Gerard Romero, astro del canal de Twitch Jijantes: "No hablo con ningún directivo del Barça"

Durante el mercado veraniego de fichajes, su canal de Twitch, Jijantes, dedicado a la actualidad del Barça, pegó el zambombazo. No había negociación que escapara al radar de Gerard Romero –anunció la compra de Jules Koundé, por ejemplo–. Durante 14 años fue parte del equipo de información deportiva de RAC1, donde no apreciaron su pirotécnico abordaje de las noticias, justo el imán de sus 335.476 seguidor, de su red de leales, de la oportunidad de montar aquelarre –pronto– con Ibai Llanos y otros 'streamers' muy bestias.

Solo, en un cuarto, con tres pantallas, hasta 16 horas en directo. ¿Qué se toma?

¡Pero si cuando me tomo un 'gin tonic' las piernas me flojean! Solo bebo agua, mucha agua, y procuro tumbarme en el sofá 15 minutos. Directo, descanso, comer; directo, descanso, comer.  

Una emancipación algo esclava.

Este verano, mi mujer, Lis, y yo nos confinamos en casa. Si pasaba alguna cosa, ¡pum!, teníamos que estar. Con la marcha de Messi habían entrado 8.000 personas. La noche de los avales de Laporta, 5.000. Al cierre de los fichajes, 150.000.

"En verano, mi mujer y yo nos confinamos en casa. Si pasaba alguna cosa, ¡pum!, teníamos que estar"

Se codea ya con Ibai Llanos.

Tomé algo de conciencia del éxito el día que fui con Lis a un concierto en Tortosa y al salir no podíamos caminar. "¡Hostia, aquí están pasando cosas!".

Pasó que se está forrando.

Podía haberme ido con mi mujer a las Bahamas, pero he pasado una semana en Formentera con mis padres, mis suegros y la yaya de Lis, para agradecer su apoyo. 

¿Entendieron al principio su salto al vacío?

Hace un año mis padres me decían: "¿Estas seguro de dejar RAC1?".

"Siempre he tenido la inquietud de avanzarme, de saber qué se estaba moviendo"

¿Y lo estaba?

Cuando Joan Maria [Pou] me dijo "te sacaré de los partidos porque no me acaba de gustar el rollo que llevas", lo tuve claro. Twitch se ajusta a mi forma de ser.

¿Diría que es un hiperactivo de manual? ¿Un enfermo del Barça? ¿Un bufón?

Las tres cosas me definen. Siempre he tenido la inquietud de avanzarme, de estar a la última, de saber qué se estaba moviendo.

"Solo tengo vergüenza de enseñar mi cuerpo"

¿Siempre, siempre?

A los 15 años llamé a la puerta de la cadena SER y hasta los 18 seguí al Vilanova de fútbol y de hockey. Al simultanearlo con los estudios, no conseguí la nota para entrar en la carrera y me matriculé en un grado de producción de radio y tele, que me dio acceso a RAC1.

Ahora habrá quien le tenga ojeriza.

Hay mucho periodista afincado en la redacción al que le molesta que estemos en la calle y levantemos noticias. ¡Que nos acompañen! Este verano, los redactores de Jijantes han pasado ocho y 10 horas a las puertas de restaurantes, hoteles, el aeropuerto, la Ciutat Esportiva, a ver qué pasaba.

Picó mucha piedra para armar su agenda.

Me gustaba la fotografía y durante años fui a la Ciutat Esportiva a sacar fotos a los chavales del fútbol base. Las compartía con ellos y sus familias y creé un vínculo de amistad que, cuando iban ascendiendo, tuvo un retorno.

Un campeón del 'Stratego'. 

No era estrategia. Yo no tuve una adolescencia como la mayoría –los amigos se iban de fiesta y yo tenía que madrugar para ir a la radio–, y hasta los 30 años no tuve una pareja estable. Tuve tiempo para cultivar los contactos. A Luis Suárez, por ejemplo, le entrevisté cuando estaba en el Ajax y seguí sus partidos, le felicitaba los goles, le preguntaba por su mujer.

Caer bien es un arte. 

O caigo muy bien o caigo muy mal. Ver a un tío que baila el 'haka' y monta 'sidrales' en medio de una entrevista, puede gustar mucho o nada. Creo que la gracia está en el cóctel de información y entretenimiento, que a la gente le hace compañía cuando trabaja, viaja, come.

"El culé estaba algo abandonado y yo he creado comunidad"

Venga, ¿quién es su garganta profunda en Can Barça?

No hablo con ningún directivo del club. Todas mis fuentes son 'amigos de...'. En el momento en que Laporta, Alemany, Juste y Jordi Cruyff saben cosas, y tienen un círculo de relaciones, ya está. Y tengo una comunidad bestial.

¿Se explica la lealtad?

El culé estaba muy abandonado. A los tres meses de empezar alquilamos un espacio en el Casino de Barcelona para ver los partidos, y venía gente de Mallorca, Asturias, Suiza. Yo no entendía nada. "Estás haciendo crecer una comunidad", me decían. El 'jijante' que me alerta de un movimiento para que lo investigue se siente muy orgulloso de colaborar en la noticia.

¿Qué don diría que tiene?

No tengo vergüenza. Excepto a enseñar mi cuerpo.

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