Nuevo Papa

¿Qué edad tiene León XIV y cuántos años tenían Francisco, Benedicto XVI y Juan Pablo II cuando fueron elegidos Papas de Roma?

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Benedicto XVI, Papa emérito, saluda al Papa Francisco con motivo de la celebración de la Navidad, en el Vaticano, el 23 de diciembre del 2013.

Benedicto XVI, Papa emérito, saluda al Papa Francisco con motivo de la celebración de la Navidad, en el Vaticano, el 23 de diciembre del 2013. / L'Osservatore Romano / AP

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En el segundo día de votación del cónclave, Roma tiene nuevo Papa. Se trata de León XIV, tiene 69 años y es estadounidense. Entre sus objetivos espera igualar a su predecesor, uno de los más queridos de la historia papal. En su caso, este nuevo Papa tiene 7 años menos que Francisco, que fue elegido con 76 años en 2013. Pero, ¿cuántos años tenían también Benedicto XVI y Juan Pablo II cuando fueron elegidos Papas de Roma.

Jorge Mario Bergoglio fue elegido Papa el 13 de marzo de 2013, a los 76 años. Originario de Argentina, se convirtió en el primer pontífice latinoamericano y el primero de la Compañía de Jesús en ocupar el trono de Pedro.

Su edad al asumir el cargo simbolizaba una trayectoria pastoral consolidada y la madurez necesaria para encabezar un pontificado enfocado en la reforma moral y estructural de la Iglesia.

Joseph Ratzinger fue elegido Papa el 19 de abril de 2005, a los 78 años, convirtiéndose en uno de los pontífices de mayor edad en asumir el cargo desde el siglo XIX.

Reconocido por su sólida trayectoria teológica y su estrecha colaboración con Juan Pablo II, fue visto como un garante de la continuidad doctrinal. En 2013, sorprendió al mundo al renunciar voluntariamente al papado, un gesto sin precedentes en más de seiscientos años.

Karol Wojtyła fue elegido Papa el 16 de octubre de 1978, a los 58 años, convirtiéndose en el primer pontífice no italiano en más de 450 años y en uno de los más jóvenes del siglo XX.

Su elección dio inicio a un pontificado largo —más de 26 años—, caracterizado por una intensa actividad y una profunda influencia, tanto en la vida de la Iglesia como en el escenario geopolítico global, especialmente en Europa del Este.