ASUNTOS PROPIOS
Hope Jahren: "No recuerdo la última vez que cogí un avión"
La influyente geobióloga norteamericana invita a dejar tranquilo el termostato, vestir lanas, ducharse lo justo y no viajar a la otra punta. Un freno "real" al cambio climático
Núria Navarro
Periodista
Núria Navarro
Si 'Time' está en lo cierto, esta geobióloga figura entre las 100 personas más influyentes del mundo. Hope Jahren (Austin, EEUU, 1969), que convirtió en 'best-seller' su libro 'La memoria secreta de las hojas', está en la vanguardia de la lucha contra el cambio climático. En 'El afán sin límite' (Paidós) invita a revisar nuestra vida y hacer algunas correcciones. La gracia es que pone en práctica lo que predica.
-¿Dispuesta a alarmar?
-Meter miedo no mueve a buenas elecciones. Una de las enseñanzas de este covid-19 es que muchas de las cosas que creíamos necesarias se han vuelto opcionales. Podemos hacer grandes elecciones.
-¿Cómo de grandes?
-A diario decidimos qué comemos, qué vestimos, cómo educamos a nuestros hijos, cómo nos desplazamos, qué hacemos en vacaciones. Estas elecciones se convierten en hábitos, y los hábitos conforman una cultura.
-¿La existente es catastrófica?
-Siempre queremos más. Nada nos parece suficiente. Hay que encontrar formas de deshacernos de lo extra.
-Para usted 'extras' son la calefacción, la aspiradora, el lavavajillas.
-Todo lo que hace subir y bajar la temperatura. Yo invito a echar un vistazo a nuestras vidas y consignar en un cuaderno lo que consumimos. En el ámbito doméstico el ahorro de energía puede llegar al 75%.
-Pasando frío y con más polvo.
-Cada persona debe definir su reducción de consumo. Hay quien prefiere abstenerse del aire acondicionado, eliminar la secadora y tender al sol o ser vegano. Esto no es una religión.
"Visto jerséis de lana, voy andando al trabajo, en casa predomina la madera y en vacaciones no salgo de Noruega"
-Hablemos de sus elecciones. Vive en Oslo y no en Austin.
-Mi familia paterna es de origen noruego y los europeos están más preparados para abordar soluciones climáticas.
-Siga, siga.
-En mi casa predomina la madera, visto jerséis de lana, voy andando al trabajo –solo uso el coche para transportar cosas que no puedo cargar–, no recuerdo la última vez que cogí un avión, en vacaciones no salgo de Noruega, me comunico por Zoom, como carne tres veces por semana.
-¿Se ducha cada día?
-[Ríe] No.
-¿No es injusto cargar la responsabilidad al individuo y no a los poderes?
-Hace 25 años que soy investigadora, muchos de ellos dedicados al cambio climático. Sé la urgencia de una legislación global en materia de medioambiente, pero ni los gobiernos –incluso los que suscribieron el protocolo de Kioto– ni la industria han hecho nada. Es esperar un tren que nunca llegará.
"Esperar a que los gobiernos y la industria hagan algo por el
medioambiente es esperar un tren que nunca llegará"
-Deprimente conclusión.
-Le pondré un símil: soy una persona corriente que va a la tienda a comparar comida para 100, y al día siguiente, para otros tantos y al otro, lleno más el carro. El dueño de la tienda jamás me dirá: "¿Necesitas tanta cosa?".
-Iría contra la lógica del capital.
-La gente es la que 'hace' la tienda, la industria y la política. Una persona pensando diferente es algo real. Contra el cambio climático necesitamos cambios reales.
-Otro mantra suyo es: "Usa menos, comparte más". Y lo de compartir...
-Para decidirse, lo más efectivo es hacer un examen de nuestros residuos. El calibre del despilfarro da la medida de todo lo que podemos redistribuir.
-Igual a Trump le iría bien leer su libro antes del final de campaña.
-No es capaz de leer. Preferiría que lo leyera Jacinda Ardern, la primera ministra neozelandesa.
"El calibre de nuestros residuos da la medida de lo que podemos redistribuir"
-Si no hacemos caso, ¿llegará la sexta extinción?
-La extinción se produce cuando desaparecen el 75% de las especies. Hemos perido el 25% y tenemos margen de maniobra. Nuestra capacidad para crear problemas es la misma que para resolverlos. Nuestros hijos lucharán contra la severidad climática, como nuestra generación se opuso a las nucleares y peleó por la alianza de los pueblos. Lo conseguirán, pero es importante prepararlos.
-En caso de definitiva hecatombe, ¿qué sobrevivirá?
-Todos los organismos unicelulares, que llevan 4.000 años y solo desaparecerían si explotara el Sol.
-Como el covid-19 en España, que no desaparece. ¿Se lo explica?
-Probablemente España ha tenido mala suerte.
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