RUTAS PARA DEPORTISTAS

Guinardó en marcha nórdica

Seis kilómetros de pasos en simetría corporal entre miradores de la ciudad

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CARME ESCALES

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Sergi Garcia Gisbert era guía de montaña en la Cerdanya cuando un día su hermano le mostró unos palos de marcha nórdica. "Esto es lo que se lleva en Europa", le dijo. Y Sergi decidió formarse en esa nueva disciplina que activa músculos de todo el cuerpo coordinando manos, brazos y piernas al andar, en simetría corporal. Así ha recorrido sendas y senderos, colinas, llanos y montañas. Y hace ocho años fundó Bendhora, Todo el año coordinan salidas en Barcelona y alrededores. Uno de sus itinerarios, de unos seis kilómetros, enlaza varios cerros sobre la ciudad. Se puede hacer caminando, corriendo o practicando la marcha nórdica con los bastones de esta técnica de avance con ergonomía, coordinación corporal de brazos y manos, tronco, piernas y pies, ejercitando muchos más músculos que si no utilizamos bastones.

Partiremos de la plaza de Alfons el Savi donde está la parada de metro Alfons X de la Línea 4, a la entrada del Parc de les Aigües. Si llegamos con calma, al iniciar el recorrido o antes de acabarlo, podemos no solo entrar en él para cruzarlo como inicio del trayecto, sino también recrearnos en sus espacios. Saldremos por su extremo más alto en dirección a la plaza de Sanllehy, tomando la calle de Praga y la avenida de la Mare de Déu de Montserrat. Sobre la plaza de Sanllehy subimos por la calle de Ramiro de Maeztu hasta enlazar con la carretera del Carmel donde entraremos al parque Güell. Una opción es cruzar el parque por su parte inferior hasta el Turó de les Tres Creus, también conocido como el Calvari, que es uno de los tres cerros que enlazamos en este recorrido.

Si estamos registrados en el programa <strong>Gaudir Més, </strong>el acceso al parque Güell es gratuito. Lo atravesaremos hasta el Turó de les Tres Creus, para subir luego hacia la Casa Trias y el Mirador del Virolai. Si no, desde la entrada del parque, unas escaleras nos llevan al mirador del Virolai. Desde él vamos directamente al Turó del Carmel. Las vistas sobre Barcelona son generosas. “360 grados que abarcan Tibidabo, Barcelona y partes del Vallès y del Maresme”, comenta nuestro guía.

Luego, por el camino que nos lleva al santuario de la Mare de Déu del Carmel, sobre la carretera del Carmel, pasamos junto al mítico bar Delicias y tomamos la calle de Mühlberg que lleva a los bunkers de la guerra en el Turó de la Rovira. Bajaremos desde allí por el parque del Guinardó, el gran desconocido, donde también hay varios miradores. Descendemos hasta la plaza del Nen de la Rutlla, junto a la avenida de la Mare de Déu de Montserrat que tomaremos en dirección a Alfons X. ¡Más vistas de la ciudad! Aprovechamos para cruzar uno de los parques más jóvenes de Barcelona, los Jardins del Dr. Pla i Armengol que también tienen un agradable mirador. De allí a nuestro punto de inicio, en la plaza de Alfons el Savi, llegamos en pocos minutos.

Ver salir el sol, sobre el mar, o ponerse, tras la montaña, desde alguno de estos cerros, multiplica el placer de esta experiencia.

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