ASUNTOS PROPIOS

Elisabeth Maisondieu-Camus, nieta de Albert Camus: "Hoy se habla más del abuelo que de Sartre"

Barcelona 31/05/2022 Contra ojos cerrados a la nieta de Albert Camus, Elisabeth Maisondieu-Camus FOTO de FERRAN NADEU

Barcelona 31/05/2022 Contra ojos cerrados a la nieta de Albert Camus, Elisabeth Maisondieu-Camus FOTO de FERRAN NADEU / FERRAN NADEU

Núria Navarro

Núria Navarro

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Alguien dijo que Albert Camus era un "animal sin especie". Aprendió ética jugando al fútbol en las calles de Argelia, casi muere de tuberculosis, abrazó el comunismo y se alejó de su dogma –rompiendo con Jean-Paul Sartre–, se casó con Francine Fauré y enloqueció por la actriz María Casares, firmó clásicos como 'La peste' y 'El extranjero', ganó el Nobel de Literatura y murió a los 46 años en un accidente de tráfico. Elisabeth Maisondieu-Camus es hija de Catherine, una de sus gemelos y autora de 'Albert Camus. Solitario y Solidario' (Plataforma Editorial), un álbum fotográfico que pasea ufana por el mundo.

Albert Camus.

Albert Camus. / Archivo

¿A qué edad supo que era nieta de Camus?

Cuando tenía 13 años mi madre nos contó que su padre era un escritor.

¿Así, a secas?

Omitió que fuera una celebridad.

"Mi madre sufrió la fama de su padre y no nos contó que fuera una celebridad"

¿Raro no?

Quiso protegernos a mi hermano Antoine y a mí de ese peso. Ella sufrió la fama de su padre. Vivíamos en Niza y no frecuentábamos círculos intelectuales. Simplemente amábamos el mar y el sol.

Quizá su silencio obedecía al dolor de su propia madre.

Conocí a la abuela Francine, murió cuando yo tenía 8 años. Vivía en París, pero tenía un apartamento en Cannes y venía a visitarnos. La adorábamos. Delante nuestro nunca habló de su marido.

"A los 14 años leí 'El extranjero' y me dejó una huella más sensual que intelectual"

Entonces, ¿cuándo tomó conciencia de la importancia de llamarse Camus?

A los 14 años mi madre me propuso leer algo –yo no era una gran lectora– y elegí 'El extranjero'. Tuve la impresión de conectar con él a través de su descripción del Mediterráneo. Me dejó una huella sensual, no intelectual.

¿Más tarde amplió su concepto?

Sí. Lo más extraordinario en él es su humanidad, su voluntad de mejorar las condiciones de los que más dificultades tienen.

El escritor y su esposa, Francine Fauré, abuela de Elisabeth Maisondieu-Camus.

El escritor y su esposa, Francine Fauré, abuela de Elisabeth Maisondieu-Camus. / Archivo

"No puedes morir sin antes haber ayudado a los otros a vivir".

“Me sublevo, luego existimos”, también escribió. Es una idea muy contemporánea, esencial para nuestras sociedades individualistas. Vivió para que los otros estuvieran mejor. Trato de no ser indigna de ese principio.

"Los Camus tenemos en común una reacción instintiva frente a la desgracia ajena"

¿Hay una ética camusiana familiar?

Sería presuntuoso por mi parte. En todo caso, mi madre, mi hermano y yo tenemos en común una reacción instintiva frente a la desgracia ajena.

En los 50 fue criticado por la élite cultural.

No fue comprendido. Se preocupó de los humanos por encima de cuestiones ideológicas: el ser está ahí, con su dolor y su alegría, mientras que la sociedad cambia. El tiempo le ha dado la razón. Hoy se habla más de mi abuelo que de Sartre.

"Si estuviera vivo le preguntaría si me ama. Creo que diría que sí"

"La libertad es el derecho de decir la verdad", sostenía.

Y sintió que no era libre porque no tuvo derecho a decirla en voz muy alta.

Elisabeth Maisondieu-Camus, en Barcelona.

Elisabeth Maisondieu-Camus, en Barcelona. / Ferran Nadeu

Si estuviera vivo, ¿qué le preguntaría?

Si me ama.

¿De veras?

Creo que me diría que sí. Era un hombre muy alegre y afectuoso, muy distinto de los torturados existencialistas. Estaba dentro de la vida. También me gustaría que me contara cosas de su madre, Catalina Sintès, originaria de Menorca, que enviudó cuando él tenía un año, era analfabeta y casi sorda.

¿Y no le gustaría saber de su "lado oscuro"?

Seguramente se refería a sus defectos.

"Él nunca dejó a mi abuela Francine. En casa siempre oímos hablar bien de María Casares"

A su clamorosa infidelidad –15 años y 865 cartas– con la actriz María Casares.

Él nunca dejó a mi abuela Francine, que pasó por periodos realmente difíciles. En casa siempre oímos hablar bien de María. Era como si formara parte de la familia. Incluso mi madre, por respeto, la visitó después de que mi abuela falleciera. En septiembre se publicará toda la correspondencia entre ellos.

¿Nunca quiso seguir sus pasos?

No. Yo llevo una vida simple. Soy abogada especialista en derecho de propiedad intelectual, crío a mi hija, ayudo a llevar el legado Camus con mi madre, que tiene 77 años y está delicada. También hago teatro.

¿Ha interpretado alguna obra de Camus?

'El malentendido', en el papel de Martha. Era un sueño que hizo realidad el director François Teyssier. Fue muy, muy emocionante.

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