LOS 92 DEL 92

El rey Peret es poderoso, el rey Peret tiene poder

La formidable rumba catalana resucitó tras la actuación de su monarca, Los Amaya y Los Manolos en la ceremonia de clausura de Barcelona-92

Ramón Vendrell

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Barrida de la industria discográfica, la televisión, la radio y las salas de fiestas por la rumba marginal de Los Chichos, Los Chunguitos y un largo etcétera y con su monarca entregado al culto evangélico desde 1982, cuando ya su prima quinqui la había arrollado cual SEAT 1430 FU a la fuga, la rumba catalana era a principios de la década de 1990 un fantasma del que solo se acordaban cuatro gatos. Bien, para ser un poco más precisos, al menos once gatos: los diez miembros de Los Manolos y Francisco Casavella, que la hizo 'sonar' como contados escritores saben hacer 'sonar' la música en 'El triunfo' (1991), su primera novela.

Para colmo de males, Gato Pérez, el cantante que le había dado vuelo literario y una segunda vida, murió en 1990. Era el peor de los tiempos para el formidable ritmo urbano barcelonés, sobre el que aún se discute si se forjó en el núcleo gitano de Gràcia o en el del Raval, si fue un 'invento' del Pescaílla (Antonio González Batista) o de Peret (Pere Pubill Calaf). Lo que no se discute es que ambos fueron artistas geniales y que a efectos populares Peret fue el rey de la rumba catalana, título que, al estilo James Brown, campeón del autobombo, él mismo se otorgó una y otra vez.

Pero entonces Los Manolos tuvieron un exitazo con su versión patilluda de 'All my loving' (1991) y Peret resucitó para el mundo del espectáculo. Más listo que el hambre, el autor de 'El mig amic' o ‘El muerto vivo’ (maravillas por las que cualquier cantautor mataría y que de hecho dejan en evidencia la elevada, severa idea de cantautor) compuso 'Gitana hechicera', irresistible oda a la Barcelona popular que en versión bilingüe catalán-castellano culminó la actuación de Peret, Los Amaya y Los Manolos, todos mezclados, todos felices, en la ceremonia de clausura de los Juegos de Barcelona-92.

Desde ese momento sucesivas generaciones de artistas locales se han arrimado a la rumba catalana y Barcelona ha tomado cierta conciencia (a todas luces insuficiente, pero algo es algo) de poseer en ese género un patrimonio cultural de primer orden. Canten conmigo (si ponen el acento en la primera e de Peret la melodía les saldrá sola): El rey Peret es poderoso / el rey Peret tiene poder. Peret falleció en 2014.  

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