Nueva era en la Casa Blanca

Trump anuncia una orden ejecutiva para internar a hasta 30.000 inmigrantes en Guantánamo

La medida permitirá "doblar la capacidad" de camas para detenidos en su operación de arrestos y deportaciones

Trump anuncia que utilizará Guantánamo como centro de retención de inmigrantes

Vídeo: Agencia ATLAS | Foto: EP

Idoya Noain

Idoya Noain

Nueva York
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La prisión de Guantánamo, uno de los agujeros negros de Estados Unidos en el universo del derecho internacional y humanitario, va a sumar más oscuridad a su historia. El presidente Donald Trump ha anunciado este miércoles que va a firmar una orden ejecutiva para abrir un centro de internamiento de inmigrantes en la base militar estadounidense en Cuba, al que podría enviar hasta 30.000 personas que están sin documentación legal en EEUU.

“Hoy voy a firmar un decreto instruyendo al Departamento de Defensa y el de Seguridad Nacional a empezar a preparar unas instalaciones para 30.000 migrantes”, ha anunciado el mandatario. Lo ha hecho en el Despacho Oval, durante un acto para firmar la ley Laken Riley, la primera legislación de su mandato, que permitirá el arresto de inmigrantes sospechosos de delitos menores contra la propiedad como robos o hurtos. 

Reto para la cruzada anti-inmigración

Uno de los retos que enfrenta Trump para cumplir su promesa de realizar la mayor operación de deportaciones de la historia de EEUU es dónde mantener a los inmigrantes detenidos en esa operación, en la que ICE, el brazo policial de Aduanas y Fronteras, ya ha empezado a realizar arrestos que están poniendo a prueba sus capacidades. En Colorado, por ejemplo, este mismo miércoles se anunciaba el uso de una base militar para mantener a detenidos. Y en su anuncio Trump ha asegurado que “la capacidad se doblará inmediatamente”. 

En sus declaraciones Trump ha insinuado también que esas instalaciones en la base en Cuba se usarán para mantener detenidos “a los peores criminales que son inmigrantes ilegales que amenazan al pueblo estadounidense”. “Algunos son tan malos que no nos fiamos de que sus países (de origen) se los queden, porque no queremos que regresen”, ha dicho.

A lo largo de su campaña y desde que llegó a la presidencia Trump ha repetido incontables veces la idea, no sustentada por ningún dato probado, de que varios países extranjeros han abierto sus cárceles y centros de enfermos mentales para enviar a presos peligrosos y pacientes a EEUU.

Venezuela y Cuba

Ya antes del anuncio de Trump la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, había abierto la puerta en una entrevista en Fox News a que el gobierno usara la base para retener a migrantes en situación irregular en EEUU que las autoridades buscan deportar a sus países de origen, y especialmente a los de países que no aceptan las deportaciones, como Venezuela y Cuba. Noem este miércoles ha revocado la protección temporal que el gobierno de Joe Biden había dado a 600.000 venezolanos.

El propio presidente ha hecho referencia a ese obstáculo a sus planes, con países que limitan o bloquean los vuelos, y ha asegurado que va a superar su oposición. "Todos los van a aceptar y les va a gustar", ha declarado entre risas.

La congresista republicana de Florida María Elvira Salazar también ha anunciado este miércoles en un mensaje en X que el gobierno de Trump va a negociar un acuerdo con el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, para aceptar a miembros de la banda venolozana tren de Aragua que deporte EEUU y que podrían ser encarcelados en la controvertida prisión abierta por Bukele. Trump ha ordenado reimpulsar acuerdos que canceló Biden con terceros países llamados "seguros" para que esas naciones acepten a deportados que no son ciudadanos suyos. El secretario de Estado, Marco Rubio, visita El Salvador esta semana en un viaje que también le lleva a Panamá.

Una historia negra

La base de Guantánamo, donde la Administración de George Bush abrió en 2002 la infame prisión para sospechosos de terrorismo y "combatientes enemigos" tras los atentados del 11-S que aún hoy sigue abierta, se ha empleado ocasionalmente en el pasado para retener temporalmente a migrantes cubanos interceptados cuando intentaban entrar por mar a EEUU o a haitianos. Internar ahora allí a inmigrantes limitará aún más su acceso a servicios consulares o abogados para tratar de defender sus casos.