sitúa en el 21,2%, según Eurostat, una vez corregidos los efectos estacionales. Los demás líderes señalaron al Gobierno que «es necesaria adoptar medidas adicionales» para incrementar el crecimiento económico y reducir el desempleo.

En particular, las conclusiones de la cumbre señalan que las nuevas reformas deben incrementar la «flexibilidad» laboral al nivel de las empresas y facilitar la contratación de los trabajadores. Otras reformas económicas mencionadas expresamente en las conclusiones son las destinadas a «mejorar la competitividad» y las requeridas extensamente en el sector de servicios.

Zapatero reconoció que resulta «imprescindible» que el Gobierno siga «comprometido en la reducción del déficit, para este año, por supuesto, pero también para los siguientes ejercicios presupuestarios». El presidente intentó restar importancia a las claras demandas formuladas por sus socios en las conclusiones de la cumbre y aseguró tras concluir la reunión que destacaban «los avances» logrados por el Ejecutivo. No obstante, reconoció que la cumbre había enfatizado «el mayor problema» que tiene España: el paro.