MARC MARGINEDAS: LAS CLAVES DEL DOCUMENTAL SOBRE SU SECUESTRO

El 4 de septiembre de 2013 el Estado Islámico secuestró en Siria al corresponsal de guerra de EL PERIÓDICO Marc Marginedas. Empezaba una pesadilla que duró 178 días.

Textos: Laura Puig

Vídeo de Marc Marginedas pidiendo ayuda que grabaron los secuestradores el 18 de noviembre de 2013.

Vídeo de Marc Marginedas pidiendo ayuda que grabaron los secuestradores el 18 de noviembre de 2013.

Casi 10 años después de aquella fecha, Albert Solé y Raúl Cuevas plasman en el documental Regreso a Raqqa el infierno sufrido por el periodista. En la cinta, Marginedas recuerda aquellos días bajo el yugo terrorista y realiza un viaje a los lugares de su cautiverio.

El que sigue es un resumen de los aspectos más destacados que aborda el filme.

VOCACIÓN DE PERIODISTA

Marc Marginedas (Barcelona, 1967) tuvo claro desde muy pronto que quería dedicarse al periodismo "para ser corresponsal en zonas de conflicto", especialmente en el mundo islámico. "No escogí mi carrera utilizando el baremo de un salario, sino que he buscado siempre hacer lo que me gusta", asegura Marc en el documental.

Empezó su carrera como corresponsal en 1995 en Argelia, donde cubrió para EL PERIÓDICO la guerra civil. En 1998, cuando el Gobierno de Argel rechazó renovarle su acreditación, se trasladó a Moscú, donde permaneció hasta 2002. Desde allí siguió la segunda guerra de Chechenia (1998-2000). Tras concluir su primera etapa en Rusia (adonde volvió tras el secuestro), regresó a Barcelona y pasó a desempeñar su labor como reportero en zonas de conflicto (Irak, Afganistán, Darfur , el Líbano...).

El estallido de la Primavera Árabe, en el año 2011, le llevó a cubrir como enviado especial la primera revolución en Túnez, la guerra de Libia y la de Siria. A este último país se desplazó en dos ocasiones en 2012, en febrero y abril, y por tercera vez en 2013. "Pero en ese viaje, las cosas no salieron como yo esperaba", recuerda Marc.

EL SECUESTRO

Marginedas llegó a Siria el 1 de septiembre de 2013 y tres días más tarde fue secuestrado. EL PERIÓDICO informó de su captura 20 días después tras corroborar que el anuncio no comportaría riesgos para él.

Durante el medio año que duró el secuestro, Marginedas fue trasladado por los terroristas a diferentes lugares de Siria.

El periodista había entrado a Siria por el noroeste del país, a través de la localidad turca de Reyhanli.

El 4 de septiembre de 2013, tres días después de haber entrado en Siria, el Estado Islámico lo secuestró en Qasr ibn Wardan.

De Qasr ibn Wardan se lo llevaron a Alepo, donde lo fueron trasladando a diversos emplazamientos.

Más tarde, Marginedas fue trasladado a Raqqa, y allí también lo llevaron a diferentes puntos.

En la última fase del secuestro, el periodista fue trasladado a Suluk para ser liberado.

Finalmente, Marginedas logró salir de Siria por Tell Abyad. Habían pasado 178 días de un secuestro durante el que convivió con otros rehenes... y del que no todos salieron.

"Fíjate lo que hacemos con los prisioneros"

El verano de 2013, el régimen sirio lanzó un ataque con armas químicas contra su población y Marc propuso a sus jefes de EL PERIÓDICO regresar al país para explicar qué había pasado. Entró con ayuda de los opositores del Ejército Libre Sirio. Sin embargo, en aquella ocasión no sintió "la complicidad de otros viajes".

A los dos días de entrar en el país acudieron dos personas a dar una charla a los combatientes que estaban con Marc, quien enseguida comprendió que eran yihadistas. Uno de ellos se fijó en él y le exigió que les acompañara. "En cuanto llegué al campamento de los yihadistas me di cuenta de que mi suerte ya estaba echada", recuerda. Uno de los cabecillas se le acercó: "No te preocupes, tú no eres un rehén, eres un huésped, porque fíjate lo que hacemos con los prisioneros", y le mostró un vídeo de una ejecución.

"Yo creo que es un mecanismo que tiene el ser humano para defenderse y enfrentarse a una situación en la cual tu destino sabes que ya no está en tus manos y que no depende de ti", explica el periodista. Pero ese optimismo se tambaleó cuando intentó explicar a uno de sus captores que no era un espía. "Tú has venido aquí dos veces y te ha salido bien, pero ahora te vamos a matar", le respondió el terrorista.

YOGA Y AJEDREZ

Tras su estancia en el campamento yihadista, Marc pasó la primera parte del secuestro aislado en una habitación del Hospital Oftalmológico de Alepo, que el Estado Islámico había convertido en un presidio. De vez en cuando oía disparos... Eran ejecuciones de otros prisioneros. Pero no pasó allí todo su cautiverio. En seis meses estuvo en diferentes emplazamientos en Alepo y Raqqa.

Un punto de inflexión en su encierro llegó cuando fue reunido con otros periodistas y cooperantes capturados por los yihadistas. "A partir de ese momento, el secuestro cambió para mí", rememora Marc. Llegó muy afectado físicamente, pero encontrarse con sus compañeros le insufló nuevos ánimos.

Durante los meses de encierro, el hambre se convirtió en una constante en sus vidas. "Para evadirnos nos explicábamos qué comeríamos cuando saliéramos de allí", señala.

También intentaban ocupar las tediosas horas de encierro jugando con un ajedrez construido con cartones y practicando sesiones de yoga.

LOS VIOLENTOS BEATLES

Ilustraciones de víctimas y secuestradores que aparecen en el documental.

Ilustraciones de víctimas y secuestradores que aparecen en el documental.

La fase final del secuestro fue la peor. El encierro se convirtió en un martirio cuando el comando de cuatro yihadistas apodados 'Los Beatles' (formado por Alexanda Kotey, Aine Leslie Davies, El Shafee Elsheikh y Mohammed Emwazi, a los que rebautizarían con los nombres de la banda británica) tomó el mando. El fotógrafo danés Daniel Rye, uno de los rehenes, recuerda en el documental lo que les dijo el cooperante británico David Haines, que ya había sufrido su sadismo en una etapa previa de su cautiverio: "Haced lo que os digan, nada más".

A finales de 2013 les trasladaron a una casa que se transformó en una suerte de Guantánamo, donde recibieron el mismo trato que los presos yihadistas de la base cubana. Les vistieron con monos naranja y les dieron un número. Les grababan en vídeo, golpeaban, simulaban ahogamientos, fingían ejecuciones... "Eran muy crueles. Sobre todo, George [por George Harrison] disfrutaba muchísimo con la crueldad", rememora Javier Espinosa, el periodista de 'El Mundo' secuestrado junto con el fotoperiodista 'free lance' Ricard Garcia Vilanova. Ambos compartieron cautiverio con Marc y el resto de rehenes.

"Al que todo el mundo conoce como Jihadi John [por Lennon] nosotros lo llamábamos George, y era con diferencia el peor; era la maldad hecha carne. Era un personaje que disfrutaba viendo a los demás sufrir", añade Marc. Los terroristas también utilizaban tácticas de manipulación para romper la cohesión entre los secuestrados y evitar una evasión. "Cuando te apalizaban te sentías muy vulnerable… indefenso".

A finales de febrero, los acontecimientos se precipitaron y Marc fue informado de que iba a ser liberado. "Antes de abandonar la celda vi a James Foley (fotoperiodista de EEUU) de cara a la pared, con las manos en el muro, y Jihadi John le dijo: 'Toca a Marc, porque esto va a ser lo más cerca que vas a estar de la libertad jamás'". Foley fue asesinado por los terroristas, junto con Alan Henning, Peter Kassig, David Haines, Kayla Mueller, Sergei Gorbunov y Steven Sotloff. "Yo pensé que todos nos salvaríamos. Nunca pensé que el secuestro acabaría como acabó", lamenta Marc.

Durante los seis meses que duró el secuestro de Marc Marginedas se llevaron a cabo numerosos actos reclamando su liberación. Familiares del periodista y sus compañeros de EL PERIÓDICO se concentraban delante de la redacción del diario una semana tras otra.

LA VUELTA A RAQQA

La liberación de Marginedas fue recibida con un enorme alivio y la mayor emoción. EL PERIÓDICO informó del fin del secuestro con un gran 'Bienvenido' en el titular.

Item 1 of 3

Casi 10 años más tarde de aquel secuestro, continúa la guerra en Siria aunque con una intensidad mucho menor. Y el Estado Islámico se encuentra en sus horas más bajas. Estas circunstancias han permitido el regreso de Marc al país para enfrentarse a lo que vivió y "dar carpetazo al pasado".

"Desde que fui liberado siempre había pensado en la idea de volver a Oriente Próximo, pero era impensable. Mientras estuviera el Estado Islámico allí no me arriesgaba a volver a ser secuestrado", destaca el periodista.

Sobre su experiencia, Marc se distancia del inevitable foco que se posó tras él y sus compañeros de encierro. "Nuestro cautiverio no es nada en comparación con el sufrimiento de esta gente. Nos hemos convertido en los protagonistas de una historia que en realidad no nos pertenece. Quién soy yo en comparación con lo que está pasando esta gente, que lo han perdido absolutamente todo".

La perspectiva del tiempo le reafirma en sus principios: "No me arrepiento de nada. En la vida uno tiene que hacer las cosas porque cree que las tiene que hacer y yo en cuanto empezó la guerra de Siria siempre sentí la necesidad de que tenía que ir allá sobre todo a revelar el sufrimiento de los civiles".

Lo explicado anteriormente es solo una pincelada de lo que muestra Regreso a Raqqa, el documental de Albert Solé y Raúl Cuevas. Este es el tráiler de la cinta.

Un reportaje de EL PERIÓDICO

Textos:
Laura Puig
Diseño:
Andrea Hermida-Carro
Coordinación:
Rafa Julve

Agradecimientos:
Minimal Films