Elecciones EEUU 2024
Las elecciones de los multimillonarios: las grandes fortunas tratan de inclinar la balanza entre Trump y Harris
Elecciones Estados Unidos 2024: Donald Trump y Kamala Harris, al minuto
Ricardo Mir de Francia
Ricardo Mir de FranciaPeriodista
Especialista en política internacional y reportero. Fue corresponsal en Washington durante una década, donde cubrió las presidencias de Obama, Trump y los inicios de Biden. Antes estuvo otros seis años en Oriente Medio. Licenciado en Periodismo por la Pompeu Fabra y con estudios de posgrado en Derecho Internacional, se ocupa ahora principalmente de las guerras de Gaza y Ucrania. Interesado también en temas de investigación, geopolítica de la energía, cambio climático y economía.
El camino a la Casa Blanca está asfaltado de billetes verdes. Miles de millones de dólares para ser más precisos, utilizados para financiar las campañas, persuadir a los votantes con un aluvión de anuncios publicitarios y atacar al rival sin remisión. Parte de ese dinero llega en forma de pequeñas donaciones de menos de 200 dólares, pero el grueso de los fondos en estas elecciones proviene de grandes contribuciones. Los multimillonarios están inundando la campaña con su dinero, desde los tecnocapitalistas de Silicon Valley, a los barones de la industria o los magnates de Wall Street. El republicano Donald Trump depende más de las grandes donaciones que la demócrata Kamala Harris, pero el dinero está llegando a espuertas para ambos candidatos, impulsado por la trascendencia casi existencial que ambos bandos otorgan a los comicios.
La carrera del dinero la está ganando Harris de largo, quien ha recaudado más de 1.300 millones de dólares frente a los 981 millones de Trump, si se incluyen también las contribuciones a su partido y los grupos externos que la apoyan, según el recuento de Open Secrets, basado en los datos de la Comisión Federal Electoral. Su irrupción en escena a finales de julio revolucionó los discretos números de Joe Biden. Desde entonces, la vicepresidenta ha recibido y gastado el triple que Trump, una ventaja que le ha permitido entrar en esta recta final con más músculo en su cuenta corriente. Harris también dobla prácticamente a su rival en pequeñas donaciones, un cambio de tendencia frente a los dos últimas presidenciales.
Y es que Trump era hasta ahora el rey de la calderilla. De hecho, lo sigue siendo. Ningún político en la historia supera lo recaudado por Trump entre los pequeños donantes en sus tres candidaturas. Pero esta vez, los cambios en la reglas de Facebook o los desajustes en su equipo han alterado el cuadro. El republicano ha recaudado casi el doble en donaciones de más de un millón de dólares que en pequeñas contribuciones. Y corto de fondos se ha visto obligado a externalizar funciones propias de su campaña a los grupos externos que le apoyan, como el America PAC de Elon Musk. Los comités de acción política (PAC) y los Súper PAC’s no pueden teóricamente coordinar sus acciones con las campañas, pero vadean esas restricciones poniendo al frente a exasesores o aliados de los candidatos.
Intereses tras las donaciones
Estos grupos externos pueden recibir donaciones ilimitadas desde 2010 y no tienen obligación de revelar el nombre de sus donantes. Así ha sido desde 2010, cuando el Tribunal Supremo emitió su polémica sentencia Citizens United v FEC. Desde entonces no ha dejado de aumentar la influencia de las grandes fortunas, las corporaciones y los intereses especiales (desde antiabortistas a sindicatos) en el proceso electoral. Su dinero es hoy la principal fuente de financiación electoral. Solo los 50 mayores donantes de esta campaña – la mayoría individuos, pero también empresas y organizaciones sin ánimo de lucro—han invertido 2.100 millones de dólares, según ‘The Washington Post’. Cifra que incluye también la financiación de carreras estatales y locales. Y casi dos tercios de los fondos fueron para los republicanos.
Ese dinero raramente es altruista. Los grandes donantes suelen tener un acceso preferencial a la futura Administración. A veces se les recompensa con cargos públicos de relieve o una plaza de embajador. Para otros es una suerte de pequeña inversión en la preservación de sus colosales fortunas. Y aunque Trump ha recibido más de los multimillonarios en esta campaña, Harris no debería tener queja.
Los grandes donantes de Trump
Timothy Mellon encabeza la lista con más de 175 millones donados a su causa. Heredero de uno de los imperios bancarios e industriales que moldearon la era oligárquica del país de finales del XIX y principios del XX, Mellon es un personaje enigmático que apenas da entrevistas ni tiene interés en airear sus motivos. De su trayectoria, sin embargo, se intuyen algunos. En su día comparó a los científicos que combaten el cambio climático con el ISIS. Su empresa de ferrocarriles de carga ha sido definida como “fuertemente anti-sindicatos”. Y ha donado a grupos anti-vacunas.
Más conocido es Elon Musk, el hombre más rico del mundo. El dueño de Tesla y X es relativamente nuevo en el activismo político, pero no ha tardado en posicionarse como uno de los grandes respaldos de la extrema derecha global. Desde Bolsonaro a Milei. También bastante clara está la agenda de Miriam Adelson, la viuda del magnate de los casinos Sheldon Adelson. La israelí-estadounidense es uno de los grandes talonarios del lobi sionista en EEUU. Según ‘Haaretz’, los 100 millones que ha donado a Trump tienen condiciones aparejadas: que promueva la anexión israelí de la Cisjordania palestina y reconozca su soberanía sobre todos los territorios ocupados.
Tampoco hay que olvidar al clan Uihlein, el rostro poco conocido de buena parte del cartón y los paquetes que usa el comercio electrónico en EEUU. Las donaciones del matrimonio han ido en los últimos dos años a luchar contra el aborto, los impuestos, los sindicatos y la legalización de la marihuana, así como financiar la campaña trumpista de “Stop the Steal” (Detengan el robo), centrada en el falso fraude electoral de 2020. Entre los grandes donantes del expresidente está también el magnate de origen israelí Isaac Perlmutter, ex CEO de Marvel, con 10 millones de dólares.
Los grandes donantes de Harris
La vicepresidenta ha recibo más “dinero oscuro” que Trump, como se conocen las donaciones anónimas a los Super Pac’s, de modo que los nombre de algunos de sus mayores contribuyentes son un misterio. Uno de esos donantes que quiso hacer pública su identidad es Bill Gates, el fundador de Microsoft, que habría donado 50 millones para elegir a Harris, según 'The New York Times'. Rompiendo con su tradicional neutralidad política, Gates dijo recientemente que apoya a aquellos candidatos “con un claro compromiso para mejorar la Sanidad, reducir la pobreza y luchar contra el cambio climático”.
Más transparente ha sido Reid Hoffman, el dueño de LinkedIn, uno de los críticos más notorios de la actual presidenta de la Comisión Federal de Comercio, Lina Khan, una de las guardianas más efectivas frente a las veleidades monopolistas de los gigantes de Silicon Valley. Hoffman ha dicho que “está librando una guerra contra los negocios de EEUU”, de lo que se deducen sus prioridades. En la lista también aparecen Jim Simmons, fundador del hedge fund Renaissance Technologies, o Dustin Moskovitz, uno de los fundadores de Facebook.
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