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Docena de huevos en un supermercado a más de 12 dólares

Docena de huevos en un supermercado a más de 12 dólares / Idoya Noain

Idoya Noain

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En Pamela’s Grill, una pequeña “bodega” en el Bronx, los despachan como ‘loosies’, como popularmente se llama a los cigarrillos que, contra la ley, se venden sueltos. En otros 'delis' y pequeñas tiendas de barrio hay dependientes que los reservan para dárselos a sus clientes favoritos. En el Chinatown de Manhattan han empezado a aparecer en los puestos callejeros donde habitualmente se mercadean verduras y frutas. En supermercados económicos y de calidad como Trader’s Joe y Costco se racionan y vuelan en cuestión de minutos de las estanterías y neveras, donde se cuelgan carteles del tipo “vuelva usted mañana”. En el resto, los precios son un auténtico revuelto y se inflan cual suflé.

El brote de gripe aviar A (H5N1) que estalló en Estados Unidos en 2022, que desde entonces ha obligado a sacrificar en el país 166 millones de aves, incluyendo más de 30 millones en lo que va de año, ha provocado una crisis en el mercado de los huevos de la que no escapa Nueva York, la ciudad donde uno de los bocadillos insignia de desayuno es el BEC (siglas en inglés de Bacon, huevo y queso). La “huevoflación” es una realidad inevitable. Y en medio de caos de costes y problemas de desabastecimiento, conseguir a un precio razonable un producto a cuya disponibilidad nadie le daba dos vueltas hoy tiene a muchos fritos.

Por encima de la media nacional

A finales de enero el precio medio en la ciudad de una docena de huevos grandes era de aproximadamente 7,67 dólares por docena, muy por encima de la media nacional de 4,95 dólares. Representa un incremento del 140% respecto al mismo momento de 2024. Y ni siquiera es el techo para los analistas y el Departamento de Agricultura, que anticipan que la escalada va a seguir, con previsiones de aumentos del entre el 41 y el 47% este año. 

Eso es el precio medio, porque no es infrecuente encontrarse en tiendas y supermercados cartones de docena a 12 dólares o más. Los ‘loosies’ de Pamela’s Grill, por ejemplo, salen a un dólar por unidad, que frena el latigazo de vaciar el bolsillo de una tacada, especialmente para los vecinos de una zona de clase trabajadora y bajos ingresos, pero no cambia la intensidad del golpe. 

La crisis se siente en las cocinas de las casas y se traslada a los negocios. Algunas grandes cadenas como McDonald’s publicitan no haber cambiado sus precios pero otras como Waffle House ya han añadido 50 centavos a los platos con huevos. Las subidas se derraman también por carritos de comida, 'delis', restaurantes y pastelerías. Y quienes crían gallinas ponedoras en patios o jardines traseros y en huertas urbanas comunitarias están viendo incrementar su popularidad entre sus vecinos.

No hay en Nueva York de momento noticias de episodios como uno vivido en Pensilvania, donde a principios de febrero unos ladrones robaron 100.000 huevos de un camión de distribución, o en Seattle, donde también a principios de mes dos cacos se llevaron de un restaurante 500 huevos. Y por ahora en la Gran Manzana los huevos gratis han llegado por iniciativas como la de dos granjas locales y una carnicería, que hace unas semanas triunfaron al regalar 200 docenas en Brooklyn y en Queens.

Yema política

Esta crisis tiene también su yema política. En campaña Donald Trump cacareó gallito que rebajaría “desde el primer día" los precios si volvía a la presidencia, pero una vez en la Casa Blanca las promesas se parecen a los hechos como un huevo a una castaña y el republicano se ha estrellado con la realidad. Le gusta decir que heredó de su predecesor, Joe Biden, esta patata caliente, pero esta misma semana reconocía que “lo de los huevos es un desastre”. Y con la conciencia de que los altos precios hacen hervir el descontento de los votantes, esta misma semana su secretaria de Agricultura, Brooke Rollins, anunciaba un paquete de cinco medidas para tratar de frenar la gripe aviar y la escalada de precios. 

Eso incluye, en un gobierno lanzado al proteccionismo y a las guerras comerciales y arancelarias, incrementar las importaciones. Turquía ya ha anunciado que venderá 420 millones de huevos en Estados Unidos este año. Y suena imponente, pero según los últimos datos de Agricultura eso es el equivalente a los huevos que se producen en EEUU en día y medio.

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