LOS 92 DEL 92
Imma Pedemonte: al frente del informativo de TV-3 y embarazada en las Olimpiadas Barcelona 92
Inés Álvarez
Periodista
Periodista de televisión. Antes trabajé en revistas especializadas y colaboré en el 'Diari de Barcelona'. En 'EL PERIÓDICO de Catalunya' he pasado por las secciones de Cosas de la Vida, Gente, Dominical, Opinión, Edición y Televisión/'Teletodo'. Jurado de los Premis Zoom 2019 y Zapping 2021, 2022 y 2023.
Inés Álvarez
Con madrugones diarios y sus gemelos aún en el vientre. Así recuerda Imma Pedemonte (Barcelona, 1958), periodista de la sección de Deportes de TV-3 aquellos días de los JJOO de Barcelona 92. Una especialidad que le llegó por casualidad al comenzar con 20 añitos en el diario 'Dicen' y que continúo en 1983 en Catalunya Ràdio, de donde saltó ese mismo año a TV-3. En la sección solo eran dos mujeres. Cinco años después le encargarían una de las coberturas estrellas de todo redactor de ese área: los JJOO. En 1988 eran los de Seúl (Corea del Sur), aunque, pese a lo bonito que fue haber estado allí, no tiene muy buenos recuerdos de su estancia. «Dormíamos poquísimo. Una noche me miré en el espejo y me vi las costillas por primera y última vez en la vida», cuenta entre risas. «Fue agotador. Pero también un ensayo importante para los JJOO de Barcelona», reconoce.
Estos ya fueron otra cosa. «Estábamos en casa y todo era más fácil», dice. Aunque hacía un informativo que se iba actualizando cada media hora, entre las 8.00 y las 9.30 horas, pero tenían que estar en TV-3 a las cinco de la mañana. «Con el agravante de que estaba embarazada de gemelos. Pero no dije nada, porque si me quejaba, dirían que era por el horario que me habían puesto», explica. Aunque este tenía sus cosas buenas: a las once ya había acabado y podía estar con su hija, que tenía 3 años, y asistir de espectadora a pruebas de gimnasia, al básquet...
Recuerda especialmente la ceremonia de inauguración y la de clausura. «Que fue más desmadrada», dice riendo. Y cómo cambió para mejor la ciudad. Y cómo vibraba la gente. Aunque eso ya lo vivió en 1986, cuando se fue a La Rambla a recoger las reacciones tras el anuncio de que Barcelona sería la sede. «Una locura. Recuerdo a Pasqual Maragall dando saltos como loco. Yo aún iba con el pelo rizado y las gafas grandes. Lo que se llevaba», dice en alusión a su característico 'look'. Ahora lo ha cambiado, pero sigue al pie del cañón en TV-3. Por ahora. El año que viene se jubila. Un punto final tras más de cuatro décadas viviendo el deporte.
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