360º

La extrema religión irrumpe en Perú

Un partido mesiánico, que se define como teocrático y cuyos seguidores son conocidos como los 'israelitas', se ha convertido en la segunda fuerza en las últimas elecciones

Fieles en la sede central de la  Mision Israelita del Nuevo Pacto Universal (Aeminpu).

Fieles en la sede central de la Mision Israelita del Nuevo Pacto Universal (Aeminpu). / EFE / PAOLO AGUILAR

Abel Gilbert

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Nelly Huamaní Machaca de Espinoza vendía hasta hace poco calzados en las calles de Ucayali, una pequeña ciudad ubicada 497 kilómetros al este de Lima. Caminaba con un velo en la cabeza para no ofender al Altísimo. Antes y después del trasiego comercial canta sus alabanzas acompañada de una guitarra. A los 34 años, acaba de convertirse en congresista e integrará la bancada de 16 integrantes del Frente Popular Agrícola del Perú (Frepap). Se lo conoce como el partido de "el pescadito" porque se apropió del símbolo de los dos arcos intersectados con la forma de un pez que fue empleado por los primeros cristianos como símbolo secreto. Los hombres del Frepap llegarán al Parlamento con sus túnicas celeste y blanca, las barbas tupidas y el cabello sobre los hombros. Las mujeres como Nelly se apegarán a lo que la Biblia dicta en cuestión de vestimenta. El Frepap ha sido la segunda fuerza más votada en los recientes comicios. Ella dice ser apenas el instrumento transitorio de una fuerza superior que se ha encarnado en un partido que define como teocrático sin ruborizarse.

El Frepap es el brazo político de la Asociación Evangélica de la Misión Israelita del Nuevo Pacto Universal (Aeminpu), fundada en 1968 en Paucartambo, en el departamento andino del Cusco, por un humilde zapatero de nombre Ezequiel Ataucusi Gamonal. Educado primero por adventistas, Ezequiel, dicen sus seguidores, siguió su camino personal después de que el mismo Dios le diera las claves de la interpretación correcta de las Escrituras. Y no solo eso: lo conminó a transmitir la verdad en los Cuatro Cantones de la Tierra, de acuerdo con el imaginario incaico.  Por eso los israelitas, como también se los conocen, creen a pie juntilla que él fue un mesías equiparable con Moisés y Jesús. Le atribuyeron además la capacidad de calcular el día del Juicio Final. Como las predicciones nunca se cumplían, se explicó que Dios había dado una nueva tregua a la humanidad.

Fallecido en campaña

Ezequiel compitió tres veces y con escasa suerte por la presidencia peruana, en 1990, 1995 y 2000. Falleció durante la última campaña electoral. Sus exequias tuvieron carácter masivo en la periferia limeña. Nelly era una adolescente y ya rezaba por él.  "Padre Ezequiel el pueblo te clama / tú eres el gran hombre, / que el mundo esperaba", canta desde entonces. Al principio esperaron su resurrección. Luego se conformarlo con llevarlo en sus corazones.

La avalancha de votos que recibió el Frepap provocó el desconcierto de los sociólogos y comentaristas que suelen considerar a los israelitas apenas una comunidad de excéntricos asentada en algunas zonas rurales. Para el antropólogo Juan Ossio, autor de 'El Tahuantinsuyo Bíblico', los seguidores Ezequiel iluminan el Perú profundo que sigue sin ser escuchado por las élites. En un sentido lo compara con el grupo armado maoísta Sendero Luminoso que asoló a ese país durante la década del ochenta y parte del noventa. Los seguidores del 'pescadito' surgieron en el mismo contexto de violencia y falta de oportunidades. Mientras que los senderistas buscaron la 'salvación' en la lucha armada y los textos de Abimael Guzmán, conocido como el camarada Gonzalo, los otros se aferraron a la palabra bíblica. Ambos movimientos, precisa el antropólogo, fueron mesiánicos y manejados por líderes carismáticos.

Los hombres y mujeres del Frepap creen que Perú es la tierra prometida de Occidente. En Alto Monte de Israel, en el noreste de ese país, casi en los bordes amazónicos, ya se instalaron algunos laboratorios sociales del proyecto de Ezequiel. Unas cuatro mil familias viven en casitas de madera con un ascetismo comparable al de los mormones. Allí mezclan saberes ancestrales con las prescripciones que emanan del Viejo Testamento. Hasta tienen una suerte de 'sabbat'. Antes de la puesta del sol del viernes inician sus rituales. Se encienden velas y se recuerda al padre fundador hasta que vuelvan a aparecer las estrellas en el cielo del sábado. Nelly y su bancada también se apegan a esos rituales. Recién el lunes será el tiempo de la política para ellos.

Juego de trono

Como si fuera un culebrón y a pesar del éxito electoral, dos hermanos se pelean por la herencia espiritual de Ezequiel. Juan Noé Ataucusi es su primer hijo y acusa a Ezequiel Jonás, hijo del segundo matrimonio de su padre, de haberse confabulado con la cúpula del Frepap para capturar al partido agrario: "El partido está sometido y acondicionado", dice. Ezequiel Jonás era chófer de taxi. Un día le avisaron que había sido designado el “elegido”. Nunca quiso ser líder. De hecho, es un personaje casi ausente.