Top 5 de vestidos que marcaron época en los Goya

La modelo Nieves Álvarez conquistaba la alfombra roja en 2013 con un vestido de alta costura de Stephan Rolland. Un diseño tricolor que combinaba negro, blanco y rojo de manera sofisticada y llamativa, sobre todo gracias a la elegancia en la estructura que proporciona el detalle floral del pecho y el cinturón dorado. Para complementar, optó por unos zapatos Gianvito Rossi y un bolso Louboutin. 

En 2010 Penélope Cruz se enfundaba en un impresionante modelo vintage de Versace. Simple pero muy favorecedor gracias a la delicadeza del escote redondo de palabra de honor, y adornado en la parte trasera con unas cremalleras que la actriz lució abiertas. Las lujosas joyas de Chopard y el volumen en su melena rompen con la austeridad del conjunto y dan movimiento al corte recto del vestido. 

La australiana Cate Blanchett hizo historia en los premios del cine español al hacerse con el primer Goya Internacional el año pasado, y supo estar a la altura en la alfombra roja. Sorprendía con un vestido a medida de Armani Privé, un homenaje al Hollywood clásico elaborado en seda y ornamentado con 300 cadenas de cristales. El color plateado daba aún más brillo a un "look" ya de por sí muy estilizado, gracias a un atrevido escote halter y a unas aberturas laterales que dejaban al descubierto gran parte de su torso. 

El negro nunca falla, y sino que se lo digan a Juana Acosta y a su deslumbrante paso por la alfombra roja en los Goya 2016. Lucía un vestido largo de Isabel Basaldúa, protagonizado por un bonito escote barco perfectamente complementado con un colgante de diamantes. Elegancia clásica con un toque atrevido gracias a la prominente raja en la falda que dejaba ver su pierna. Todo ello generando un conjunto que recuerda al famoso "vestido de la venganza" de la princesa Diana de Gales.

En 2021, Ángela Molina acudió a la gala para llevarse el Goya de Honor, y terminó llevándose también el premio a la elegancia por su espectacular vestido negro plisado firmado por Armani Privé. Una creación elaborada en tul, con falda de volantes y detalles de cristales en tonos negros y dorados. Un estilismo complementado con un bolso de mano cuajado de cristales de Giorgio Armani, y la naturalidad del pelo suelto de la actriz.