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Pista privilegiada

La policía investiga si el 'robo del siglo' en el Louvre fue un encargo a ladrones franceses desde el extranjero

¿Qué se sabe del robo en el Louvre y quiénes son los ladrones? Las dos hipótesis que barajan la policía y los expertos

El conservador del museo estima en 88 millones de euros los daños resultantes del espectacular asalto

Medidas de seguridad en los alrededores del Museo del Louvre.

Medidas de seguridad en los alrededores del Museo del Louvre. / EDGAR SAPIÑA MANCHADO / EFE

Leticia Fuentes

Leticia Fuentes

París
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Las autoridades francesas siguen investigando cada detalle del que ya se considera el robo del siglo. Unos 70 agentes de la Brigada para la Represión de Robos repasan minuciosamente cada paso que dieron los ladrones por el Museo del Louvre, revisan los sistemas telefónicos de los trabajadores y rastrean las cámaras de videovigilancia de lugares cercanos al museo. 

La policía trabaja sobre una pista privilegiada que apuntaría a unos ladrones de la región de Ile-de-France que supuestamente actuaron bajo las órdenes del crimen organizado con vínculos con la venta y el blanqueo en países extranjeros. Este nuevo indicio señala a la primera hipótesis sobre un posible "encargo privado", y descartaría la opción del despiece y fundido de las joyas. Su reventa es casi imposible al ser piezas registradas por el propio Museo del Louvre y el Gobierno de Francia. 

Por su parte, la fiscal de París, Laure Beccuau, anunció que los daños resultantes del espectacular robo de joyas fueron estimados en 88 millones de euros por el conservador del museo, solo por el aspecto económico. Una suma "extremadamente espectacular", pero que "no es en absoluto paralela ni comparable a los daños históricos", añadió la fiscal para RTL. Este martes se conoció además que, al tener un valor incalculable, las joyas no estaban aseguradas por una empresa privada, sino que es el Estado quien responde por ellas.

Sobre la mesa todavía hay muchas preguntas. Algunas de ellas las ha tenido que responder, por primera vez, este martes la propia ministra de Cultura, Rachida Dati, en la sesión de control al Gobierno. Dati insistió en que los dispositivos de seguridad del museo funcionaron, pero los testigos hablan de que las alarmas sonaron "demasiado bajo", provocando cierta confusión entre las personas que se encontraban en el interior.

Investigación administrativa

La ministra anunció que se ha iniciado una investigación administrativa que "proporcionará, con total transparencia, un relato detallado de los hechos ocurridos el domingo" y subrayó que "la seguridad de los museos de Francia, de todos los sitios patrimoniales, debe abordarse de forma mucho más amplia". 

No solo Dati, la dirección de la pinacoteca ha defendido la calidad de la seguridad del edificio tras las críticas de las últimas horas. "El Museo del Louvre afirma que las vitrinas instaladas en diciembre de 2019 representaron una mejora considerable en términos de seguridad, dado el grado comprobado de obsolescencia del equipo antiguo", declaró la dirección. Además, insistieron en que por razones estéticas y al ser un edificio declarado Monumento Histórico hay ciertos elementos que no pueden instalarse, como barrotes en las ventanas. Lugar por donde entraron y huyeron los ladrones. 

Aún así, eso no impide que existan fallos importantes en la vigilancia, como cámaras insuficientes. Según adelanta un informe del Tribunal de Cuentas que se publicará en noviembre, apenas más de un tercio de las salas cuenta con al menos una cámara. En cinco años, solo se han instalado 138 cámaras adicionales, a pesar del presupuesto operativo anual de 323 millones de euros. Esto provoca que en muchas ocasiones, algunas salas del Louvre permanezcan cerradas por falta de guardias de seguridad, perturbando la experiencia de los visitantes.

"El museo no ha conseguido ponerse al día en el despliegue de material destinado a garantizar la protección de las obras", lamentan desde el tribunal, señalando retrasos "considerables" y "persistentes" en lo que respecta al rendimiento técnico del museo.

Sobre todas estas cuestiones, se espera que la dirección del Louvre responda este miércoles a las preguntas del Senado. La presidenta del museo, Laurence des Cars, presentó este martes su dimisión, que fue rechazada por Macron y Dati.

Los sindicatos denuncian los recortes

Desde hace meses, el sindicato de trabajadores del Museo del Louvre ha mantenido una actitud combativa frente a las condiciones laborales. Ya el pasado mes de junio, los agentes de recepción y vigilancia llevaron a cabo una huelga que obligó a cerrar el museo en plena temporada alta para denunciar el exceso de turismo, la "falta de personal" y el deterioro de sus condiciones laborales. 

Tras lo sucedido el domingo, el sindicato volvió a señalar esta problemática como uno de los principales motivos de un robo que creen que "podría haberse evitado". "En 10 años, el museo ha perdido 190 puestos de seguridad y vigilancia; esto supone un recorte del 15% de la plantilla", lamentó Elise Muller, responsable de seguridad del Louvre y representante de SUD Cultura. 

No solo la falta de personal, los trabajadores señalan los problemas estructurales del museo. "Es todo el sistema de vigilancia del museo el que está obsoleto hoy en día", declaró Alexis Fritche, secretario general de la sección cultural de CFDT, un sindicato nacional para The New York Times. "Falta personal para la vigilancia, pero también para la evacuación en caso de emergencia".

Los agentes de seguridad del museo, que no están armados y cuya función no va más allá de vigilar las salas y, en caso de algún suceso grave, avisar a las autoridades, quedaron tan conmocionados por el descarado robo que se negaron a trabajar el lunes hasta que se les asegure un refuerzo de la seguridad, tal y como explicó la líder sindical, Sarrah Abdelhedi.

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