ASUNTOS PROPIOS

Inma Bermúdez, Premio Nacional de Diseño 2022: "Necesitamos diseñadores en el Congreso"

Inma Bermúdez

Inma Bermúdez / INMA BERMÚDEZ. PREMIO NACIONAL DE DISEÑO 2022

Núria Navarro

Núria Navarro

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Fue la primera diseñadora española reclutada por Ikea en Suecia, conectó a Lladró con el siglo XXI y su lámpara 'Follow Me' (2014) –su 'megahit'– ilumina una escena de la película 'Rifkin’s Festival' de Woody Allen. A Inma Bermúdez, 44 años, asociada a su marido, el arquitecto Moritz Krefter, y con casa-estudio en Cheste (Valencia), el Premio Nacional de Diseño le permite (por fin) parar y pensar en cómo enfocar aún más su talento para dejar la mínima huella de carbono.

Bermúdez, con su lámpara 'FollowMe'

Bermúdez, con su lámpara 'FollowMe' / Archivo

Los suecos la llamaban 'Inma Smart'.

En 2006 diseñé un lavabo pequeño y bastante ingenioso que incluía un toallero y espacio para los cepillos de dientes. "Esta chica es muy lista ['smart' en inglés]", dijeron.

¿Sabe montar la estantería 'Billy' a la primera?

¡Por supuesto! Lo peor es cuando los chicos dicen "esto está chupado" y, pim pam, la montan del revés. Yo soy de las que leen las instrucciones de cabo a rabo.

No solo en eso se cifra su listura.

Buff. Me cuesta mucho hablar de mí.

"Como en casa no había mucha pasta, dibujaba mi cuarto ideal"

Inténtelo.

Soy muy lógica. En mi opinión, algo que es práctico, que no entorpece la vida de los usuarios, puede ser muy bello.

¿Siempre fue así?

De pequeña desmontaba los relojes que me traían mis tíos de Andorra. Tenía curiosidad. Y como en casa no había mucha pasta, dibujaba mi cuarto ideal.

¿A qué se dedicaban sus padres?

Mi madre es enfermera. Mi padre nunca estuvo presente, lo que dejó en mí la huella del abandono que tuve que trabajar.

Un trago amargo. ¿También lo fue abrirse paso en el diseño?

La verdad es que yo he sido mi peor enemiga. Cuando acabé de estudiar en Alemania, no quería tener un estudio a mi nombre. No me veía capaz. Aunque mi inseguridad, a la larga, ha resultado ser positiva. Me ha hecho currar muchísimo más. 

¿Cómo definir el resultado, su estilo?

Más que nunca, estoy muy orientada a la sostenibilidad. En 2011, cuando no estaba de moda, construimos una casa en el campo bioclimática. Es importante para mí, es como quiero ser.

"Mi lógica está bañada de sostenibilidad"

¿Y como quiere hacer?

Sí. Mi lógica está bañada de sostenibilidad. Hemos diseñado la primera bodega de Valencia 100% verde, Dominio de la Vega. Disminuimos el grosor del vidrio de las botellas y etiquetamos en blanco para no usar tintas. Reducir la huella de carbono fue la prioridad.

En una época de urgencias, ¿el diseño no es algo accesorio?

¡Es fundamental! Solucionamos problemas. Los diseñadores deberían estar en el Congreso y en las cúpulas directivas, porque somos capaces de anticiparnos a los problemas y encontrar soluciones diferentes.

"Me encantaría resolver el sistema de reciclaje de este país. Lo de Ecoembes no tiene nombre"

¿Qué idea por el bien común le ronda y no ha formalizado?

Me encantaría resolver el sistema de reciclaje de este país. Lo de Ecoembes no tiene nombre. Son unos mentirosos. Reciclan el 20% de lo que depositamos. Greenpeace les ha puesto varias denuncias.

¿Su alternativa?

Participé en el diseño del proyecto 'contenedor blanco'. Consiste en que se pide a los usuarios que hagan una selección más exhaustiva, un sistema de recogida pasa por los domicilios y se les recompensa un poquito. Pero está muy parado.

Ya puesta, ¿cómo rediseñaría el mundo?

Ascendería a más mujeres a los puestos de mando, y pondría bajo el foco los puntos realmente relevantes.

"Dentro de 20 años lo importante no será la economía, lo será la supervivencia"

¿A saber?

Dentro de 20 años la economía no será importante, lo será la supervivencia. Entre que el consumismo es droga dura y que –por intereses comerciales– no se nos cuenta toda la verdad, ahí estamos, perdiendo el tiempo. Hay que reducir drásticamente el consumo.

Usted lo alimenta, disculpe.

Cada vez busco hacer cosas más pequeñas pero significativas. Hay que consumir menos y mejor, y respetar los objetos.

"Lo mínimo para una buena vida es alimentarse bien y tener tiempo"

¿Los objetos tienen alma?

¡Claro! El objeto con alma es el que no se tira, al que le tienes apego. Eso se descubre cuando heredas un objeto con historia. En casa tenemos una cómoda de mi abuela, que quizá no sea muy bonita, pero lo es para mí.

¿Qué es lo mínimo para una buena vida?

Alimentarse bien y tener tiempo. Una cama y una buena silla. Y tener los sentidos en paz: una bonita luz natural, un buen aroma.

¿A qué huele su casa?

A limpio. Y a tortitas. Las hacemos los domingos con mis hijos, Otto y Carla. 

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