Patio de butacas

Una 'rentrée' con sed de champán

Arranca el curso cultural con algunas alegrías, como el 50º aniversario que festeja Anagrama y el doblete de la joven compañía teatral Eòlia, de la mano de Paco Mir. Tras su éxito de enero vuelven, esta vez al Poliorama, con 'La plaça del Diamant'

Paco Mir, con el reparto de 'La plaça del Diamant'.

Paco Mir, con el reparto de 'La plaça del Diamant'. / periodico

Olga Merino

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Qué buen sabor de boca dejó la fiesta de Tusquets. Un jardín espléndido –La Torre dels Lleons, en Esplugues–, música en vivo, barra libre, bocados exquisitos sin tener que pelearse a codazos y la noche mediterránea, casi tropical, que se encargó de hacer el resto. Fue el 4 de julio cuando decenas de autores, agentes, editores, periodistas, traductores, cineastas y gentes de la cultura en general, convocados por los anfitriones, Beatriz de Moura, fundadora y presidenta de honor, y Juan Cerezo, director editorial, se congregaron para celebrar por todo lo alto 50 años de andadura libresca. ¡Qué gran 'soirée'! Parecía a ratos el ensueño de haberse metido en alguno de los saraos que montaba el Gran Gatsby en su mansión del West Egg allá por los años 20, cuando sus azulados jardines «se llenaban de hombres y de mujeres que pululaban como polillas de aquí para allá entre los susurros, el champán y las estrellas», escribió Scott Fitzgerald. Así arrancó el estío, con una velada memorable que dejó al personal con sed de champán, por decirlo con una frase robada al escritor Montero Glez.

La 'rentrée' literaria, sin embargo, ha comenzado con un mazazo: la suspensión del premio de novela negra de RBA –el mejor dotado del género, con 125.000 'eurípides'– y la cancelación, por tanto, del fiestorro con que se celebraba la entrega. Aunque nunca tuve el gusto de asistir, me encantaba leer las crónicas; si acudo a alguno de estos eventos, la verdad, es porque me cuela algún amigote como si fuera la 'torna', el cuscurro con que el panadero completaba el peso del pan. Pero a lo que íbamos: una lástima que hayan desaparecido del mapa un premio y un convite no menos suculento, sobre todo cuando se celebraba en el hotel Juan Carlos I, cuya piscina, cuentan, alimentó jugosas leyendas.

Por suerte, siempre nos quedará Anagrama, que también sopla 50 velas. Tusquets y ahora Anagrama, de repente cincuentonas, nacidas ambas al filo de los años 70, una década prodigiosa en que una generación de 'gamberretes' de casa bien luchó por darle un revolcón cultural al país. Para celebrarlo como la ocasión merece, la editorial de Jorge Herralde, Lali Gubern, Silvia Sesé (y Feltrinelli) agasaja este jueves a 500 invitados con un cóctel en El Principal de l’Eixample, el mismo lugar que acogió la fiesta del 40º aniversario. Asistirán algunos escritores de relumbrón del catálogo, que no son pocos, como Emmanuele Carrère, Hanif Kureishi, Richard Ford Alessandro Baricco.

En este 2019 se han dado numerosos aniversarios, como el de Club Editor (60 años), y la veintena –un número menos rotundo como para tirar la casa por la ventana– de Acantilado, Minúscula y Páginas de Espuma, que fundada por Encarnación Molina y Juan Casamayor, acaba de recibir el Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural por su militancia en el relato, que ya tiene mérito. Aunque el sector editorial resiste bastante bien –2,3 billones de euros en 2017–, vender libros se está poniendo más más cuesta arriba que encontrar un elfo en Mordor.

También ha cumplido 70 años Planeta, que publicó en 1949 su primera novela, a 60 pesetas el ejemplar: 'Mientras la ciudad duerme', de Frank Yerby. La editorial tomará el relevo de los saraos librescos en la noche del 15 de octubre con la tradicional cena de entrega de su premio –601.000 euros–, a la que están invitados un millar de comensales. Este año, por cierto, la velada cambia de ubicación, y del Palau de Congressos de Catalunya se traslada al Museu Nacional d’Art, a la sala oval. Una noticia reconfortante porque, al menos, entrará algún caudal en la casa después del tijeretazo de agosto que ha arrebatado al MNAC 900.000 euros y al Teatre Nacional de Catalunya, medio millón. Con un 0,8% del presupuesto, aquí la cultura pinta menos que Jacinto en la boda (era el novio y lo mandaron a por el botijo).

Por ello es un pequeño milagro lo sucedido con la Companyia Eòlia, siete jóvenes actores que regresan a los escenarios tras su exitoso debut en el Teatre Victoria, a principios de año, con 'La plaça del Diamant', la gran novela de Mercè Rodoreda, en adaptación de Paco Mir (Tricicle). Vuelven a las tablas la semana que viene, ahora al Poliorama (del 2 de octubre al 3 de noviembre), con muchas ganas. Se merecen tener suerte. Hete aquí los nombres del elenco: Carla Pueyo, Uri Callau, Núria Bonet, Georgina Llauradó, Rai Borrell, Fran Lahera Ariadna Camps. 'Molta merda', con perdón.