LOS 92 DEL 92

Miguel Induráin: La gran estrella que no pudo correr

Hasta Atlanta 1996 no se permitió a los profesionales correr en los Juegos.

Miguel indurain

Miguel indurain

Sergi López-Egea

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Nunca se quiso hacer público pero todo estaba preparado en París para que Miguel Induráin volase a Barcelona, se presentase en los relevos finales de la antorcha y regresase a la capital francesa con el tiempo suficiente de disputar la última etapa, el tradicional paseo triunfal por los Campos Elíseos, y festejar desde el podio la victoria en su segunda ronda francesa consecutiva. Pero la dirección de carrera se negó en redondo. El jersey amarillo no podía abandonar el Tour y, claro está, no se iba a arriesgar a quedarse sin título en el año que sorprendió al mundo entero con una contrarreloj en Luxemburgo, quizá la mejor que disputó en toda su carrera, y que le valió el calificativo de 'El Extraterrestre'.

A Induráin le habría encantado participar en la carrera en ruta que se celebró en Sant Sadurní d’Anoia y que ganó el corredor italiano Fabio Casartelli, fallecido precisamente durante el Tour de 1995, tras caer y golpearse la cabeza -no llevaba casco- en el descenso del Portet d’Aspet. Casartelli dio la sorprensa porque el gran favorito a la victoria falló aquel día. ¿Recuerdan quién era?Seguro que no, aunque su nombre años después llenó informativos, diarios, libros y hasta películas... para terminar tachado de la historia del ciclismo: Lance Armstrong.

Atlanta y el presente

Hasta 1996, en los Juegos de Atlanta, no se permitió la participación de los ciclistas profesionales. Esa fue la razón por la que Induráin no pudo enlazar París y Barcelona, y repetir la experiencia olímpica que vivió casi clandestinamente en sus inicios deportivos, en los Juegos de Los Ángeles, en 1984.

El retorno de Induráin en su papel olímpico no pudo ser mejor. Cuatro años después de Barcelona consiguió en Atlanta la medalla de oro en la prueba de contrarreloj, en otro día de inmensa felicidad para el ciclismo español, puesto que hubo doblete, con la planta que se colgó Abraham Olano. Ahora, a punto de cumplir 58 años, Induráin sigue en forma y acude regularmente a marchas cicloturistas, siempre firmando un magnífico papel.