Cita en Budapest
El regreso triunfal de Trump marca una cumbre europea presidida por Orbán, aliado de Putin y del expresidente reelegido
El líder húngaro, estandarte de la ultraderecha en Europa, felicitó de los primeros a su "amigo" ganador en EEUU

El primer ministro húngaro, Viktor Orbán (derecha), conversa con su homólogo británico, Keir Starmer (centro), y el presidente francés, Emmanuel Macron, este jueves en Budapest. / TAMAS KOVACS / EFE

Gemma Casadevall
Gemma CasadevallCorresponsal en Berlín
Agencias
El primer ministro húngaro, el ultranacionalista Viktor Orbán, principal aliado comunitario de Vladímir Putin y representante a la vez del 'trumpismo' europeo, recibió este jueves a los líderes y representantes de los 47 países de la Comunidad Política Europea (CPE), en una reunión marcada por la reciente victoria del republicano Donald Trump y la necesidad ahora imperiosa de buscar nuevas estrategias en materia de Defensa y ante Ucrania. "Estamos ante una situación difícil, complicada y peligrosa", afirmó Orbán en su discurso de apertura. Aludió ahí tanto "a la guerra de Rusia contra Ucrania" como a otros desafíos, como la inmigración, ante la que su gobierno defiende la línea más dura. Ya al cierre de la reunión, Orbán consideró llegado el momento de avanzar hacia una "paz rápida" para Ucrania, término temido por el presidente Volodímir Zelenski, porque remite a renuncias territoriales a territorio.
"Va a haber pronto negociaciones y Europa debe estar preparada e implicada en ellas", aseguró Orbán, para quien el primer paso necesariamente debe ser un alto el fuego. Discutir de antemano sobre los términos o condiciones de esa paz no es conveniente, dijo, ya que con ello se reducen las posibilidades de éxito.
Un vodka por Trump
El líder ultranacionalista, reconocido "amigo" de Trump, reconoció que no había descorchado champán para celebrar la victoria de su amigo Trump, como había prometido de antemano. Pero sí, dijo, brindó con vodka a su salud. Insistió asimismo en que "cada vez son más quienes, dentro de Europa, comparten ese parecer sobre la búsqueda de la "paz rápida". Orbán es el ímpulsor del grupo parlamentario de los Patriotas para Europa, en el que también están la francesa Marine Le Pen y el ultraderechista austríaco Herbert Kickl, cuyo partido fue la primera fuerza en las pasadas elecciones parlamentarias de su país. Entre sus aliados están asimismo el neerlandés Geert Wilders, cuyo partido encabeza la coalición de gobierno, otro notorio representante del trumpismo europeo.
La reunión de Budapest evidenció las diferencias sustanciales respecto a Ucrania. Mientras Francia, Alemania y otros socios de la UE insisten en el compromiso con la ayuda a Kiev, la Hungría de Orbán, y los países dominados por la derecha radical prorrusa reclaman el fin de los suministros.
Zelenski, asistente a la cita, exhibió su capacidad para sacar fuerzas de flaqueza. Tras afirmar que había mantenido una "productiva conversación" el miércoles con Trump, se mostró convencido de que el presidente electo quiere seguir trabajando "con una Europa fuerte", impulsora de negociaciones que no impliquen una paz rápida ni aceptar "renuncias territoriales" para Kiev.
Mayor autonomía
El próximo presidente de EEUU rechaza mantener el apoyo militar a Kiev, como la Hungría de Orbán. Su regreso a la Casa Blanca, ahora con poderes reforzados ante la amplísima mayoría conseguida, coloca a Europa ante la perspectiva de no poder seguir contando con el apoyo del gran socio transatlántico. El presidente francés, Emmanuel Macron, insistió una vez más en lo que viene siendo su gran reclamación desde hace años, que Europa asuma por fin una mayor autonomía en Defensa.
"Tenemos mucho en común, pero también tenemos que ser más dueños de nuestro destino", apuntó por su parte el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel. La nueva administración estadounidense tendrá "opiniones diferentes" en "bastantes temas", por lo que es preciso lograr una estrategia europea "menos dependiente", añadió Michel, quien horas después colgó un mensaje en X anunciando que había llamado por teléfono a Trump para trasladarle su felicitación por la victoria. "La UE y EEUU comparten valores e intereses comunes. Estamos dispuestos a profundizar las relaciones en todos los ámbitos", apuntó.
La reunión de la CPE se celebra en la capital húngara, previo al Consejo Europeo del que Orbán es asimismo anfitrión, ya que su país ejerce la presidencia rotatoria. Al inicio de ese semestre presidencial viajó a Moscú para encontrarse con Putin y se reunió luego con el entonces candidato republicano a la Casa Blanca, lo que levantó ampollas en la UE.
Inmigración y economía, en el centro de los debates
Un total de 47 dirigentes europeos --congrega a los 27 miembros de la UE y otra veintena de representantes de países extracomunitarios, como Noruega o el Reino Unido-- han abordado en Budapest cuestiones como la inmigración y la seguridad económica. Junto a la victoria de Trump, planea sobre el encuentro el hundimiento de la coalición del canciller alemán, Olaf Scholz, quien ha recortado su visita a la capital húngara ante esa crisis política. No ha acudido a la reunión otro socialista, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, en ese caso por los estragos causados por la DANA en Valencia y otras regiones del país.
La percepción, basada en declaraciones de Trump durante su campaña, es que el continente europeo debe mostrarse unido y prepararse para dificultades en el área comercial. Esa es una de las cuestiones que preocupan especialmente al Gobierno de Scholz, por la crisis que atraviesa la automoción alemana, puntal tradicional de la economía del país, ahora en recesión.
La UE, una "mini-China"
En su campaña, Trump dijo que la UE era una "mini-China" que abusa de los asociados comerciales estadounidenses en busca de su superávit. Por ello, adelantó que considera la idea de adoptar aranceles de entre 10% y 20% para todos los productos que ingresen a Estados Unidos, un escenario que preocupa a muchos dirigentes europeos, además de a Scholz.
La presidenta de la Comisión Europea, la alemana Ursula von der Leyen, felicitó de inmediato al presidente electo de EEUU, como la mayoría de los líderes europeos, y mencionó la importancia de la "asociación entre los pueblos" a ambos lados del Atlántico. Von der Leyen también publicó este jueves un tuit en el que aseguró haber mantenido una "excelente llamada telefónica" con Trump para hablar de "Ucrania, comercio y energía".
La CEP, impulsada originalmente por Macron, constituye un foro en el que participan los países de la UE, algunos aspirantes a unirse al bloque, y hasta un exmiembro, el Reino Unido.
La doble cumbre, de la CEP y de los 27, tiene lugar en un escenario cuanto menos insólito: el estadio Puskas Arena. Orbán es un reconocido apasionado del fútbol y se arroga la remodelación de varios estadios desde su llegada al poder en el 2010.
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