LOS 92 DEL 92

Miriam Blasco: la pionera del oro olímpico | Olimpiadas Barcelona 92

La vida de la primera mujer en ganar una medalla de oro nunca siguió una trayectoria fija. La motivación guió todas sus decisiones, incluso la de convertirse en senadora

Miriam Blasco, el día de 1992 en que se proclamó campeona olímpica.

Miriam Blasco, el día de 1992 en que se proclamó campeona olímpica. / .39455781

Inés Sánchez de Madariaga

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“Tenía esa forma de vivir la vida que no concordaba con hacer solo una cosa, con querer solo una cosa, con experimentar solo una cosa”, escribió Bebi Fernández en Amor y asco. Unas palabras que encajan con el proceder de Miriam Blasco. Ella jamás se encasilló en el judo. Se marcó objetivos que le obligaron a salir de su zona de confort.

La motivación es el motor de Miriam Blasco para tomar decisiones. En Barcelona se convirtió en la primera mujer española en ganar una medalla de oro en unos Juegos Olímpicos. Pero su camino hacia aquel hito no fue nada fácil. Afrontó este importante capítulo de su vida unas semanas después de que su entrenador, Sergio Cardell, falleciese en un accidente de moto. Él era quien le había convencido para ser campeona. Para ella, la victoria no era una opción, si no una obligación que ella misma se había impuesto. En su cabeza solo valía ganar y dedicarle la medalla. Y aquel triunfo, marcó su presente y futuro.

Dos años después de aquel triunfo, y tras ser la tercera mejor de Europa en los dos campeonatos consecutivos, se retiró. La motivación no era suficiente para volver a luchar por ser la mejor del mundo. Después de cuatro años preparándose para los Juegos Olímpicos y lograr el objetivo, una nueva meta no podría generarle la misma adrenalina. Lo mismo le pasó siendo entrenadora unos años más tarde. Se marchó cuando logró que sus judokas fueran medallistas olímpicas.  

A pesar de una exitosa carrera en el mundo del judo, se inició en esta disciplina por azar, o por decisión paterna. En una casa en la que convivían ocho hermanos, su padre -profesor de educación física- les apuntó de dos en dos a cada deporte. A a ella le tocó ser judoka. Al finalizar su carrera deportiva, de nuevo el azar le llevó a ser política, algo que nunca había estado en sus planes. En una comida en la que se reunieron los deportistas olímpicos con José María Aznar, le propusieron casi sin querer que fuera senadora. Pero aquella propuesta inicial se asentó. Y los cuatro años que había aceptado, acabaron siendo 16. El deporte en España aún tenía - y tiene- muchas brechas abiertas.

30 años después de su primer y único oro, la vida la devuelve a sus comienzos. Es profesora de judo en su propia academia y colabora en la asociación Acomar para ayudar a la gente sintecho. Y, aunque votó en contra el matrimonio homosexual cuando fue diputada del PP, la vida le sorprendió. Afronta esta etapa de su vida -desde hace cuatro años- con su pareja Nicole Kim Fairbrother, la mujer contra quién compitió en la final de judo de las olimpiadas del 92.

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