ASUNTOS PROPIOS

Mar Cambrollé: "Mi padre me dio una paliza cuando me pescó vestida de niña"

Barcelona 06/10/2021 Contra ojos cerrados, de Nuria Navarro. Mar Cambrollé, líder del movimiento trans Foto de Ferran Nadeu

Barcelona 06/10/2021 Contra ojos cerrados, de Nuria Navarro. Mar Cambrollé, líder del movimiento trans Foto de Ferran Nadeu / Ferran Nadeu

Núria Navarro

Núria Navarro

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Mar Cambrollé, a quien la conciencia social le venía de serie, pelea desde siempre por la aprobación de la ley trans, el amparo para un colectivo que sufre violencias e intemperie laboral. Sevilla, la ciudad en la que nació hace 63 años, pondrá su nombre a una glorieta en un cruce del Sector Sur, justo donde exigió derechos básicos para el barrio y encajó porrazos de la policía franquista.

-Cuando aquellos palos era usted Paco.

-Francisco José. He tenido muchos nombres, pero siempre he sido la misma persona, con la misma conciencia social. He encontrando más obstáculos en el camino que el resto de las personas, pero los portazos y los golpes me han hecho resiliente.

-Los 70 no eran los 2000.

-El precio más alto que pagué fue vivir en el limbo hasta los 19 años. Yo gritaba con mi conducta –que no con la palabra–que era una niña y el mundo me respondía: "Eres un maricón". Pasé de ser el ojito derecho de mi padre –presumía de mí ante sus amigos porque a los 5 años yo leía claro–, a recibir una paliza cuando me pescó vestida de niña. Y más tarde, yo ya superfemenina, me obligó a comer en la cocina porque le daba "asco".

"He podido convertir mis palizas en abrazos para los niños trans"

-¿Le llegó a perdonar?

-Me fui de casa a los 19, aunque seguí yendo a visitar a mi madre y a mis hermanos. En seis años no quiso ni mirarme. Hasta que un día levantó la cabeza y me dijo: "¡Qué guapa estás! ¿Me das un beso?". Fue suficiente para entender que me quería como una hija. Yo no tengo nada que perdonarle. Mi padre fue verdugo, pero también fue víctima. 

-Gracias a su pelea, muchos menores se ahorran el trago.

-He podido convertir mis palizas en abrazos para ellos y el 'mobbing' escolar, en personal docente respetuoso. Hoy los padres saben diferenciar que la orientación es 'lo que me gusta' y la identidad es 'quién soy'. Aunque, ¿sabe de lo que me siento más orgullosa? El 80% de las mujeres trans de España que hace una década ejercían la prostitución en las esquinas están en las universidades.

"El 80% de las mujeres trans de España que hace una década ejercían la prostitución en las esquinas hoy están en las universidades"

-Usted misma ejerció la prostitución en Barcelona y Milán.

-Durante 14 años tuve un puesto de artesanía con mi marido, un chico gallego. Pagué la entrada de un piso y me operé los pechos y la nariz, pero tenía cerca de 40 años y la vida en la calle era muy dura. Quería montar una tienda y, como no tenía quien me avalara, con lo que gané en Barcelona y en Milán durante tres meses pude abrirla. Era la época de la Movida, traía lo último de Londres para las tribus urbanas y me fue muy bien.

-El 85% de las personas trans no encuentra hoy empleo.

-La Organización Internacional del Trabajo señala a las personas trans como un colectivo excluido del mercado laboral, que no en paro. Viven un 'apartheid' laboral. A cualquier Estado de derecho le debería de preocupar. Sin nosotras no hay igualdad para todos.

"Somos la única asignatura pendiente para que la democracia cruce la frontera de la igualdad"

-Son "el verbo encarnado de la disidencia", según dice.

-Hemos sido las más maltratadas por los regímenes totalitarios, pero también las más olvidadas por la democracia. Somos la única asignatura pendiente para que la democracia cruce la frontera de la igualdad. Si nuestra demanda está en la agenda política y figura en el discurso es fruto de un intenso activismo. 

-Las agresiones, no obstante, aumentan.

-En las redes –sobre todo en Twitter– circulan discursos de odio y se nos equipara con el delito, diciendo que somos pederastas o que fomentamos los vientres de alquiler. La deshumanización es la antesala de la agresión. El Estado debe frenarlas a través de la educación y la penalización de conductas que atenten contra la convivencia.

-De los derechos que ampara la ley, el de la autodeterminación de género es discutido.

-La autodeterminación no es otra cosa que la herramienta jurídica que posibilitará que las personas trans dejemos de ser objetos de la medicina para ser sujetos de derecho. 

"La deshumanización en las redes sociales es la antesala de la agresión"

-Una parte del feminismo no lo ve así.

-Le recordaría a las mujeres que defienden discursos transexcluyentes que revisen el principio de intersecionalidad, que se pongan en los zapatos de las otras oprimidas. No podemos caer en los mismos errores de quienes han ostentado el privilegio de negarnos derechos. Lo que pide la ley trans son políticas de empleo, que se respete la dignidad en los centros educativos y sanitarios, que se retire el material didáctico donde se diga que la transexualidad es un trastorno mental. 

-Quizá los niños sean el punto sensible.

-¿Pregunta por la destransición de género? El porcentaje es insignificante. En cambio, la desprotección del desarrollo de su personalidad hace que el 80% piense en el suicidio, el 40% lo intente y más del 8% lo consiga. 

-A estas alturas, ¿Paco estaría orgulloso de Mar?

-Sí. Si muriera hoy mismo sabría que casi he rozado la utopía con los dedos.

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