LOS 92 DEL 92

Serguei Bubka, el fiasco inesperado del rey de la pértiga

El actual presidente del comité olímpico ucraniano logró 6 mundiales y 35 plusmarcas, pero fue último en BCN sin ningún salto válido.

Bubka, antes de realizar un salto en los JJOO de Barcelona-92.

Bubka, antes de realizar un salto en los JJOO de Barcelona-92. / EP

Raúl Paniagua

Raúl Paniagua

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Llegó a Barcelona con tres títulos mundiales y el oro olímpico de Seúl en el zurrón, dispuesto a agrandar su incuestionable leyenda, pero ocurrió todo lo contrario. Serguei Bubka (Lugansk, Ucrania, 58 años) fue uno de los mayores fiascos. El rey de la pértiga era un fijo en las quinielas para triunfar y nada hacía prever lo que sucedería en Montjuïc.

Mientras sus rivales iban saltando y pasando alturas, Bubka apostó por la ley del mínimo esfuerzo, confiando ciegamente en sus posibilidades. No entró en competición hasta los 5,70 metros. Firmó dos nulos inesperados y optó por fiarlo todo a un único salto a 5,75. A cara o cruz. No hubo fortuna. Listón al suelo y fracaso.

Centímetro a centímetro

Ahí acabó el camino de Bubka en Barcelona, último al no realizar ningún salto válido. Con seis títulos mundiales consecutivos y 35 plusmarcas, siempre le quedará la mancha de los JJOO, con el único oro de Seúl. En Los Ángeles-84 no participó por el boicot de la URSS y en Atlanta-96 ni siquiera saltó por lesión. «Es un mal sueño. Está visto que los JJOO no están hechos para mí», afirmó.

Bubka llevó el tope de la especialidad de los 5,83 hasta los 6,15, centímetro a centímetro, aprovechando los jugosos premios económicos del gobierno soviético por batir récords del mundo. Su estilo, agarrando la pértiga más arriba de lo normal y apoyándola con fuerza en el suelo para crear una mayor parábola, también le distinguió. Su mejor marca en pista cubierta (6,15) se mantuvo durante 21 años y el 6,14 que saltó al aire libre en 1994 perduró hasta la irrupción en 2020 de Armand Duplantis.

"Corazón roto"

Las continuas lesiones en el talón le llevaron a la retirada en 1997. Actualmente, preside el comité olímpico ucraniano en plena invasión rusa, aunque su escasa contundencia contra el enemigo y su ciudad de nacimiento (Lugansk, en pleno Donbás) han levantado cierto recelo.

«Tengo el corazón roto. Estoy haciendo todo lo posible por salvar a mi pueblo», dijo en abril entre lágrimas tras una visita a los deportistas refugiados de su país en Roma.