Guerra en Oriente Próximo

Oposición dividida y represión máxima de la disidencia: ¿existen opciones de una rebelión interna en Irán para derrocar al régimen?

El movimiento opositor del país persa, gran parte del cual vive en el extranjero, culpa al régimen de los ayatolás de la escalada bélica, pero rechaza un cambio de sistema impulsado por los ataques israelís, que han matado a cientos de civiles

Manifestación en protesta contra los bombardeos de Israel, este viernes en Teherán.

Manifestación en protesta contra los bombardeos de Israel, este viernes en Teherán. / VAHID SALEMI / AP

Adrià Rocha Cutiller

Adrià Rocha Cutiller

Estambul
Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El resultado siempre ha sido el mismo: en las más de una decena de ocasiones en las que los iranís se han levantado, la respuesta por parte del Gobierno persa, liderado por clérigos, mullahs y el líder supremo, el ayatolá Alí Jameneí, ha sido la violencia, la represión y la muerte.

Así ha ocurrido desde 1979 —cuando la revolución islámica acabó con el gobierno monárquico absolutista del último shah, Mohammad Reza Pahlavi— y así ha ocurrido, también, en las últimas olas de protesta en Irán: En 2009, tras unas elecciones vistas como robadas por los radicales en el poder; en 2019, tras la subida del precio de la gasolina y la enorme crisis económica que vive el país; y en 2022, tras la muerte de la joven Mahsa Aminí a manos de la policía de la moral iraní, que detuvo a la joven de 21 años por supuestamente "no llevar el velo islámico de forma correcta".

Con su ataque aéreo sin precedentes del viernes de la semana pasada y su posterior guerra contra el régimen de los ayatolás, Israel asegura buscar el fin del programa nuclear iraní, y supuestamente tender, además, la mano a los persas para que se levanten en contra de su propio gobierno. 

"La gente me pregunta que si buscamos la caída del régimen iraní. Puede ser que eso sea el resultado [de nuestros ataques], pero eso depende de la gente iraní, de si se levantan para conseguir la libertadLa libertad no es barata", dijo este jueves el primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, cuyos bombardeos contra Irán han matado, mayoritariamente, a los propios civiles que Tel Aviv pretende espolear. 

Hasta la fecha, los movimientos opositores iranís —gran parte de los cuales viven exiliados en el extranjero— rechazan esta 'invitación' de Israel. "He pasado 10 años de mi vida en la cárcel simplemente por defender los derechos humanos y la paz. Ahora, en medio de esta guerra, me siento atrapada entre la guerra y la paz, entre Israel y la República Islámica”, ha dicho en los últimos días en sus redes sociales Narges Mohammadí, premio Nobel de la Paz en 2023, que escapó de su residencia en Teherán este miércoles, ante los constantes bombardeos israelís.

"Oriente Próximo está en llamas y lleno de sangre. Jameneí nos llevó al infierno prometiéndonos el cielo. Y Netanyahu está haciendo lo mismo: nos promete libertad y democracia, pero nos envía destrucción", ha continuado Mohammadí.

'No' a la calle

Mientras siguen los ataques israelís —y, por supuesto, las respuestas y bombardeos iranís también contra población civil en Israel—, los movimientos opositores en Irán han rechazado, hasta el momento, salir a la calle en protestas contra Teherán. 

La República Islámica, además, en el miedo de la penetración de los servicios secretos israelís dentro del país persa, ha incrementado las penas por manifestarse, y ha restringido casi todo acceso a internet dentro de sus propias fronteras. "Tan solo cuando terminen los ataques saldremos a la calle a levantar nuestras voces, porque este régimen es responsable de la guerra", ha dicho un estudiante universitario anónimo de Shiraz a la agencia Reuters.

"Irán no es Siria, Libia o Irak. Si el presidente [de Estados Unidos, Donald] Trump quiere sumarse a la guerra y compromete a su Ejército para derrocar el régimen iraní, los resultados de ello serán más catastróficos que la guerra de 2003 contra Irak, en la que murieron más de un millón de personas", escribe Narges Bajoghli, profesora de la Universidad de Johns Hopkins, en EEUU. "Las campañas de bombardeo pueden destruir significativamente infraestructuras militares y civiles, pero si quiere acabar con el régimen, Trump debe estar preparado para luchar no solo contra un Ejército de cientos de miles de soldados, sino contra un sistema con décadas de experiencia en guerra asimétrica", añade.

Monarca al frente

Hasta la fecha, todos los líderes, activistas y voces opositoras de Irán —tanto dentro como fuera del país— se han posicionado claramente en contra de los ataques de Israel y a favor de un alto el fuego inmediato. Todos, eso sí, menos uno: Reza Pahlavi, el hijo y heredero del último shah de Irán, derrocado en 1979. 

Pahlavi, en la última semana en sus entrevistas constantes con televisiones estadounidenses, ha justificado abiertamente los bombardeos de Tel Aviv, tanto civiles como militares, y ha buscado erigirse como el único líder —no aceptado por los demás— del movimiento opositor iraní. 

"Seremos liberados mucho antes de lo que la gente cree. Mi compromiso es, desde el primer día, con mis compatriotas que luchan por la libertad. El final está muy cerca para el régimen. Nuestros sueños de libertad se realizarán pronto", dijo Pahlavi esta semana en una entrevista a Bloomberg. El hombre, líder de la facción opositora monárquica y conservadora y que tiene vínculos con Israel desde hace años, ha sido duramente criticado por sus palabras.

Suscríbete para seguir leyendo