No solo fútbol

El fútbol se olvida del 'brexit'

Tanto patriotismo, tanto cantar el 'Rule Britannia' hasta el empacho, y resulta que sin los extranjeros en el campo la buena gente de Anfield estarían todavía viendo el fútbol que se jugaba hace cien años

Jürgen Klopp, durante el partido West Ham-Liverpool del 29 de enero del 2020.

Jürgen Klopp, durante el partido West Ham-Liverpool del 29 de enero del 2020. / AP / FRANK AUGSTEIN

Josep Martí Blanch

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Olvídese de los complicados motivos con los que cronistas e intelectuales (incluidos los de mentirijilla) le han abrumado estos días con la buena intención de ayudarle a entender las causas profundas del 'brexit'. En realidad, lo que venía sorprendiendo de esa gente que no ha aprendido a cocinar en miles de años y que conduce por la izquierda es que estuvieran en Europa, no que se hayan largado. Si piensan que mi opinión peca de frívola háganse con un ejemplar de 'Cómo ser un Alien', el libro que el escritor húngaro pero afincado en Londres George Mikes publicó en 1946. 

Comprenderán el 'brexit' y se partirán de risa. Ahí van unas citas: "Los ingleses son gente valiente. Pueden enfrentarse a todo menos a la realidad". "El mundo está divido en dos grupos. Los ingleses y los extranjeros. Y el segundo grupo no cuenta". Con estas dos bastará para que usted ya pueda opositar con éxito a una plaza de tertuliano para explicar el 'brexit' en cualquier programa radiofónico. Pero para alcanzar la categoría de master-ensayista de la cosa añada esta otra del mismo libro: "Los continentales tienen vida sexual, los ingleses bolsas de agua caliente". Ahora es cuando se pregunta si, tal y como le van yendo las cosas en este aspecto, no resultará que usted es también inglés sin saberlo. Tranquilícese. La frase sólo dice "vida sexual", en ningún caso que ésta deba ser satisfactoria.

A modo de despedida de la Unión Jack hoy tocaría el halago empalagoso y el agradecimiento sincero que le debemos a los ingleses por haber inventado el fútbol. El Liverpool nos proporciona la mejor de las excusas. El campeón de la Champions (y máximo favorito para revalidar ese título) anda como un cohete en la Premier League (imbatido después de 25 partidos, sumando 24 victorias y un empate) y parece dispuesto a batir todos los récords que se le pongan por delante. Los 'reds' son un espectáculo desde hace tiempo, pero lo de esta temporada va mucho más allá. El Barça de Guardiola tiene por fin una edición facsímil en el Liverpool de Jürgen Klopp.

Aunque es verdad que no acaba de servirnos a nuestros propósitos de ensalzar las virtudes inglesas en estos días de despedidas y teatrales lagrimones periodísticos. Para empezar lo entrena un alemán y su tridente de ataque, Salah-Mané-Firmino (Egipto-Senegal-Brasil), tiene de inglés lo que servidor de bielorruso. ¿La defensa? Ahí está el holandés Virgil van Dijk vistiendo la banda de general. ¿Portería? Otro brasileño, Alisson. No hace falta repasar todas las posiciones. El último once titular en Premier, contra el Southampton, solo contó con cuatro ingleses. Tanto patriotismo, tanto cantar el 'Rule Britannia' hasta el empacho, y resulta que sin los extranjeros en el campo la buena gente de Anfield estarían todavía viendo el fútbol que se jugaba hace cien años.

En el fútbol profesional europeo, con el inglés a la cabeza, hace ya mucho que la patria fue sustituida por el binomio talento-talonario. Y en lo primero (¡no se admiten discusiones!) el Liverpool anda en plena escapada sin que nadie pueda plantearse no ya alcanzarlo, si no tan siquiera seguirle de cerca. Con 'brexit' o sin él, estamos sin duda ante el mejor equipo de Europa.

Klopp ha dicho que los aficionados no deberían verle como a Jesús, puesto que él no camina sobre las aguas. Es verdad que es solo un entrenador. Pero lo que ha hecho con su equipo desde que aterrizó en Inglaterra en 2015 se asemeja bastante a un milagro. Después de 30 años los 'reds' van a ganar la liga inglesa, la primera que irá a sus vitrinas desde que se estrenó el formato Premier League en 1992. Un alemán haciendo grande el futbol inglés. ¿'Brexit'? No en el fútbol. 

¿Nacionalismo contra el negocio?

La explosión de nacionalismo que se vive en Inglaterra, junto a la incertidumbre que aún acompaña a los efectos prácticos del Brexit, alimenta los discursos sobre los futuros problemas que van a tener los equipos ingleses para fichar en el continente y también sobre futuras limitaciones al número de jugadores extranjeros por club. Pero los equipos lo tienen claro: el negocio está por encima del pasaporte y el talento en las piernas no sabe de fronteras. El Brexit no modificará el principal atributo de la Premier, que es ser un negocio redondo. Y para continuar siéndolo hay que comprar donde y lo que te de la gana. Una cosa son fontaneros polacos y otra los futbolistas de élite. ¡Acabáramos!