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Debate en Bruselas

La UE se compromete a correr con las necesidades económicas de Ucrania, sin acuerdo político para usar los activos rusos congelados

Buena parte de los activos congelados del Banco Central Ruso se encuentran en Bélgica, que teme las represalias de Moscú

Archivo - Los presidentes del Consejo Europeo, António Costa, y de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, escuchan al presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, a su llegada a una cumbre de líderes de la UE en Bruselas.

Archivo - Los presidentes del Consejo Europeo, António Costa, y de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, escuchan al presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, a su llegada a una cumbre de líderes de la UE en Bruselas. / SIERAKOWSKI FREDERIC / EUROPEAN UNION - Archivo

Beatriz Ríos

Beatriz Ríos

Bruselas
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Los líderes de la Unión Europea se han comprometido este jueves a asumir las necesidades financieras de Ucrania para los próximos dos años, y han pedido a la Comisión Europea que explore todas las opciones posibles, pero siguen sin lograr el respaldo político necesario para hacer uso de los activos rusos congelados para apoyar militar y económicamente a Kiev.

Tras una reunión en la que ha participado el presidente de Ucrania, Volodomir Zelenski, los veintiséis —Hungría se ha desmarcado del texto— han instado a la Comisión a que evalúe las necesidades de Ucrania y presente posibles vías de financiación. Esto mantiene todas las opciones sobre la mesa, pero también evidencia que sigue sin haber consenso para el uso de los activos.

Los líderes han reiterado en cualquier caso que el dinero debe continuar inmovilizado "hasta que Rusia ponga fin a su guerra de agresión contra Ucrania y le indemnice por los daños causados por su guerra". El Consejo Europeo volverá a tratar la cuestión en su próxima reunión en diciembre. Mientras tanto, al Ejecutivo comunitario le tocará hacer los deberes.

"Nadie ha vetado nada esta noche", ha asegurado el presidente del Consejo Europeo, Antonio Costa, sobre la falta de referencias al conocido como 'préstamo de reparación' a Ucrania en la declaración de la cumbre. "Hemos planteado cuestiones técnicas que debemos abordar. Y por eso invitamos a la comisión a seguir trabajando", ha dicho el portugués. También el presidente francés Emmanuel Macron, ha subrayado que el Consejo "no ha enterrado la propuesta".

Las necesidades de Ucrania

A la UE se le está acabando el margen fiscal para garantizar el apoyo económico y militar a Ucrania, y busca alternativas. Según los cálculos de la Comisión, Ucrania necesita en torno a 53.000 millones de euros en asistencia presupuestaria y unos 80.000 millones en apoyo militar para los próximos dos años. Tras casi cuatro años de guerra, a los europeos se les está acabando el dinero y el capital político para continuar financiando a Kiev. 

"La decisión política más importante es garantizar el pleno apoyo financiero a Ucrania para abordar sus necesidades financieras en 2026 y 2027", ha subrayado Costa en una rueda de prensa tras la cumbre. Sin embargo, la Comisión Europea debe traducir ese compromiso político en una propuesta legal que permita garantizar la financiación.

Su presidenta, Ursula von der Leyen, ha reconocido que existen otras opciones, pero también ha insistido en el compromiso del Consejo de explorar la posibilidad de usar los activos congelados. También ha admitido que "hay puntos que aclarar y profundizar y trabajar más en ellos". Estas son algunas de las claves sobre el mecanismo que explora el Ejecutivo comunitario y las dudas que surgen sobre sus posibles consecuencias, que han hecho un acuerdo imposible:

Una de las primeras decisiones que tomaron los aliados nada más comenzar la guerra fue imponer sanciones para congelar los activos del Banco Central de Rusia en su territorio. Lo hicieron durante el fin de semana para evitar que Moscú retirara esos activos con la apertura de los mercados el lunes.

Cada seis meses, la UE renueva esas medidas y mantiene inmovilizado el dinero. En la UE hay casi 200.000 millones de euros, la mayoría en Bélgica. En sus conclusiones de octubre de 2024, el Consejo Europeo determinó que esos activos debían seguir congelados "hasta que Rusia ponga fin a su guerra de agresión contra Ucrania y se indemnice por los daños causados".

El uso de los activos ha sido siempre tabú por los riesgos para la estabilidad financiera del bloque. Pero como muchos tabús desde que comenzó la invasión rusa de Ucrania, esto también está empezando a dejar de serlo. El pasado año, los países del G7 acordaron utilizar los beneficios que resultaban de mantener congelado el dinero para dar un préstamo a Ucrania. Con este nuevo plan, la UE va un paso más allá.

De los casi 200.000 millones de euros en activos rusos congelados en Europa, 175.000 están bajo el control de Euroclear, una empresa con sede en Bélgica. Euroclear es un depósito internacional de valores. Es decir, custodia activos en nombre de terceros y, casualmente, era el depósito donde Rusia tenía gran parte de su dinero antes de la guerra. 

En condiciones normales, cuando los valores vencen y se convierten en efectivo, Euroclear devuelve ese dinero a la tercera parte en cuestión. En este caso, se trata del Banco Central de Rusia. Las sanciones que pesan actualmente sobre estos activos impiden a la empresa hacer esa transferencia. Lo que Bruselas propone es usar ese efectivo —actualmente depositado en el Banco Central Europeo— para dar un préstamo a Ucrania. "Lo que proponemos no es en modo alguno una confiscación", defiende una alta fuente comunitaria.

En la práctica, Euroclear concedería ese préstamo a la Unión Europea, que a su vez facilitaría créditos a Kiev. Ucrania solo tendría que devolver ese dinero si Rusia corre con los gastos de reconstrucción tras la guerra. Para garantizar que, en caso contrario, el depósito pueda devolver el dinero al Kremlin, los gobiernos europeos deberían ofrecer garantías al préstamo.

La lógica de la Comisión es que ese riesgo es limitado porque, en la práctica, está en manos de los propios países. Mientras dure la guerra o si Rusia rechaza ofrecer indemnizaciones por los daños, los activos deberían seguir congelados. Así, no habría que devolver el dinero haciendo uso de las garantías. "Los propios Estados miembros deciden en ese momento si quieren levantar la congelación y aceptar las consecuencias, también en el plano financiero, o no", alegan fuentes comunitarias. 

Sin embargo, hay cuestiones fundamentales que siguen sin resolverse, desde cómo garantizar que los activos se mantienen congelados hasta quién proveerá las garantías o cómo usar el dinero. Estos son algunos de los asuntos debatidos durante el Consejo Europeo de este jueves, con vistas a guiar el trabajo de la Comisión hacia una propuesta legal. 

"Para que esto funcione, es necesario modificar el régimen de sanciones de manera que permita una inmovilización más predecible y sólida de esos activos, sin dejar de mantener la posibilidad de levantarlos si así se desea", aseguraron fuentes comunitarias. Actualmente, esa decisión requiere unanimidad. Dada la resistencia de países como Hungría a la medida, que no ha respaldado el compromiso político, el riesgo es altísimo.

La otra cuestión es cómo minimizar los riesgos legales y las posibles consecuencias. Rusia ya ha amenazado con confiscar bienes y activos europeos en su territorio en respuesta a una medida que —irónicamente— considera una violación del derecho internacional. "Los Estados miembros deben comprender que, si cogen el dinero de Putin, él nos quitará nuestro dinero", ha advertido el primer ministro belga, Bart de Wever a su llegada a la cumbre. "Debemos tener cuidado de que esto no nos salga el tiro por la culata", ha añadido. 

Dado que la mayoría de los activos se encuentran en Bélgica, una decisión sin el respaldo del país parece imposible. De Wever ha advertido que si no se tienen en cuenta las peticiones de su Gobierno, hará "todo" lo que esté en su mano "a nivel europeo y nacional, políticamente y legalmente para frenar esta decisión". Al término de la reunión, el primer ministro seguía sin estar convencido.

El primer ministro belga tiene tres demandas. La primera es mutualizar los riesgos. "Existe un gran riesgo; nos enfrentaremos a reclamaciones enormes", ha dicho de Wever. "Si queremos hacerlo, tendremos que hacerlo todos juntos", ha añadido. La segunda, que todo el mundo contribuya a las garantías. De Wever quiere asegurarse de que si hay que devolver el dinero, todos los países pagarán. Y esto, a sus ojos, no está claro.

La tercera demanda es que Bélgica no puede ser el único país cuyos activos congelados estén sobre la mesa. Aunque buena parte del dinero ruso está en el país centroeuropeo, Bart de Wever ha pedido que el resto de países, fundamentalmente del G7, se unan. "Sabemos que hay grandes cantidades de dinero ruso en otros países que siempre han guardado silencio al respecto. Si actuamos, debemos hacerlo todos juntos, ha subrayado. Según de Wever, al menos otros seis países en la Eurozona tienen activos rusos congelados.

"Si encontramos soluciones a estos problemas, podremos seguir adelante. Si no, quizá se pueda plantear otra opción para poner en marcha la financiación de Ucrania", ha reconocido Bart de Wever tras la reunión. El resto de los socios son sensibles a las preocupaciones belgas, pero insisten en buscar una solución legal y políticamente aceptable.

"El mensaje fundamental es que Rusia es responsable de los daños que ha causado en Ucrania y debe pagar por ellos", ha dicho la jefa de la diplomacia europea, Kaja Kallas. Los Veintisiete confían en que el Ejecutivo comunitario pueda encontrar una salida que permita el desembolso a Kiev a principios del año que viene. "Estoy listo, dispuesto y capacitado" para encontrar una solución, ha subrayado de Wever.

Sin alternativa

"No proporcionar apoyo conduciría, con toda probabilidad, al colapso de Ucrania, lo que, en nuestra opinión, expondría a Europa a un grave riesgo para su seguridad", aseguró una alta fuente comunitaria. Conscientes de que no pueden contar con Estados Unidos y ante la falta de opciones, para muchos, usar los activos rusos es la única alternativa.

Para el primer ministro finlandés, Petteri Orpo, solo hay dos opciones. Europa puede correr con los gastos y apoyar a Ucrania tanto como dure la guerra. Sin embargo, "falta dinero", ha reconocido Orpo. La otra opción es "utilizar el dinero de [Vladímir] Putin, porque él ha destruido Ucrania", ha dicho el finlandés, "esta es la mejor solución posible".

El presidente de Ucrania ha pedido a los gobiernos europeos que avancen en una cuestión clave para el país. "Rusia trajo la guerra a nuestro país y tienen que pagar por esta guerra", ha dicho el ucraniano. Costa, se ha comprometido a hacer lo posible por garantizar la viabilidad económica de Ucrania para los próximos dos años. El objetivo es dejar claro a Rusia que Europa seguirá "apoyando a Ucrania, diplomática, política, militar y financieramente", ha dicho el portugués.

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