Piragüismo

Teresa Portela, una plata, 20 años de sueños

La española queda segunda en un final de 'photo finish', solo por detrás de la neozelandesa Lisa Carrington.

"Finalmente he conseguido yo que deseaba, poder subir a un podio", dice la palista gallega que debutó en Sydney 2000 y que ya piensa en París 2024 cuando tendrá 42 años.

La española Teresa Portela.

La española Teresa Portela. / EFE

Sergi López-Egea

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Teresa Portela lo tenía todo, o casi, hasta este martes. Tenía, por ejemplo, una escultura en el muelle de Aldán, en Pontevedra, allí donde entrena. Tenía a su hija Naira. Era madre al igual que Mailen Chourraut, la primera de las palistas españolas que logró como ella una medalla de plata sobre una piragua. Pero le faltaba subir al podio, algo que perseguía desde Sydney, en el año 2000, cuando disputó el primero de los seis Juegos para convertirse en la deportista española que más veces ha concurrido a la cita olímpica.

Portela, a los 39 años, consiguió lo que anhelaba, un sueño de dos décadas, la medalla olímpica, aunque fuera necesario contener la respiración un poco más de la cuenta después de 200 metros de esfuerzo y esperar a la ‘foto finish’ para determinar lo que ella intuía y que no era otra cosa que haberse ganado el derecho a subir al podio como subcampeona olímpica.

“Siento que mi recompensa ha llegado. Finalmente he conseguido lo que yo deseaba, poder subir al podio y vivir la experiencia de ganar una medalla”, declaró Teri en la bahía de Tokio, llena de felicidad. Y no era para menos porque los metales olímpicos siempre se le habían resistido con una cuarta plaza, dos quintos puestos y una sexta posición; cuatro diplomas olímpicos que configuraban un palmarés con 15 medallas en mundiales y otras 17 en campeonatos europeos.

Y es que los 200 metros de la final de K-1 fueron muy reñidos puesto que solo una de las finalistas y la gran favorita, la neozelandesa Lisa Carrington, se destacó del grupo que peleaba por las otras dos medallas; en el grupo, por supuesto, estaba Portela pero fue tan ajustada la llegada que la ‘foto finish’ tuvo que decidir para recompensar a la palista gallega con la plata y a la danesa Emma Aastrand Jorgensen con el bronce.

No se trató ni mucho menos una medalla con sabor a despedida como si fuese la gran final a una vida dedicada al piragüismo, puesto que Portela ya fija en el horizonte los Juegos de París, en 2024, cuando tendrá 42 años. “Quiero seguir pensando en piragüismo y, por qué no, seguir estando en París, que está a la vuelta de la esquina”.

18 medallas en piragüismo

La plata de Portela fue la 18ª que conseguía el piragüismo español en la historia de los Juegos para convertirse en la segunda especialidad más premiada después de la vela y las 20 medallas náuticas tras el bronce conquistado por el menorquín Joan Cardona.

“Esta medalla no es solo para mí. Me vale por el trabajo, por mi equipo y por mi hija que me pedía desde casa que volviera con ella”, años de entrenamiento, kilómetros y kilómetros con su piragua, un sueño que se ha hecho esperar durante dos décadas de olimpismo y que llegó un día con el agua casi tan revuelta por el viento como le entusiasma a Chourraut.