Cambios geopolíticos

La muerte lenta de la 'Françafrique'

En los últimos años, Francia ha perdido influencia en Mali, Burkina Faso, Níger y en los últimos meses en Senegal y Chad, aunque Macron insiste en que se trata de una "reorganización" de las tropas en el continente

El presidente francés, Emmanuel Macron.

El presidente francés, Emmanuel Macron. / YOAN VALAT / EFE

Leticia Fuentes

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París
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"Creo que (los líderes africanos) han olvidado darnos las gracias", afirmó el presidente francés, Emmanuel Macron, durante la conferencia de embajadores y embajadoras de hace unos meses, tras el anuncio sorpresa de que sus tres principales aliados en África: Costa de Marfil, Senegal y Chad, anunciaban la retirada de las tropas francesas para este 2025. Maniobras que dieron inicio el pasado mes de marzo de manera formal con la devolución a Senegal del control de dos instalaciones militares.

Las declaraciones de Macron son para muchos el claro ejemplo de la soberbia y del paternalismo colonialista de Francia hacia territorios que estuvieron bajo su yugo, generando una "profunda preocupación", según el ministro de Asuntos Exteriores de Chad. A su juicio, las palabras del presidente galo reflejan "una actitud de desprecio hacia África y los africanos".

El discurso de Macron no fue fruto de un desliz, puesto que no era la primera vez que afirmaba tal cosa. Unos días antes de Navidad, en su visita a Mayotte tras el paso del devastador ciclón Chido, el dirigente afirmó frente a los mayotenses que criticaban al presidente la falta de ayuda de las autoridades francesas que "si no fuera por Francia, estarían diez mil veces más en la mierda".

En sus palabras algunos leen la desesperación de una Francia que poco a poco va perdiendo privilegios e influencia en África, y que ve cómo los lazos económicos, culturales, militares y sociales se van deshaciendo con los años, dando paso al fin de la 'Françafrique', término utilizado para describir las relaciones neocoloniales entre el país galo y sus antiguas colonias del continente. 

Para la escritora y activista de derechos humanos Farida Bemba Nabourema, las declaraciones de Macron son el claro ejemplo de "la retórica paternalista" que "infantiliza las naciones africanas como naciones incapaces de autogobernarse". Una idea racista que justifica el colonialismo y que alimenta el actual neocolonialismo, según Farida. 

El fin de una era

El fin de la 'Françafrique' está más cerca que nunca. En los últimos años, Francia ha perdido influencia en territorios africanos clave para el país galo. En 2020 perdió Mali, en 2022 Burkina Faso, y en 2023 Níger, cuando retiró sus tropas tras una serie de golpes de Estado, que se han traducido en gobiernos contrarios a la presencia de la antigua metrópoli. En tan solo tres años, Francia ha pasado de tener nueve bases militares en África a solo dos, en Gabón y Yibuti. En su lugar, podría proporcionar formación en materia de defensa o apoyo militar específico, en función de las necesidades de cada país.

Los últimos territorios en repetir este patrón y sumarse al veto de Francia han sido Senegal y Chad. Unos movimientos que, según varios expertos, el Palacio del Elíseo no supo verlo a tiempo. El presidente francés niega que se trate de una expulsión, sino de una "reorganización" de las tropas en el continente. Algo que desmienten otras voces, como la del primer ministro de Senegal, Ousmane Soko, quien acusa a Francia de ser "el origen de la desestabilización de algunos países africanos, como Libia, con consecuencias desastrosas en la estabilidad y la seguridad". 

El supuesto vacío que deja Francia en esos lugares ha sido visto por Rusia como una oportunidad para aumentar su presencia, a través del grupo Wagner. También están aumentado su presencia China o Emiratos Árabes. Estas nuevas amistades del continente junto con la retirada de tropas francesas y las torpes palabras del presidente francés ayudan a fomentar el sentimiento antigalo, que con los años ha ido en aumento, en especial, con la llegada de las redes sociales y con el fracaso de las operaciones francesas en países del Sahel, como la Operación Barkhane, que duró una década y que desplegó a 5.000 militares para luchar contra el yihadismo, para acabar siendo un fracaso. 

El movimiento internacional de organizaciones civiles africanas y europeas, Tournons La Page (TLP, Pasemos página), publicó un estudio reciente en el que el 80% de los encuestados no considera a Francia un "socio fiable en términos de seguridad", citando razones como "el fracaso de la intervención militar en el Sahel", "la sospecha de una agenda oculta" y "el peso de la historia". 

Sospechas que se traducen en desconfianza. Durante la cumbre Francia-África de 2023, Macron anunció la creación de un fondo especial para jóvenes emprendedores africanos, con el objetivo de fomentar intercambios culturales. Este gesto fue interpretado con escepticismo por parte de varios líderes del continente, pidiendo más acciones concretas y menos promesas. 

Los nuevos aliados de Francia

Según el editor de Le Monde, Philippe Bernard, el movimiento de emancipación de los antiguos protectorados y colonias francesas está todavía en proceso. Precisamente, ante la pérdida de importantes territorios, Francia ha optado por una nueva estrategia basada en la búsqueda de nuevos aliados en África. 

El pasado noviembre, una delegación diplomática liderada por la secretaria de Estado, Chrysoula Zacharopoulou, viajó a Malaui, Mozambique y Zambia, para iniciar nuevos acuerdos comerciales. Evidenciando así esta nueva estrategia de Francia, tras más de 20 años sin tener ningún tipo de representación en esos territorios.

De la visita a Malaui, Francia obtuvo un acuerdo comercial de 10 millones de dólares entre Proparco y Ecobank, con el objetivo de iniciar la importación de fertilizantes, alimentos básicos y materias primas para mejorar la alimentación de sus ciudadanos. También en Mozambique y Zambia, el país galo anunció una inyección de casi 5 millones de euros en apoyo humanitario para las personas afectadas por el conflicto Cabo Delgado.

Algunos llaman a estos movimientos de "sutil persuasión", otros miran con recelo esta nueva estrategia sobre la presencia de Francia en el continente africano.

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