Entender más
Bassam Aramin y Rami Elhanan: dos padres unidos por el dolor en busca de la paz entre Israel y los palestinos
'Apeirógono', la novela que narra la historia de Bassam Aramin y Rami Elhanan

A la izq. Rami Elhanan y a la derecha Bassam Aramin / CCCB, 2025, Albert Uriach
El 4 de septiembre de 1997, la vida del israelí Rami Elhanan cambió para siempre. Su hija Smadar, a punto de cumplir 14 años, había salido con unas amigas a comprar libros para el nuevo curso escolar. Iban por la calle Ben Yehuda, una animada arteria peatonal en la Jerusalén occidental, cuando tres suicidas palestinos hicieron estallar los explosivos que llevaban. Además de quitarse su propia vida asesinaron a cinco personas, incluidas Smadar y otras dos adolescentes.
Casi una década después, el palestino Bassam Aramin sufrió idéntico mazazo. El 16 de enero de 2007, su hija Abir, de 10 años, fue a comprar una pulsera de chuches en una tienda situada frente a su escuela, en Anata, localidad de Cisjordania a cuatro kilómetros de la Ciudad Vieja de Jerusalén. Cuando volvía al colegio un policía de fronteras israelí disparó una bala de goma que impactó por detrás en la cabeza de la niña y le fracturó el cráneo. Los médicos del hospital Hadassah de Jerusalén no lograron salvarle la vida.
Rami Elhanan y Bassam Aramin son miembros del Círculo de Padres – Foro de Familias (PCFF, por sus siglas en inglés)- una organización creada hace 30 años que agrupa a israelíes y palestinos que han perdido a algún familiar cercano a resultas del conflicto y, a pesar del dolor, han decidido desterrar cualquier instinto de odio o deseo de venganza y trabajar juntos por la paz y la reconciliación. Agrupan ya a 800 familias de ambos lados. Elhanan y Aramin estuvieron hace poco en Barcelona para participar en un acto del Centre de Cultura Contemporània (CCCB) y el Institut Català Internacional per la Pau (ICIP).
Incomprensión y hostilidad
El PCFF siempre ha topado con la incomprensión o la hostilidad de una parte de sus conciudadanos. A los israelíes se les tilda de ‘traidores’ que compadrean con ‘terroristas’. Entre los palestinos la palabra maldita es ‘normalización’: se les reprocha que se relacionen con israelíes aunque sean pacifistas y contrarios a la ocupación de los territorios palestinos. Esta hostilidad se ha acrecentado desde el atroz ataque de Hamás del 7 de octubre del 2023 y la brutal respuesta bélica israelí que ha llevado el infierno a Gaza. Pero nada les hace desistir, actúan contra viento y marea. “Sufrimos mucha más oposición que antes, en ambos lados, pero más en el israelí”, explica Elhanan, en conversación con este diario. “La gente está humillada, indignada, frustrada”. Tres familias israelíes se han ido del PCFF. “No es que estén en contra nuestra, pero se han apartado de las actividades; dicen que han abierto los ojos”, añade Aramin. En cambio 80 familias de ambos lados se han sumado a la entidad desde entonces.
“Entre los nuevos miembros hay gente muy potente que van a reforzar mucho la organización”, explica Elhanan. Como Yonatan Zeiger, hijo de Vivian Silver (una veterana pacifista israelí que murió en el ataque de Hamás del 7 de octubre) o Maoz Inon (cuyos padres murieron quemados el mismo día cuando su casa fue incendiada). La mayoría de los palestinos que se han sumado al proyecto viven en Cisjordania pero muchos son originarios de Gaza y han perdido allí a sus familiares. “Como Hala, que perdió a su hermana y otros 20 familiares cuando un misil israelí impactó en su casa. Otros han perdido hasta 30 miembros de su familia”, subraya Aramin.
El trayecto íntimo que vive cada persona desde el día que le matan a una hija pequeña o a otro ser querido hasta que decide dialogar con el ‘enemigo’ es complejo y no es igual para todos. ¿De dónde sacan esa fuerza moral? “A mí me llevó un año”, señala Elhanan. “A mí cinco minutos”, replica Aramin. Hay una explicación. Como se verá, el palestino ya era un convencido de la causa.
Historias distintas
Rami Elhanan vino al mundo en 1950, jerosolimitano (como se llama a los nacidos en Jerusalén) de séptima generación e hijo de un superviviente del Holocausto. Diseñador gráfico, disfrutaba de una vida de clase media profesional y procuraba alejarse de las pugnas políticas. Hasta el día del atentado. “Necesitaba una explicación. Cuando ocurre algo así tu mundo se hunde y pasas muchas noches sin dormir, intentando entender por qué ocurre algo tan horrible. Me hice preguntas. ¿Qué hace que alguien esté tan indignado, tan enloquecido, tan humillado que pueda matar a una niña de 14 años y a sí mismo? Vas profundizando y descubriendo otra realidad. Tenía 47 años cuando entré en el PCFF y me avergüenza admitir que nunca había conocido a un palestino”.
La historia de Bassam Aramin es distinta. Nació en 1969 cerca de Hebrón, y creció de niño en el ambiente tenso de esa ciudad, en la Cisjordania ocupada dos años antes durante la guerra de los Seis Días. De adolescente iba con un grupo de amigos colocando banderas palestinas y tirando piedras y botellas hasta que un día lanzaron dos granadas contra un vehículo militar israelí. Tenía 17 años cuando fue condenado y pasó siete en la cárcel. Allí comenzó su transformación. Se puso a ver un documental sobre el Holocausto convencido de que era mentira y propaganda y acabó temblando, aprendió hebreo, leyó mucho y se fue acercando a la no-violencia. “Piensas en tu entorno”, asegura. “Y llegaron los acuerdos de Oslo. Si aquello fue posible, ¿por qué no volverlo a intentar? Sí, está la ocupación y tenemos derecho a resistir. Pero llevamos 100 años combatiendo y ¿cuál es el resultado? Para mí, el diálogo y la lucha pacífica es la mejor forma de proteger a mis hijos y a mi familia. Hay que hablar y llegar a un acuerdo; nos ahorraríamos miles y miles de víctimas”.
En 2005, dos años antes de que su hija Abir fuera asesinada, Bassam Aramin había sido uno de los fundadores de Combatientes por la Paz, una organización mixta en la que israelíes y palestinos que de alguna forma participaron en el conflicto trabajan juntos para ponerle fin. Otro de los fundadores era Elik Elhanan, el hijo mayor de Rami, que cumplía el servicio militar obligatorio cuando su hermana Smadar murió en el atentado. Así fue cómo se conocieron las dos familias y ellos dos se hicieron amigos. Cuando Bassam llegó al hospital de Jerusalén en la ambulancia que trasladaba a su hija moribunda Rami ya estaba esperando. “En ningún momento pensé en la venganza, porque hacía dos años que trabajaba con israelíes que habían participado en la ocupación, o incluso habían matado a palestinos, y ahora estábamos en el mismo lado”, dice Aramin, que entró en el PCFF de inmediato.
“El dolor sigue ahí. Pero somos seres humanos, no animales. Podemos utilizar nuestras cabezas, pensar sobre el porqué perdimos a nuestras hijas y en el ciclo interminable de venganza, represalia, ira, y más dolor, más víctimas, que es lo que la mayoría elige”, reflexiona Elhanan. “Pero si eres capaz de ir más allá y comprender que matar a otro no te devolverá a tu hija, y que causar dolor a otro no aliviará tu dolor, esto te da una fuerza que mueve montañas, una energía nuclear. Cuando vamos a hablar a una escuela con alumnos de 14 o 16 años, solo que al final haya uno que mueva la cabeza afirmativamente, ya es un milagro”.
La alianza
Se han pasado años difundiendo su mensaje en Israel, en Palestina y en el resto del mundo, incluso con mandatarios internacionales. Pero su relación va más allá del trabajo en el Círculo de Padres. “Nuestro objetivo era crear una alianza, ser socios por la paz. Pero cuando descubres que él es exactamente como tú, que quiere lo mismo, surge la amistad. Nos damos mutuamente la fuerza para seguir y ésta es la forma más efectiva de recordar a nuestras hijas, construir más puentes y menos tumbas”, señala Aramin. Ambos dicen que más que amigos íntimos son como hermanos.
No son ingenuos. Conocen perfectamente el enorme desequilibrio de poder entre Israel y los palestinos. Pero Aramin valora mucho a la parte de la sociedad civil israelí que se moviliza contra la ocupación, por impotente que resulte: “Necesitamos combatir el ‘apartheid’ luchando desde los dos lados. Si no hubiera un Rami Elhanan en el lado israelí, no habría un Bassam Aramin en el lado palestino”, afirma.
Se dice que de una gran crisis a veces surge una oportunidad, aunque calificar de crisis la situación actual es quedarse muy corto. “Yo fui un soldado en la guerra del Yom Kippur (1973), vi cosas horribles, y cinco años después llegó la paz entre Egipto e Israel. Muchas veces he usado este ejemplo”, afirma Elhanan. “Pero ahora hay una diferencia básica: la estructura de la sociedad israelí, las diferentes narrativas. Israel está dividido como nunca. Todo el mundo grita, todo el mundo se pelea, todo el mundo va a manifestaciones. Estamos al borde de la guerra civil”. El activista israelí no se muerde la lengua tampoco contra los dirigentes de los partidos del centro y la izquierda “Van a las manifestaciones contra el Gobierno para ganar la batalla por la democracia. Pero nadie habla del elefante en la habitación que es la ocupación y todo lo que conlleva. Nosotros, los que sí que hablamos del elefante en la habitación, estamos en la intemperie”.
Prohibidas las charlas
El Gobierno de Binyamin Netanyahu y sus socios ultras, el más derechista de la historia de Israel, hostiga a sus oponentes de una manera que no tiene precedentes. “La derecha llegó al Gobierno por primera vez en 1977, con Menahem Begin, pero nunca, hasta los últimos 3 o 4 años, había llevado el ejercicio del poder hasta estos límites. Están locos, van contra todo: contra el sistema legal y judicial, contra la Knesset (el Parlamento) y contra cualquiera que no comulgue con ellos”, asegura Elhanan. El PCFF sufre también este acoso. El ministro de Educación, Yoav Kisch, ha prohibido las charlas en las escuelas de secundaria con las que la organización intenta, desde hace décadas, desmontar estereotipos.
Elhanan tiene muy claro que “el conflicto no comenzó el 7 de octubre”. “No es ninguna justificación, pero cuando encierras a dos millones de personas en una caja, los humillas y les haces pasar hambre, al final te estalla en la cara”. Pero dice que le sorprendió “la crueldad y la brutalidad” del ataque de Hamás. “Fue increíble, destruyeron todo aquello en lo que creemos, en lo que hemos trabajado”. En cuanto a lo que hace Israel en Gaza “es pura venganza. El derecho a la defensa propia no te da derecho a la venganza y eso también nos estallará en la cara, quizá en 15 o 20 años”.
A ambos les incomoda la forma en que activistas propalestinos y proisraelíes replican el conflicto y su retórica en el extranjero. “Se ha convertido en un 'reality show', como si fueran hinchas de dos equipos de fútbol, en que cada cual quiere ganar eliminando al otro, en un juego de suma cero en el que todos pierden. Nosotros decimos que desde el río hasta el mar todo el mundo tiene que ser libre”, subraya Elhanan parafraseando el controvertido eslogan “desde el río hasta el mar, Palestina será libre”. “Los judíos no podrán echar a los palestinos al desierto y los palestinos no podrán echar a los judíos al mar. Así que vamos a tener que vivir juntos y me da igual si es en un Estado, en dos estados o en 10.000 estados”.
“Del río al mar hay 12 millones de personas – continúa Elhanan— y la mitad viven bajo un régimen militar, no eligen a las autoridades que dictan las normas bajo las que se les juzga y se les encarcela. Un pueblo domina al otro y esto se tiene que acabar”. “La palabra clave es respeto. Respetar al otro como quieres que te respeten a ti”, apostilla Aramin.
Ambos aplauden la decisión de España y otros países europeos que han reconocido el Estado palestino y creen imprescindible la presión internacional, porque, según Elhanan, “nosotros hemos perdido el control”.
“Ningún conflicto dura para siempre. No tengo ni idea de lo que tardará, pero al final habrá una solución”, sentencia el israelí. “En Irlanda han tardado 800 años, o fíjese en Francia y Alemania, o en Suráfrica. Es un proceso histórico y la solución no será la eliminación de ninguna de las partes, sino alguna fórmula para vivir juntos. El precio es muy alto pero llegará un momento en que la gente dirá basta, hay que hallar otro camino”.
Suscríbete para seguir leyendo
- Última hora de los ataques de Israel e Irán, en directo
- Última hora de los ataques de Israel e Irán, en directo
- Última hora de los ataques de Israel e Irán, en directo
- Última hora de los ataques de Israel e Irán, en directo
- Corea del Norte enviará a miles de trabajadores para reconstruir la región rusa de Kursk y limpiarla de minas
- Accidente de un avión en la India, hoy en directo: última hora de Air India, heridos y fallecidos
- Trump abandona la cumbre del G7 y vuelve a Washington por la crisis entre Israel e Irán
- Fordow: 5 claves sobre la fortaleza secreta nuclear de Irán y la única bomba que puede destruirla