El príncipe Andrés acogió en su mansión a Jeffrey Epstein cuando ya pesaba una orden de arresto contra él en EEUU

El goteo de informaciones sobre los vínculos del príncipe Andrés con el pedófilo Jeffrey Epstein están hundiendo cada vez más su reputación y dañando la imagen de la familia real británica. Según ha revelado la BBC este martes, el hermano de Carlos III recibió a Epstein en su mansión en Windsor en 2006, dos meses después de que Estados Unidos emitiera una orden de arresto contra él por agredir sexualmente a una menor. A la cita también acudieron la entonces pareja del multimillonario estadounidense, Ghislaine Maxwell, y el productor de cine Harvey Weinstein, condenado años más tarde por varios delitos de agresión sexual y violación.

A pesar de que ya se sabía que los tres habían acudido a la fiesta del 18 cumpleaños de la hija de Andrés en el castillo de Windsor, hasta ahora no había constancia de su presencia en el Royal Lodge, la residencia privada del príncipe. Algo que la cadena pública británica ha podido confirmar a partir de una fotografía tomada en el jardín de la mansión, la cual ha sido comparada con otras imágenes del exterior del edificio. Andrés no ha querido comentar la nueva información, pero sí hizo referencia a la asistencia de Epstein, Maxwell y Weinstein a la fiesta de Windsor en su malograda entrevista de 2019, tras la cual anunció su retirada como miembro activo de la familia real. 

"Desde luego, cuando se envió la invitación no sabía lo que estaba pasando en Estados Unidos y no me enteré hasta que los medios de comunicación se hicieron eco de ello, porque él nunca dijo nada al respecto", aseguró entonces Andrés. Hasta 2006, las visitas de Epstein y Maxwell a las residencias de la familia real británica fueron habituales. Estuvieron en el castillo de Balmoral en 1999 y también en Windsor un año después. El príncipe llegó a organizar una fiesta de cumpleaños para Maxwell ese mismo año en la finca de Sandringham, donde los miembros de la corona suelen pasar la Navidad, y preparó una visita privada al palacio de Buckingham para ella y para el actor Kevin Spacey en 2002. Epstein murió en prisión en 2019 a la espera de juicio, mientras Maxwell cumple una condena de 20 años por traficar con menores de edad.

Memorias póstumas

A pesar de que el hermano de Carlos III insiste en su inocencia, la creencia de que conocía y de que participó en la red de explotación sexual de Epstein y Maxwell es ya generalizada, especialmente tras la publicación a principios de octubre de las memorias póstumas de Virginia Giuffre, una de las víctimas, en las que sostiene que mantuvo relaciones sexuales con el príncipe hasta en tres ocasiones siendo menor de edad. Andrés indemnizó a Giuffre con una cantidad estimada de 12 millones de libras (unos 13,7 millones de euros) en 2022 para evitar ir a juicio. 

Las memorias de Giuffre, quien se quitó la vida el pasado abril, obligaron a Andrés a renunciar a sus títulos, incluido el de duque de York, pero algunos representantes políticos han pedido ir más allá y han tratado de presionar al Parlamento para que lo despoje oficialmente de ellos. El escándalo también ha puesto sobre la mesa otros asuntos polémicos, como el uso del Royal Lodge como residencia privada a pesar de que no paga un alquiler anual por la propiedad y de que ya no ejerce como miembro activo de la familia real.

Según la prensa británica, Andrés y su exmujer, Sarah Ferguson —quien sigue residiendo en la vivienda a pesar de su divorcio en 1996—, se han mostrado dispuestos a abandonar la mansión de 30 habitaciones a pesar de tener un contrato de alquiler en vigor hasta 2078. A cambio, el príncipe habría pedido otras dos viviendas de menor tamaño también ubicadas en Windsor: el Frogmore Cottage —en el que residieron el príncipe Enrique y Meghan Markle hasta que se fueron a Estados Unidos— y el Adelaide Cottage, donde viven actualmente los príncipes de Gales, quienes tienen previsto mudarse a otra residencia en los próximos meses.

Suscríbete para seguir leyendo