Guerra en Oriente Próximo

Rusia cree que Irán puede recuperar su potencial nuclear perdido en el bombardeo

Putin considera que Irán hace frente a una "agresión injustificada" pero Moscú evita hablar de apoyo militar ruso a su aliado en Oriente Próximo

El presidente ruso, Vladímir Putin, saluda al ministro de Exteriores de Irán, Abás Araqchí, este lunes en Moscú.

El presidente ruso, Vladímir Putin, saluda al ministro de Exteriores de Irán, Abás Araqchí, este lunes en Moscú. / SERGEY KARPUSHIN / KREMLIN / DPA

Marc Marginedas

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Moscú
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Casi nada de sustancia emergió del viaje que llevó a cabo el ministro de Exteriores de Irán a Moscú, Abas Araqchi, donde se reunió, entre otros, con el presidente Vladímir Putin. Como era de esperar, pudieron escucharse declaraciones de solidaridad mutua que en ningún caso se vieron acompañadas de compromisos de defensa, en un momento en que el país persa sufre los ataques diarios de Israel contra objetivos militares y hasta la incursión de EEUU contra instalaciones de su programa nuclear iraní. Lo más relevante de lo acontecido durante la estancia del político iraní en la capital rusa fue la creencia de la parte rusa de que es solo cuestión de tiempo de que Irán recupere el "potencial militar perdido" durante el ataque estadounidense del pasado fin de semana con bombarderos B-2.

"Si existe voluntad y firmeza, todo el potencial que se intenta destruir puede ser restablecido", ha declarado el viceministro de Exteriores, Serguéi Riabkov, a la prensa local. Según su análisis, los bombardeos "nunca podrán eliminar el conocimiento" adquirido, lo que le lleva a romper una lanza en favor de la negociación. "No hay alternativa a la solución política de los problemas de seguridad; las acciones de fuerza no fortalecen la seguridad de nadie", subrayó. Riabkov no quiso especificar si la parte iraní había solicitado durante las conversaciones ayuda militar, limitándose a asegurar que la asociación estratégica entre ambos países era "inquebrantable".

Supuesto liberal

Otro de los dirigentes que quiso terciar en la polémica fue el expresidente Dmitri Medvédev, otrora considerado supuesto representante del "ala liberal" del Estado ruso, y hoy en día convertido en el ariete de las propuestas más radicales del Kremlin. En un post difundido en la red social X tras el bombardeo estadounidense, el dirigente ruso, en la actualidad vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, ha prevenido que, tras lo sucedido, "un buen número de países están haciendo cola" para entregar sus armas nucleares a Irán, aunque no especificó cuáles.

La inquietante advertencia fue desechada de inmediato por expertos como Pavel Podvig, investigador senior del Instituto de Naciones Unidas para Investigaciones de Desarme en programas de armas de destrucción masiva. Según su valoración, las armas nucleares no son como las convencionales, no las puedes trasladar "en una maleta", sin que nadie se aperciba. Los únicos tres países antagonistas de EEUU que podrían sentirse tentados de semejante aventura son Rusia, China o Corea del Norte, los dos primeros son signatarios del Tratado de no Proliferación Nuclear, mientras que el tercero se arriesgaría a graves represalias.

Así las cosas, el encuentro entre Putin y Araqchí se limitó a un intercambio de impresiones y a expresiones de la solidaridad rusa hacia su aliado medioriental, seguidas de sentidos agradecimientos. Irán hace frente a "una agresión injustificada", ha proclamado el líder del Kremlin, quien a la vez ha expresado sus mejores deseos al líder iraní, Alí Jamenei. Por su parte, su interlocutor agradeció las condenas rusas "a las acciones agresivas de Israel y EEUU, que infringen las normas internacionales.