Primarias

Olivier Faure, reelegido líder del Partido Socialista de Francia en una ajustada votación

El dirigente político sellará su renovación el próximo 13 de junio en el congreso que tendrá lugar en Nancy

Olivier Faure, en una imagen de archivo.

Olivier Faure, en una imagen de archivo. / JULIEN MAT / CONTACTO / EUROPA PRESS

Leticia Fuentes

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París
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Olivier Faure se mantendrá como líder del Partido Socialista tras ser reelegido este jueves en una reñida votación en la que participaron 12.000 militantes: Faure obtuvo un 50,9% de los votos, frente al 49,1% de Nicolas Mayer-Rossignol. 

"Gracias a los militantes que renovaron su confianza en mí esta noche", declaró Faure a través de su perfil de X. "A partir de mañana, continuaremos el trabajo iniciado en 2018 para generar impulso, con un Partido Socialista arraigado en el corazón de la izquierda". Su rival también quiso utilizar la red social para felicitar a su compañero de partido: "Mis más sinceras felicitaciones a Olivier Faure y a sus seguidores". A pesar de las felicitaciones, el bando de Mayer-Rossignol alegó un margen de votos demasiado estrecho, cerca de 500, como para que alguien pudiera afirmar estar en cabeza.

Faure, diputado en la Asamblea Nacional, y Mayer-Rossignol, alcalde de Ruán, son dos viejos rivales socialistas. Ya se enfrentaron en un duelo similar en 2023, y las votaciones también quedaron muy ajustadas: el primero ganó por otro apretado resultado de 51,09% frente a l48,91% de su oponente. 

Sin embargo, esta reelección de Faure llega con una necesidad bajo el brazo: establecer una nueva estrategia de partido. Esta renovada hoja de ruta deberá presentarse en el Congreso del Partido Socialista que se celebrará entre el 13 y 15 de junio en Nancy.  

Una victoria ajustada

Para Faure, este éxito no es motivo de grandes celebraciones. Con un ajustado resultado en la primera ronda y ahora una reñida victoria, al socialista le queda poco margen de maniobra dentro del partido, donde ha visto reducido su apoyo en los últimos años. De ahí que su equipo decidiese acercarse a Boris Vallaud, el tercero en discordia que perdió en la primera vuelta de estas elecciones internas. 

La alianza Faure-Vallaud pretendía establecer una nueva gobernanza más horizontal, a cambio de asegurar a Faure una mayoría dentro del partido. Sin esa mayoría y a las puertas del inicio de la carrera hacia las presidenciales de 2027, el líder se enfrenta a unas posibles primarias de la izquierda en las próximas elecciones generales. 

En la izquierda: ¿La unión hace la fuerza?

El partido socialista consiguió mejorar sus datos en las últimas elecciones gracias a la coalición de izquierdas, el Nuevo Frente Popular, que le permitió tener una mayor presencia en la Asamblea Nacional. Sin embargo, la nueva estrategia del socialismo debe preguntarse si quiere o no continuar de la mano de La Francia Insumisa, agrupación que en los últimos meses ha generado cierta incomodidad entre las filas del partido de la rosa. 

Sin esa unión de izquierdas, los socialistas saben que podrían ver reducida su presencia en el arco parlamentario. De ahí que, este viernes, la número dos del partido socialista, Johanna Rolland, y muy cercana a Faure, fuera cauta y afirmase que excluye la idea de cerrar por completo la puerta a una alianza con los insumisos. "Hoy no es posible un acuerdo global", pero "caso por caso, en un cierto número de circunscripciones o elecciones municipales, si Reagrupación Nacional tiene posibilidades de ganar, sí habrá una discusión colectiva" para nuevos acuerdos electorales con LFI, declaró Rolland para el medio Public Sénat. 

No obstante, la también alcaldesa de Nantes matizó que hay una cosa "absolutamente clara": "Ningún socialista quiere hacer campaña presidencial detrás de Jean-Luc Mélenchon".

No es la primera vez que la figura de Mélenchon amenaza con hacer saltar el fusible de los acuerdos entre las izquierdas. En los últimos meses, el Nuevo Frente Popular ha estado en varias ocasiones al borde de la implosión. En febrero, los socialistas se negaron a apoyar la última moción de censura presentada por LFI contra el Gobierno de Bayrou y eso provocó la ruptura de "la alianza tóxica": "Me equivoqué profundamente en un aspecto: los socialistas nunca tuvieron la intención de ser nuestros aliados. Solo querían aprovecharse de nosotros", criticó Mélenchon en una entrevista para el periódico La Tribune de Dimanche. 

Ahora falta saber cuál es el actual estado de salud del Nuevo Frente Popular, si las fracturas tienen arreglo, o por el contrario, las izquierdas deben empezar un nuevo capítulo en el que cualquier nueva alianza es posible.