LA DINASTÍA ASAD

Más de medio siglo gobernando con mano de hierro en Siria

Foto: Anwar Amro (AFP)

Foto: Anwar Amro (AFP)

La familia Al Asad lleva más de medio siglo controlando el poder político, militar y económico de Siria. La guerra que ha devastado el país no ha logrado acabar con el régimen que fundó en 1971 Hafez al Asad, el patriarca del clan, un militar de origen humilde que consiguió alcanzar la presidencia tras un golpe de Estado.

Hafez al Asad en los 70

Hafez al Asad en los 70

Hafez al Asad en los 70

Entonces era el ministro de Defensa y la asonada que encabezó fue la octava desde que el país árabe se independizó de Francia en 1947.

Hafez convirtió a Siria en un gran negocio familiar.

De él, no solo se beneficiaban sus más allegados sino también destacadas figuras de la secta alauita, asociada al chiísmo, y de la que forman parte los Asad (león en árabe).

Los alauitas, el 12% de una población mayoritariamente suní, han controlado durante todo estos años el Gobierno y el Partido del Renacimiento Árabe Socialista (Baaz).

Y también han ocupado los principales puestos en el Ejército, en las fuerzas de seguridad y en el servicio secreto, la temida 'Mukhabarat'.

Despiadado con la disidencia y hábil y astuto a la hora de sellar alianzas tanto dentro como fuera del país, Hafez logró un largo periodo de prosperidad y estabilidad política a base de una fuerte represión y fraudes electorales de récord.

En su reelección como candidato único en 1999 obtuvo el 99,99% de los votos con una participación del 99% del censo. La matanza de Hama, en 1982, donde fueron masacradas miles de personas durante una revuelta de los Hermanos Musulmanes, fue una clara muestra de la brutalidad del régimen.

La estrategia de aplastar con maquinaria de guerra cualquier revuelta es una de las herencias recogidas por el actual presidente del país, Bashar al Asad.

Es uno de los cinco hijos del patriarca, que asumió el poder tras la muerte del padre en el año 2000.

Instauró así en Siria una suerte de república hereditaria.

Bashar no dio respiro a las protestas pacíficas que estallaron hace una década y las reprimió a sangre y fuego, unas protestas que derivaron en la guerra civil en la que se han implicado potencias extranjeras, además de grupos yihadistas como Al Qaeda y el Estado Islámico.

A Bashar se le acusa además de ordenar ataques con armas químicas contra población civil. El balance de la guerra es aterrador.

Foto: Ho

Foto: Ho

El rostro amable del régimen lo pone Asma, la primera dama, una exbanquera criada en Londres.

Licenciada en Economía, Matemáticas, Informática y francés, se encarga de coordinar programas de ayuda humanitaria en el país.

A lo largo de los mandatos tanto del padre como del hijo no han faltado las tensiones y las traiciones en el seno familiar.

En 1984, por ejemplo, el hermano de Hafez, Rifaat al Asad, aprovechó que el presidente se recuperaba de un ataque al corazón para intentar sin éxito hacerse con el poder en un golpe de Estado.

Rifaat y Hafez al Asad en los 80.

Rifaat y Hafez al Asad en los 80.

Rifaat y Hafez al Asad en los 80.

Rifaat, cuyo nombre se ha vinculado también con la matanza de Hama, fue castigado con el destierro y todos estos años ha estado viviendo a caballo entre España y Francia.

El año pasado la justicia francesa le condenó a 4 años de prisión en ausencia acusado de utilizar ilegalmente fondos estatales en inversiones inmobiliarias.

El que fuera vicepresidente del país también tiene causas abiertas en España.

La Fiscalía de la Audiencia Nacional pidió el año pasado una pena de cárcel de 8 años para Rifaat y otros tantos para su mujer y sus seis hijos por presuntamente blanquear 695 millones de euros en compras inmobiliarias, principalmente en la Costa del Sol.

Foto:Ammar Abdullah

Foto:Ammar Abdullah

Estos años de conflicto bélico ha unido al clan familiar que se encuentra en Siria, por una cuestión de pura supervivencia.

Pero ahora, que la guerra ha tocado prácticamente a su fin -el régimen controla el 70% del territorio- han empezado a sentirse las primeras escisiones.

Dos hijos de Rifaat han manifestado su descontento son su primo, incluso uno de ellos, Ribal, dijo el año pasado a la revista 'Foreign Policy' que le gustaría involucrarse activamente en la política siria como "opositor".

El caso más sonado, no obstante, es el de Rami Majluf, otro primo hermano del presidente, por parte de madre, y buen amigo desde la infancia de Bashar.

Rami es un multimillonario -se le atribuye una fortuna superior a los 5.000 millones de euros- que se ha hecho de oro con negocios relacionados con el petróleo, la construcción y las redes de telecomunicaciones del país.

En un hecho insólito, el primo díscolo colgó la primavera pasada dos vídeos en la red en los que critica al régimen, que le acusa de fraude fiscal.

La justicia siria le exige el pago de 230 millones de dólares (289 millones de euros) en impuestos atrasados. Bashar parece dispuesto a recuperar dinero expoliado por el entorno familiar para ingresarlo en las arcas del Estado, exhaustas por la guerra y las sanciones económicas impuestas por parte de la comunidad internacional.

Foto: Alexey Nikolsky

Foto: Alexey Nikolsky

El actual presidente sirio mantiene hasta ahora el apoyo de los gobiernos de Teherán y Moscú.

Rusia conserva en territorio sirio su única base naval en el Mediterráneo.

El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, retiró sus tropas del país árabe y despejó el camino al presidente ruso Vladímir Putin. Falta saber ahora cuál será la política de la nueva Administración del presidente Joe Biden. En todo caso, el clan Asad ha sobrevivido a nueve presidentes de Estados Unidos, desde Richard Nixon.

Y hay otro Asad preparándose para dar el salto a lo más alto si llega el momento, según destacan algunos medios. El hijo mayor de Bashar y Asma. Tiene 19 años y se llama Hafez, como su abuelo.