Ajustada victoria

El europeísta Trzaskowski gana por la mínima al ultranacionalismo en la primera ronda de las presidenciales en Polonia

Varias personas portan pancartas en apoyo del candidato presidencial conservador Karol Nawrocki en Varsovia.

Varias personas portan pancartas en apoyo del candidato presidencial conservador Karol Nawrocki en Varsovia. / Czarek Sokolowski / AP

Gemma Casadevall

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Berlín
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El europeísta Rafal Trzaskowski es el ganador de la primera vuelta de las elecciones presidenciales polacas, con un 30,8 %, según los sondeos al cierre de los colegios electorales de la encuestadora IPSOS, difundidos por las televisiones TVP y Polsat News. El correligionario del primer ministro Donald Tusk quedó así levemente por encima de quien será su rival en la segunda vuelta, el ultranacionalista Karol Nawrocki, que se sitúa en el 29,1 %.

Nawrocki, quien inmediatamente después de difundirse estas estimaciones denunció que la campaña había sido "la más sucia de los últimos 35 años", representa la continuidad respecto al presidente saliente, Andrzej Duda. En su condición de jefe del Estado, Duda ha bloqueado sistemáticamente la acción de gobierno del liberal Tusk. Ha vetado 74 iniciativas legislativas y varias leyes consideradas clave para llevar a cabo su programa de reformas.

La segunda ronda, que se disputará el 1 de junio, enfrentará así a los antipódicos candidatos de Plataforma Cívica (PO), el partido de Trzaskowski y al de Ley y Justicia (PiS), Nawrocki. En tercera posición, con un 15 %, quedó Slawomir Mentzen, líder de la ultraderechista y libertaria Konfederacja. Con 1,6 millones de seguidores en Tiktok, a Mentzen se le veía hasta hace poco con posibilidades de pasar a la segunda ronda, pero en la recta final perdió ímpetu, mientras salían a relucir escándalos de índole empresarial y sospechas deinjerencias rusas en la campaña.

La expectación ante esos comicios es alta, no solo en Polonia, con casi 30 millones de electores, sino en el conjunto de la Unión Europa. Las presidenciales se contemplan como un sí o un no al bloqueo que pesa sobre el Gobierno polaco desde que en 2023 el europeísta Tusk, apoyado por una coalición de amplio espectro, puso fin a los ocho años de dominio absoluto del PiS.

La participación media tarde se situó sobre el 50,6 % de los electores. Ello supone un ascenso de 3 puntos respecto al porcentaje alcanzado a esa misma hora en las presidenciales de 2025, lo que en ese momento ya fue el índice más alto en décadas.

Puntal del flanco este de la OTAN

Duda, en la presidencia desde 2015, ha vetado o enviado al Tribunal Constitucional desde la despenalización del aborto a la aprobación de la píldora del día después. Actúa como un satélite del PiS, en un país donde el presidente no tiene poderes tan amplios como en Francia, pero sí unas capacidades de veto que Duda ha convertido en instrumento de uso casi diario. Ante esa situación de bloqueo, el Gobierno de Tusk ha ido perdiendo apoyo por la imposibilidad de llevar adelante sus promesas electorales.

En política internacional, el bloque europeísta de Tusk y el ultranacionalista del PiS tienen algunos puntos en común. Ambos representan el apoyo firme a Ucrania, aunque en los últimos tiempos este compromiso ha menguado ante el peso de los 1,5 millones de refugiados ucranianos acogidos en su territorio. Polonia, la sexta economía de la UE y país estratégico para el flanco este de la OTAN, ha elevado el gasto en defensa hasta superar el 4% del PIB y se orienta hacia el 5% que reclama Donald Trump a los aliados europeos.

El abismo entre ambos flancos se plasma en las relaciones con la UE: para el PiS, Bruselas es el enemigo que le ha abierto expediente por sus ataques a la libertad de prensa, los colectivos LGTBI o la independencia del poder judicial; el ascenso a la jefatura del Gobierno del expresidente del Consejo Europeo fue recibido en la UE con euforia.

Continuidad o relevo en el poder

Trzaskowski, el carismático alcalde de Varsovia, ya aspiró a la presidencia hace cinco años. Entonces fue derrotado por la mínima por Duda, cuyo segundo mandato expirará en agosto. El candidato liberal tiene 52 años y representa al ala más progresista del PO. Es de los pocos políticos polacos con cierto rango que comulga con los objetivos climáticos de la UE.

A Nawrocki, exboxeador e historiador de 42 años, le colocó el PiS en la dirección del Instituto del Recuerdo Nacional (IPN), institución que tutela los archivos de la policía secreta de la dictadura comunista. Como ha venido haciendo Duda, considera a Tusk un "agente de la UE".

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