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Vídeo de la huida

Nuevas imágenes muestran cómo escaparon los ladrones del Louvre con el botín

Dos de los delincuentes, ocultos con cascos, pasamontañas y chalecos, bajaron por el montacargas de mudanzas que emplearon para robar las joyas

Nuevas imágenes revelan cómo escaparon los ladrones del Louvre

Lucía Feijoo Viera

El Periódico

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Barcelona
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Cuatro días después del sorprendente robo, todavía no se sabe quiénes son los ladrones que el domingo se llevaron del Museo del Louvre ocho joyas de la corona francesa de incalculable valor, ni tampoco cómo pudieron burlar todas las medidas de seguridad de este icono de París. Mientras las autoridades francesas y los responsables de la pinacoteca han entonado el mea culpa por el clamoroso error, un vídeo que ha salido a la luz este jueves muestra cómo huyeron los ladrones del museo botín en mano.

En las imágenes, difundidas por la cadena francesa BFMTV, se ven a dos de los cuatro ladrones bajar por el montacargas de mudanzas que usaron para acceder al balcón de la sala de Apolo, justo antes de subirse en las motos y emprender la huida. Las dos personas que aparecen en el vídeo ocultan parte de su rostro, una de ellas con un casco de moto y la otra con un pasamontañas y un chaleco amarillo.

La presidenta del Museo del Louvre, Laurence des Cars, rompió su silencio este miércoles ante el Senado. "Este drama ha chocado profundamente a los vigilantes del Louvre, pero también a Francia. (...) Pese a nuestros esfuerzos y nuestro trabajo, hemos fracasado", empezó Des Cars su comparecencia frente a la Comisión de Cultura de la Cámara alta, donde respondió a sus preguntas acerca del que ya se considera el 'robo del siglo'.

Des Cars afirmó haber "asumido todas sus responsabilidades" desde el robo y lamentó que "su nombre haya sido arrojado a los lobos", puesto que lleva años advirtiendo de los problemas estructurales y de seguridad del museo. Frente a los senadores la funcionaria describió minuciosamente cómo fueron esos "7 minutos" en los que cuatro individuos entraron al Museo del Louvre por un balcón lateral de la fachada colindante al río Sena, hasta que salieron por el mismo lugar con las nueve joyas napoleónicas, ayudados por un montacargas robado.

Durante ese tiempo, los vigilantes solo pudieron activar las alarmas, avisar por radio a la central y evacuar el edificio. Tres minutos después, decenas de agentes de la Policía Nacional francesa corrían por los pasillos del museo en busca de los ladrones, pero ya era demasiado tarde. Los agentes de la empresa de seguridad salieron tras el comando, consiguiendo que, al menos según los responsables, no pudieran prender fuego a la camioneta para borrar pruebas. Durante esa huida, los ladrones perdieron una de las joyas de más valor: la corona de la emperatriz Eugenia, que fue recuperada, aunque con importantes daños.